Dia 13

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Saúl
Estaba de regreso a su casa, siguiendo a (___tn) que conducía en el auto de ella, ya se les había vuelto rutina hacerlo de ida y de regreso.
La noche anterior él tuvo que manejar para devolverse a la casa. No es que (___tn) estuviera borracha y no supiera lo que decía, pero estaba una poquita tomada y era mejor prevenir.

Cuando llegó a la empresa, todos lo llamaron a la sala de juntas donde había un pastel con velas y le cantaron el feliz cumpleaños. Antoni había estado entre ellos.

Tenían la tradición de ir en el yate de Antoni en cada cumpleaños todo el fin de semana, Antoni invitaba a varios amigos y varias mujeres, tomaban y paraban en algún puerto para comer algo y luego seguir en el yate. Generalmente no asistían a la empresa en el horario de la tarde, después del almuerzo, pero esta vez no hubo confirmación de Antoni y cada vez que le trataba de plantear la idea a su amigo, él simplemente decía que tenía algo que hacer. (___tn) ni siquiera le había felicitado y se desilusiono porque pensó que está vez sería distinto.
Saúl detuvo el auto después de (___tn). Ella se bajó y lo espero recostada en su auto. Ambos entraron a la casa y Anitta como siempre de atenta les recibió, además, había sido la primera persona en felicitarlo.
-Bienvenidos- dijo-. ¿Desean cenar algo en especial?
Saúl iba a pedir que cocinara algo excepcional y diferente ese día pero (___tn) se adelantó.
-No, Anitta, esta noche no- sonrió y miró a Saúl-. Deberías cambiarte de ropa, para una más ligera y cómoda.
Saúl siguió a (___tn) a la habitación buscando una respuesta pero ella ya se había metido al baño, luego salió y se metió en el armario, al ver que Saúl no se movía de su lugar, tomó la toalla y se la lanzó señalándole el baño. Saúl sólo entró y se bañó, aun tratando de adivinar que pasaba por la cabeza de (___tn).
Cuando salió del baño, vio en la cama un jeans gris, una camiseta blanca y un par de tenis blancos. Le sorprendió que ella supiera donde se encontraba la ropa de él. Se vistió y bajo a la sala, donde ella le esperaba, al mirarlo, ella se levantó, le entregó el celular y la cartera de él. Tenía un vestido de flores rojas, unas sandalias y su cabello estaba suelto.
-No digas nada- le entregó las llaves del auto de él-. Sólo sube al auto y conduce, yo te diré a donde vamos después.
Saúl no dijo nada y siguió las indicaciones de (___tn). Resultó ser que estaban llegando a una de las discotecas que quedaba cerca a la casa. En la entrada, Saúl le dio las llaves al chico que guardaba los autos y se dirigió a la entrada, comúnmente esa discoteca estaba concurrida y ese día no era la excepción. Lo dejaron entrar sin problema, era la discoteca que más visitaba con Antoni cada que salían.
-(___tn), ¿Me puedes explicar que hacemos aquí?
(___tn) y Saúl se detuvieron en mitad del pasillo, varios de los que llevaban tratando de pasar por un lado.
-Dime que esto no es por lo que Diablillo nos aconsejó.
-No, Saúl, esto es por tu cumpleaños.- dijo Antoni que acababa de llegar con Andrea.
-¿Sabías de esto?
Antoni asintió, todos caminaron al centro de la discoteca, Antoni iba a subir a la zona VIP pero (___tn) les dijo que no esa noche. Que debían conocer y relacionarse con los pobres mortales que trabajan toda la semana y buscan distraerse.
A Saúl le sorprendió la forma en que (___tn) se desenvolvió en la discoteca, pasaba entre la gente sin problema mientras él y Antoni se chocaban con las personas. (___tn) se acercó a la barra y pidió algo que no alcanzaron a escuchar, los dirigió a una pequeña mesa para cuatro y se sentaron. Un mesero llegó con cuatro mojitos. (___tn) y Andrea se tomaron el de ellas de un trago sin hacer mueca del sabor y lo fuerte del trago. Antoni miró a Saúl y ambos alzaron sus hombros y se tomaron el mojito. Ellas se rieron de la mueca de ellos.
Al principio, Andrea y (___tn) pasaron hablando, mientras Antoni y él apenas decían algo.
-Por favor, no tengan esas caras- dijo (___tn)-. Aquí podemos divertirnos más que allá arriba.
Señaló la zona VIP. Andrea se adelantó y tomó a Antoni de la mano y lo dirigió a la pista de baile, no sin antes tomarse la ronda de mojitos que acaban de llegar.
-Gracias, José.- le dijo (___tn) al mesero.
-¿José?
Ella asintió.
-¿Cómo conoces al mesero y este lugar?
(___tn) hizo una mueca.
-Creció conmigo en la casa de adopción- se encogió de hombros-. Es una larga historia.
-Espero que algún día puedas contármela- dijo Saúl.
-Tal vez- dijo ella y se levantó-. Ahora, señor del cumpleaños, vamos a bailar.
Saúl iba a decir que no, que no era muy bueno bailando pero pareció no importarle.
Sentía cada vez que estaba demasiado tomado, pero el mesero no dejaba de traer mojitos y ellos de bailar. Estaban bailando una salsa, nunca supo bailarla pero sentía que lo hacía bien, después de todo, eran los tragos que le hacían efecto.
-Tu cara es diferente a cuando estás allá arriba.- dijo refiriéndose a la zona VIP.
-No creo que conozcas mi cara cuando estoy allá arriba.
Ella rio y Saúl le dio una vuelta. Trato de buscar a Antoni y Andrea pero no los vio, seguramente ya estaban en algún lugar oscuro.
-Si la conozco, varias veces te vi desde la mesa en la que estamos, no te conocía pero ustedes no pasaban desapercibidos- dijo-. Tenías a una chica a tu lado, una diferente cada vez que venías, pero todas eran rubias y de ojos claros.
La canción cambio a una más movida, todas las parejas de la pista de baile acercando demasiado sus cuerpos. (___tn) se acercó a él y comenzó a bailar al son de la música.
Tenía las manos a su costado y (___tn) le tomo y las posicionó en su cintura. Sentía que el calor comenzaba a hacerle sudar, los movimientos de (___tn) contra él le mareaban, su respiración era agitada, al igual que la de ella, sentía correr la euforia por sus venas.
(___tn) colocó las manos en el pecho de Saúl, bajo y subió al ritmo de la música moviendo sus caderas de un lado para otro y Saúl soltó el aire que no sabía que había retenido. Tal vez alguien la empujó sin querer por la congestión de personas, porque sus rostros quedaron muy cerca, ella se mordió el labio mientras él la atraía más a su cuerpo.
Sólo pudo reaccionar, no sabía quién dio el primer paso pero se estaban besando. Ella no se alejó y él tampoco, se acercaron más, Saúl tenía una mano en su cintura y la otra en la parte trasera de su cuello. Comenzó a besar su cuello, (___tn) hecho la cabeza hacia atrás y Saúl alcanzo a escuchar un leve gemido y ella se alejó de él.
-Vayámonos de aquí.
Y lo arrastró a la salida de la discoteca.

30 días con el amor de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora