—Necesito besarte. Llevo toda la noche pensando en ello—Lauren dijo.—Yo también. No puedo dormir, no puedo pensar...
—No hay nada en qué pensar—murmuró Lauren—sólo hay que sentir. Que saborear.
Camila se humedeció los labios con la lengua, y aquel gesto estuvo a punto de hacerla estallar. Sintió el deseo avivarse en su interior como si se tratara de un tigre enjaulado esperando la oportunidad de escaparse.
Lauren nunca había sentido nada igual. Nunca había experimentando una necesidad semejante de estar con alguien, de sentir a ese alguien cerca, de sentirlo en su totalidad. Bajo la suave luz de la lamparita, la observó mientras inclinaba la cabeza hacia ella muy despacio, lentamente, disfrutando del placer de aquella sensación de deseo anticipado ante el primer roce de sus labios.
Y cuando ya no pudo soportar la tensión ni un segundo más, la besó.
Una oleada de calor las atravesó a ambas, y aquel beso, que comenzó como una caricia suave y dulce, acabó convirtiéndose en un manjar para una mujer hambrienta. Lauren la estrechó entre sus brazos con ardor, procurando controlar la intensidad de su abrazo pero sujetándola con la suficiente fuerza como para que no pudiera escaparse de ella si quisiera.
Pero Camila lejos de escapar, le echó los brazos al cuello y se apretó contra ella con la misma intensidad, como si Lauren fuera la única fuerza estable del universo.
Entonces, ella le abrió los labios con el embiste de su lengua y se hundió en la calidez de su boca, gimiendo ante el alivio de sentir la boca de Camila bajo la suya. Y la saboreó, dejándose llevar por el ardor de su sangre y la respuesta deseosa de ella. Entregaba lo mismo que recibía, y el modo en que respondía a sus besos la dejó sin respiración. Camila amoldó su cuerpo al suyo, estrechándose contra ella.
Lauren la abrazó más fuerte, hasta levantarle los pies del suelo. Su cuerpo pequeño y compacto se amoldaba a la perfección al suyo. Aquél era el punto hacia el que ambas se dirigían desde la primera noche en De Angeli's. Una parte de Lauren lo supo ya entonces, cuando la miró a los ojos y se perdió en ellos.
Sus lenguas danzaron juntas, embistiéndose, deslizándose, acariciándose...Las manos de Lauren le recorrían la espalda de arriba abajo, siguiendo la línea de sus curvas, sintiendo cómo el cuerpo lujurioso de Camila cobraba vida bajo sus caricias.
Deslizó las manos bajo su camisón. Necesitaba sentirla, notar piel contra piel. Camila suspiró mientras los dedos de Lauren le recorrían la espina dorsal. Lauren sintió cómo su cuerpo se humedecía aún más y la besó con pasión, deseosa de tomar de ella todo lo que pudiera. Necesitaba estar con Camila para saciar los fuegos que llevaban varias semanas quemándole las entrañas.
Introdujo las manos por la cinturilla de sus pantalones cortos y las deslizó por su trasero, disfrutando con la sensación de suavidad y dulzura. Sintió cómo las yemas de los dedos se le cargaban con una fuerza eléctrica que parecía reproducirse en su interior, y allí borraba cualquier otra noción que no fuera la de la necesidad de sentir más. De acariciar más. Camila se movió entre sus brazos, apretándose tanto que Lauren pensó que podría llegar a desaparecer dentro de ella. Y ni siquiera eso sería suficiente. No para ella.
Ni tampoco para Camila. Ella se derretía con sus caricias.Aquélla era la única palabra que se le cruzaba por la mente.
Derretida.
Las caricias de Lauren eran distintas a cualquier cosa que hubiera experimentado con anterioridad. Sentía su cuerpo atravesado por un sin fin de rayos y truenos, como si estuviera atrapada en medio de una tormenta que fuera aumentando de intensidad hasta llegar a un punto en el que temía quedarse sin respiración.
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Ángel (Camren)
Fiksi PenggemarCuando te rompen el corazón, dejas de creer en el amor, y sientes que nunca podrás amar de nuevo.. Pero...que pasa si alguien diferente, entra en tu vida.. ¿Volverías a creer en el amor..? "Tenia miedo sentir pero tu, tu me ensenaste, a enfrentarme...