Primer paso

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—Luzu, en realidad lo siento, no sabía lo que hacía en la noche.

—Auron, por quinta vez te digo que no me hiciste nada malo, ¿y que tiene que durmieras encima de mi?

—Es que quizás te hice algo malo, yo me conozco Luzu.

—Pero yo sé que no me hiciste nada malo. Ven, que aprovechando la oportunidad de que estás aquí te invito a almorzar.

Luzu cocinaba la comida mientras Auron limpiaba todo el desorden que habían hecho ayer, hasta le limpio la cama a Luzu. Él quería asegurarse de que Luzu no se sintiera incómodo aunque no se daba cuenta que le daba igual.

—Listo Auron, a comer—. Dijo el mayor poniendo los platos con comida recién hecha en la mesa.

—Luzu... Cocinas la ostia, esto huele delicioso, eres fabuloso.

—Ay Auron no digas eso, tú eres el fabuloso aquí.

—¿Fabuloso yo? Siempre, pero tú lo eres más—. Al decir Auron aquellas palabras le apareció un leve sonrojo en las mejillas a Luzu y este solo lo miró con una sonrisa en la cara para a los segundos escuchar como tocaban la puerta de la casa.

—¡No hay nadie, regresen otro día!— Gritó Auron y Luzu se paró a abrirle las puertas a las personas que estaban ahí paradas.

Auron se puso detrás de Luzu para ver quién era; estaba Vegetta junto a Rubius que tenía una especie de yeso en el brazo.

—¡Vegetta tío! ¿Cómo estás? Tío, Rubius cóm-... ¿Qué te pasó en el brazo?— Preguntó Luzu con confusión mirando a Rubius.

—Pregúntale a él— mencionó Vegetta clavando su vista en Auron, que solo dijo un simple “hola” pero en voz baja.

—Tío, Luzu, ¿que estábais haciendo con Auron? Los veo muy despeinados—. Dijo Rubius con una mirada y un tono juguetón  —. Parece que ni se molestaron en arreglarse.

—A-Ay, lo siento chicos—. Luzu se arreglaba el pelo y la ropa con un sonrojo en la cara—. Esperadme un poco— dijo Luzu cerrando su puerta y mirando a Auron.

—Luzu... Estoy bien así, no necesito arreglarme.

—Oh claro que lo necesitas—. Mencionó
Luzu y al rato se escuchaban unos gritos por parte de Auron.

Pasaron algunos minutos para que Luzu abriera a la puerta nuevamente y se viera a un Auron con el pelo perfectamente arreglado y con una ropa bastante bonita y elegante.

—Perdón por esa mala impresión, es que vinieron de sorpresa.

—Oye calvo— preguntó Auron a Rubius– ¿Y esa mordida de qué es?— dijo con las cejas levantadas y una mirada desafiante.

—N-No es nada, ayer me mordió un pollo—. El chico se ponía nervioso pero gracias a los dioses Vegetta y Luzu estaban demasiados concentrados en hablar que no se daban cuenta de lo que hablaba el de máscara de oso y Auron.

—Los pollos no tienen dientes.

—Mira, tú no le dices a nadie si te pago 1 diamante.

—Ay Rubius, si quieres negociar conmigo tiene que ser algo mas que diamantes, porque con 4 diamantes me limpio el culo.

—¿Qué es lo que quieres?

—Algo ilegal, o cuando quiera hacer algo tú me ayudarás.

—Entonces no.

—Entonces te jodes primor, ¡oye Luzu, mira lo que tiene Rubius!— De inmediato Rubius se puso nervioso y miró a Auron.

Luzu y Vegetta miraron a Rubius sin idea de lo que pasaba, Auron se acercó a su oído y le dijo “tu elijes”.

—No tenía nada chicos, era solo un bicho—. Miró con odio a Auron quien solo sonreía.

Pov. Lolito

Desperté gracias a los rayos del sol que iluminaban mi cara, cuando desperté me ví acostado en la puerta de la casa de mangel, no me acordaba en lo absoluto de lo que había pasado ayer.

