Capitulo 4

24 1 0
                                    

IV

Dolor, punzadas de dolor agonizantes por toda mi espalda, mis músculos contraídos sufrían con cada atisbo de movimiento. Mi boca estaba seca y mis ojos escocían por la cegadora luz de la habitación.

"Donde estoy?" Pensé.

La voz ronca de una mujer me hizo enfocar la mirada en la robusta enfermera frente a mi— Me alegra que despiertes, ¿Como te sientes cielo?

Mis intentos de hablar se vieron afectados por la sequedad de mi garganta, la mujer me tendió un vaso de agua con una mirada maternal, lo recibí algo adormilada observando a mi alrededor y logrando identificar el lugar, las ventanas cubiertas con cortinas blancas y las múltiples máquinas decoraban la pequeña habitación.

Un cuerpo yacía junto a mí recostado en la silla junto a mi cama, Noah se veía cansado, me detuve unos segundos a analizar su expresión, se veía incómodo, su cabello oscuro revuelto y sus brazos cruzados en un intento de encontrar una posición agradable.

—Tu novio no se ha ido desde que llegaste— la voz de la mujer me sacó del trance, dirigí mí vista hacia su pequeño cuerpo y su canoso cabello.

Intenté sonreír ante su deducción —Es mi hermano. — una mirada avergonzada se asomó en su rostro.

— Lo siento creí que

—Descuide— la interrumpí con voz más rasposa de lo usual— No es la primera persona que lo cree.

—Deben ser muy unidos, él se veía realmente preocupado— una sonrisa ladina se formó en su rostro acentuando algunas arrugas antes imperceptibles.

— Somos mellizos, supongo que tenemos otro tipo de vínculo — le devolví la sonrisa mientras la mujer anotaba mis signos vitales en una libreta, luego de unas palabras salió de la habitación.

No pasaron más de dos minutos antes de que una asustada Alice entrara a la sala, su velocidad me alarmó, su rostro con algunas manchas de maquillaje corrido y su cabello atado en un desordenado moño la hacían ver algo mayor de lo que realmente era.

—¡Max! Gracias a Dios que estás bien, ¿Como te sientes linda? — su innegable preocupación se veía reflejada en su voz y sobre todo en el alto volumen que utilizaba al hablar, que termino por hacer brincar a mí hermano de su lugar, despertándolo al instante.

—Estoy bien Alice

—¿Tienes sed? ¿Estás mareada cielo? ¿Quieres que llame a un doctor para que te revise? —Negue con la cabeza viendo a mí hermano levantarse.

Noah se veía afligido, incluso más de lo que alguna vez lo había visto, su mano derecha acaricio mí cabello con suavidad—¿Recuerdas lo que sucedió?

Cerré mis ojos intentando controlar mis latidos acelerados.

—¿Dónde está Nugget? — mí voz se quebró al final y la mirada cómplice entre mí hermano y mi tía me dio a entender que algo andaba mal.

—El... Cielo sus golpes fueron muy graves— Alice acaricio mí mejilla con una mirada apenada.

—Tuvieron que operarlo de emergencia, aun así los doctores no creen que despierte— Noah tomó mí mano con fuerza al ver mis ojos cristalizarse y luego continuó— Y si lo hace... Ellos creen que es mejor dormirlo

—No— me negué con fuerza interrumpiéndolo— No lo dejaré morir.

—Max el sufrirá.

—No lo dejaré morir Noah, no puedo, incluso aunque pienses que es egoísta de mí parte— respire hondo y sequé una lágrima rebelde que cayó por mí mejilla— No puedo dejarlo morir sabiendo que aún hay, aunque sea una mínima posibilidad de que sobreviva.

BLACK WATERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora