BLACK WATER

Capitulo 8

Por un segundo todo se paralizó, el aire se estancó en mis pulmones, entreabrí los labios intentando articular alguna palabra, pero nada salió de ellos. La habitación estuvo en completo silencio por alrededor de 2 minutos, silencio que fue interrumpido por la voz de Mathew dirigiéndose hacia mí.

—Se que es mucho para procesar...

—Es demasiado—Interrumpió mi hermano junto a mí.

—En este momento lo más importante es mantenerte segura, mantenerlos a ambos seguros, el volver a su casa ya no es una opción.

—Espera ¿Qué? — Lo detuve intentando encontrar algún error en sus palabras, ¿Que se supone que debo hace? ¿Huir? Esa si que no es una opción.

—Creemos, que la mejor opción en este momento es que vengan con nosotros, este es probablemente el lugar más seguro para ustedes en este momento.

—No podemos irnos, ¿Qué pasaría con Alice? No podemos dejarla— Noah se levantó de su lugar intentando tomar una postura segura, sin embargo, podía sentir su desconfianza, su miedo.

—Alice conoce la situación, ella ha estado en contacto conmigo desde hace semanas, no se opondrá a nada de esto.

—Alice hubiera dicho algo, ella nos contaría si algo así sucediera—Aclaré.

—Hay muchas cosas que Alice no les ha dicho—Sentenció el hombre— Ella está de camino, lo mejor será que coman algo y piensen en lo que les dije, no es algo para tomar a la ligera.

Se puso de pie y caminó hacia nosotros poniendo una mano en el hombro de cada uno dándonos una pequeña sonrisa antes de ir hacia la puerta y abrirla para nosotros.

La cocina era enorme, bueno, toda la casa era enorme, sin embargo, podía afirmar que este era uno de los lugares más llamativos de toda la casa, una gran isla reposaba en el centro de ella, el lugar era tan grande que incluso con encimeras color negro lograba verse enorme.

La esposa de Mathew se encontraba de espaldas, mantenía la atención en unas cuantas ollas sobre la mesa mientras cuatro chicos hablaban entre susurros sentados en la gran mesa en el centro de la habitación, la atención de todos se enfocó en nosotros al entrar al lugar. La mirada arrepentida de Logan y Zach era algo con lo que no podía lidiar, al menos no en ese momento, no podía verlos sin sentir esa presión en pecho y esas horribles ganas de largarme a llorar. Enfoqué mi vista en los otros dos muchachos, el teñido tenía una mueca clara de nerviosismo en el rostro, podría decir que hasta sentía pena de nosotros, pero eso es algo que no se si llegaré a saber algún día, el castaño en cambio me observaba fijamente, sus ojos avellana me veían con tanta intensidad que sentí como me temblaban las piernas al mismo tiempo que mi postura firme comenzaba a desvanecerse, su rostro era indescifrable, aquella mueca de indiferencia mezclada con curiosidad lograba ponerme más nerviosa de lo que ya me encontraba, pero aquello desapareció en el momento en que la mujer volteó y soltó un pequeño chillido de sorpresa.

—¡Dios! No pensé que terminarían tan rápido—Dijo secándose las manos en aquel delantal que colgaba de su cuello y caminando hacia nosotros. —Olvidé presentarme hace un rato, mi nombre es Gillian, ¿Tu eres Noah verdad? —cuestionó mientras mi hermano se limitaba a asentir con la cabeza— Deben estar hambrientos, tomen asiento, les daré algo de comer.

Seguí a Noah aun con la mirada de los cuatro muchachos ante mí, y tomé asiento junto a él en la gran mesa. Gillian dejó dos platos en la mesa y sonreí en agradecimiento viéndola quitar su delantal y disculparse antes de retirarse hacia el pasillo.

—¿Y bien? — La voz de Trent resonó en la cocina— ¿Qué tal están?

—¿Cómo deberíamos estar? — respondí más ronca que de costumbre.