[Flashback]

—Vamos Lolito, no te hará mal—. Decía Fargan riéndose junto con Willy detrás mío.

—Si ustedes lo dicen...— Tomé una botella completa de un líquido, era vino pero uno extraño... De repente volé, sentía que flotaba en el cielo y me di cuenta que el vino tenía iron berries, fue una pena no haber estado drogado o algo por que ese fue el momento que me ví caer y... Blanco todo.

[Fin del flashback]

—Oh, por esa razón me duele mucho el cuerpo—. Me levanté del suelo como podía, luego me estiré haciendo sonar todos mis huesos pero en ese mismo momento salió Mangel de su casa.

—¿Lolito?

—¿Ma-Ma-Mangel?

—¿Qué haces aquí?— preguntaba mi niña mientras sostenía una cesta celeste con algo de comida.

—N-Nada... Mejor me voy, adiós.

Salí corriendo mientras pude pero en esos leves segundos antes de irme sentí un suspiro de tristeza de mi niña, no creo que eso demuestre que sea feliz pero, ¿qué más puedo hacer? Él ya no me quiere en su vida.

Pov. Luzu

Después de unos minutos decidí irme a hablar en privado con vegetta.

—No sé que hacer Vegetta, ayer dormimos juntos y lo único que hizo hoy fue pedirme disculpas— di un suspiro— no creo que le guste.

—Vamo' hombre que tú puedes, él es algo bobo para sus cosas así que no pierdas la esperanza... ¿Y si lo invitas a salir a un lugar privado?

—¿Donde?

—Quizás podríamos hacer una excepción por ti— Vegetta abrió un mapa que tenía y apuntó con el dedo a un bosque que estaba cerca de casa de Willy—. Podrías hacerlo ahí si quieres, es muy bonito.

—Sí... Y también me gustaría... Ya sabes, declararme—. Apenas dije eso en la cara de Vegetta se mostró un sonrisa grande y bastante feliz.

—¡Vamos que sí se puede Luzu!

Las horas pasaron y ya todos se habían ido de mi casa, no sé que estarían haciendo pero yo practicaba frente a mi espejo y al lado de Manolo lo que iba a decir.

—Oye Auron~, ¿te gustaría probar de mi leche?— Dije con una voz “sexy”— No, que asco... A ver así... Hola Auron, tú y yo en una cama con cuerdas y látigos, ¿te gustaría?— movía mi cabeza en forma de negación mientras ponía mi mano en mi cara.

—Solo seré sincero, llevo 3 meses enamorado y quiero que sea algo lindo.

Miré mi cara en el espejo mientras pasaban fotos de Auron en mi cabeza,  cuando sonreía o se sonrojaba, eso me provocó una sonrisa y se me ocurrió algo.

—¿Que tal si solo digo, “Auron...te amo”?—miré a Manolo que estaba sentado a mi lado mirándome.

—¡Sí! Eso es, le diré eso—. Dije emocionado para darle unas caricias en la suave piel de Manolo e irme de ahí hacia la casa de Auron.

—¡Auron!

Apenas grité su nombre las torretas empezaron a atacarme lastimándome en los brazos, pero a los segundos Auron salió y desactivó las torretas.

—Tío, Auron, debes quitar las torretas.

—No lo haré, aquí es muy peligroso, pero en fin, ¿qué te trae aquí, Luzu?— Me preguntó Auron sacando unas vendas de sus bolsillos para vendarme el brazo lastimado.

—Y-Yo... Y-Yo solo quería saber si te gustaría salir conmigo a cenar de nuevo.

—¡Claro que sí Luzu! ¿En tu casa?

—Oh nonono, es en otro lugar... Yo vendré por ti si quieres.

—Ok guapo, yo te estaré esperando todo el día si es necesario—. Auron me miró con una sonrisa haciéndome sentir feliz y cómodo a a su lado, además, sentí que era el momento de confesarme, me daría igual si Lolito gusta de Auron o si Auron gusta de Lolito, yo me voy a confesar esta noche.

❝E L  A N T Í D O T O  DE  MI  V E N E N O ❞  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora