Made Of Stone

7

Por segunda vez en muchos meses, Lisa hizo un repentino cambio de planes y dio la vuelta cuando iba al aeropuerto.

No tenía opción, Jennie estaba muy enfadada. De hecho, parecía histérica. Además del manotazo, algo de lo que jamás la habría imaginado capaz, le había gritado delante de un montón de gente. Era como si le hubiesen hecho un trasplante de personalidad. Sin embargo, ella sabía que era una persona amable, buena y cariñosa, incapaz de enfadarse.

Claramente, Kim Jong In era responsable de esos cambios. Él había destruido su tranquilidad, confundiéndola por completo. Por supuesto que Weston era el padre de ese niño. Pero, evidentemente, Jennie no quería que Kai hiciera ese papel. Era obvio para Lisa que el niñato había salido corriendo al conocer la noticia, dejándola en la estacada.

Pero, ¿qué le importaba?, se preguntó. ¿Por qué quería involucrarse? Jennie tenía un problema y había acudido a ella a pedirle ayuda. ¿Por qué no le demostraba que ella era mejor que Kai cuando las cosas iban mal?

De vuelta en el apartamento de Jisoo, Jennie estaba metiendo ropa en una bolsa de viaje.

—¿Seguro que puedo irme a la casa de campo?

—Claro que sí. Mi madre está en Jersey y mi tía, la madre de Kai, se ha vuelto demasiado estirada como para ir al campo. Al menos, podrás airearla un poco —sonrió Jisoo— Pero, ¿seguro que es buena idea que te vayas de Londres ahora, sola?

—Necesito un poco de paz. Tengo que pensar en muchas cosas.

—No sobre lo que vas a hacer con el niño, eso ya lo sé. Te encantan los niños. Pero tengo la impresión de que huyes de algo...

Jennie levantó la cabeza, con los ojos con una expresión desafiante.

—Sólo estaré fuera un par de días. Y no estoy huyendo de nada. Es que no quiero ver a Lisa.

—No tienes por qué verla —la interrumpió Jisoo — Supongo que no se ha apuntado al concurso de madre del año, ¿no?

—Cree que el padre del niño es de Kai —suspiró Jennie.

—¿Qué? ¿No le has contado que estás de cinco meses?

—No, no me apetecía quedarme para charlar con ella —replicó Jennie — Ah, por cierto, también me acusó de intentar cargarle con el niño porque Kai no quería saber nada.

Su amiga hizo una mueca de asco.

—Menuda imbécil.

Jennie se pasó una mano por el pelo.

—He intentado entenderla, intenté incluso disculparla por haber creído a su hermana antes que a mí. He intentado ser justa con ella porque es lo que hago con todo el mundo, pero se acabó —le confesó, cabreada— Ya está bien. Pensé que Lisa tenía derecho a saber que iba a tener un hijo, pero ahora desearía no haberle contado nada.

—Tengo que decirte algo…—dijo Jisoo— Le he contado a Kai lo del niño. Ya, ya lo sé, no es asunto mío. Desgraciadamente, se me escapó.

Jennie estaba segura de que Jisoo se lo había contado a propósito. Quizá no debería, pero no tenía la menor duda de que lo había hecho con la mejor intención.

Además, casi se alegraba de no tener que ser ella quien le diese la noticia. Contárselo a Lisa había sido más que suficiente. Pero, como llevaba tres semanas saliendo con Kai, él tenía derecho a saberlo, naturalmente.

—Se quedó de piedra —siguió Jisoo — Está loco por ti, pero creo que no sabe cómo manejar esta situación.

—No espero que Kai acepte la situación —sonrió Jennie — ¿Qué tipo de persona lo haría?