Entro Rodrigo, diciendo... - Ya estoy aquí. ¿Qué quieren?
Gonzalo contestó... - Queremos hablar acerca de lo que te está pasando cabrón. Lo que te está pasando no es normal, porque antes no pasaba nada de está chingadera.
Rodrigo contestó...sentándose en frente del escritorio... - Lo sé. Pero en este negocio pasa comúnmente.
Dámaso: - No pasa comúnmente como dices, date cuenta...en dos semanas tuviste un allanamiento y otro el pinche diablo te quería matar. Estás cosas no pasan en dos semanas. Perdimos más de 17 millones en una semana...con el allanamiento de la marina a la hacienda.
Rodrigo: - Entiendo que estén preocupados...pero entiendan que en este negocio siempre pasa esto o sino es que todavía estás empezando a serlo.
Gonzalo: - Creo que no estás entendiendo...lo que queremos decirte.
Rodrigo: - Pues no tengo la menor idea de que quieren hacerme entender.
Dámaso: - A ver dime, ¿Sientes algo de esa morra?
Rodrigo: - No te sabría decir, es difícil de hacerlo...
Dámaso: - Claro, pero sé lo que sientes.
Rodrigo: - ¿A ver, dime...que siento?
Dámaso: - Lo que sientes realmente es solo una obsesión que tarde o temprano se va a ir...y volverás a ser el mismo cabrón de siempre. Lo sé, porque el amor para ti no existe. Cuando estabas con Yuriana no la amabas solo la tenías de trofeo por el mujeron que era...y demás, ya que la engañabas con Paris...y quién me dirá que no le harás lo mismo a esa morra...
Rodrigo: - Aunque duela admitirlo, tienes razón eso de Yuriana... en cambio, ¿acaso eso me querían decir? Refregarme las cosas que había hecho en el pasado.
Gonzalo: - No compa, Te llamamos...para hablarte acerca de lo que te paso. Pensamos que alguien cerca de ti le está dando la información a la marina...luego al Diablo.
Rodrigo: - No creo...eso es imposible.
Dámaso: - Date cuenta hombre, te están traicionado y tú no te das cuenta.
Rodrigo: - Eso es ridículo...no puede ser verdad.
Gonzalo: - La morra en la que estás disque enamorado...se encontraba junto a ti esa noche, donde al otro día llego la marina...y hoy se encontraba junto a ti cuando el Diablo llego de forma inesperada al lugar de donde supuestamente es la cabaña de esa morra. ¿Coincidencia? No lo creo.
Rodrigo: - No puede ser cierto. Tengo tantas cosas en mi cabeza que no me había dado cuenta de eso. Pero si es neta, bueno...la traición no sé perdona...porque la gente falsa, conmigo no camina.
Gonzalo: - ¿Qué piensas hacer? ¿Matarla?
Rodrigo: - Antes de hacerlo, necesito hacer algo.
Se levantó, salió de la oficina azotando la puerta fuertemente.
Rápidamente subió las escaleras, llegando a la habitación...entró.
La habitación se encontraba en completo silencio...no había nadie.
Solo la computadora se encontraba encendida...mostrando la cámara de la oficina.
Fue al baño, tampoco se encontraba nadie.
Pregunté preocupado y confuso... - ¿Melissa...dónde estás?
Buscó debajo de la cama, menos...
No podía salir por la ventana, ya que está se encontraba intacta.
Salió apresuradamente de la habitación, corriendo hacia las escaleras.
Bajo las escaleras.
Gonzalo salió de la oficina...preguntó confuso al ver como estaba... - ¿Qué paso?
Respondió... - No está.
Gonzalo: - ¿Cómo que no está?
Rodrigo... – No está en la habitación...no está por ningún lado.
Gonzalo: -Tranquilo, la buscaremos...no debe de ir lejos, además la hacienda está muy vigilada. No creo que haya salido del límite sin que nadie pueda verla.
Rodrigo grito desesperado... - ¡Entonces dilo a esos cabrones que la busquen!
Gonzalo: - ¡Eso haré! *Tomo su radio, diciendo* Plebes...necesito saber si alguien vio a una mujer de cabello negro con un perro...no dejen que se vaya. Repito, si ven salir a una mujer de cabello negro con ojos claros y un perro tráiganla, no la dejen salir por ningún motivo.
Rodrigo: - Vio la cámara de la oficina, escucho la conversación...debe de haber pensado que la quería matar, pero no pensaba hacerlo...yo la amo.
Gonzalo: - Tranquilo hermano, la encontraremos...y podrás pedirle explicaciones de lo sucedido.
Rodrigo: - No me perdonare si le llega a pasar algo...no quiero perderla como paso con Yuriana.
En eso entro un sicario, diciendo... - Patrón, no hemos encontrado...pero tenemos esto. *Dijo entregando un sobre...* La encontramos tirado afuera...
Rodrigo cogió el sobre, empezó a leerlo...
Una relación se acaba cuando la desconfianza aparece. Perdiste.
ATT: J.L
