BLACK WATER

Capitulo 10

Abrí mis ojos con lentitud, la pesadez de mis parpados me dificultaba el poder mantenerlos abiertos, sin embargo lo intentaba, una fría brisa llegó desde un costado, la oscuridad era casi absoluta, solo la luna iluminaba el denso bosque frente a mí. Me levanté con dificultad intentado recordar como es que llegué aquí, pero ningún recuerdo venia a mi mente, caminé unos segundos intentando identificar algún lugar entre aquella oscuridad, pero mis pies descalzos dolían al estar en contacto con la tierra. Un grito desgarrador me hizo sobresaltar, un escalofrío intenso inundo cada parte de mi cuerpo,que comenzó a temblar de terror.

—Max— el sonido de mí nombre en la voz de mí tía Alice me hizo reaccionar, sus gritos desgarradores pidiendo que la ayudara.
—Alice!?— grité al borde del llanto—Alice dónde estás!?— mis pies descalzos se movían con desesperación, las ramas de los árboles me golpeaban el rostro y dejando pequeños cortes, pero no me detuve, los gritos desgarradores de mi tia se intensificaron a medida que me acercaba pero por más que corría no lograba encontrarla, lagrimas comenzaron a agolparse en mis ojos mientras Alice seguía llamando a mí nombre y mis pies seguían su curso dejando pequeñas manchas de sangre en la fría tierra.
—Max! ¡Corre! — la voz ronca de un chico resonó por todo el bosque, volteé con una velocidad descomunal, pero no había más que árboles, los gritos de Alice seguían resonando en mis oídos, mis pies continuaban su travesía, una mano me tomo de la muñeca y su fuerza me hizo retroceder hasta chocar con el pecho de un muchacho.
—Max— susurró, reconocí su rostro entre aquella oscuridad cegadora, esos inconfundibles ojos color avellana eran algo imposible de olvidar, su mano acaricio mí mejilla y el pánico que antes sentí comenzó a disolverse—Max— volvió a repetir casi como si no pudiera creer que estaba junto a él, un grito desgarrador se hizo presente otra vez y esa pequeña burbuja de seguridad explotó con fuerza, comencé a correr, esta vez con el chico a mis espaldas.
— ¡Corre! — Kayden gritó tras de mí— ¡Max vete de aquí!
—¡No puedo, tengo que encontrarla! — mí voz más aguda de lo normal, las lágrimas bajando nuevamente por mis mejillas—Tengo que encontrar a Alice — Volví a repetir a gritos.
—No! Max tienes que irte de aquí ahora— sus gritos desesperados me decían que tenía que hacerle caso, sin embargo no podía dejar de buscar, no podía rendirme, ella no lp haría conmigo.

Mis pies continuaron su camino, el sonido de las hojas rompiéndose bajo ellos los lastimaba cada vez mas, Kayden corría tras de mi, sus gritos intentando hacerme caer en la razón se entremezclaban con los agudos alaridos de la mujer. El lago apareció en mi campo de visión y me detuve, esta vez con el chico junto a mi, los gritos se detuvieron de golpe y mi respiración se detuvo,  ondas vibrantes comenzaron a verse en el agua, el viento rugió con fuerza y mientras la luna llena se encontraba en su punto mas alto.

Abri los ojos con rapidez intentando controlar mi agitada respiración, las pesadillas siempre tienen ese efecto en mi, y por mas tiempo que pase menos logro acostubrarme a ello, tomé aire antes de levantame, ni siquiera valía la pena tomar mi cuaderno de dibujo, la misma pesadilla ya estaba retratada desde hace días, sin ningún cambio. Tomé algo de ropa y abrí el grifo esperando que la temperatura del agua  fuera la adecuada, las duchas seguían siendo mi momento favorito del día, el agua caliente siempre calmaba mis pensamientos, y en este caso el dolor de mi cuerpo que se hacia presente en cada movimiento que daba, sobre todo luego de los entrenamientos de esta semana, en lo cuales solo logre mantenerme en pie dos veces, un record para mi. Sequé mi cabello con lentitud antes de salir de mi habitación.

—¿Estas leyendo? — Solté burlona al observar al castaño concentrado en paginas— Jamás te había visto leer sin que te obligaran— reí
—Que graciosa— Noah cerro el libro con rapidez y se levanto hacia la cama. — Se está haciendo un habito— dijo encogiéndose de hombros con naturalidad.
—¿Un habito? — me acerque dudosa al escritorio y tomé el libro con dificultad, conteniendo una respiración profunda al ver de que se trataba. —¿De donde sacaste esto?
—Digamos que lo tomé prestado— su mano derecha moviendo la parte de atrás de su cabello con nerviosismo
—¿Prestado? Entraste a la oficina de Matt? Joder Noah, ¿¡Cómo se te ocurre hacer esa estupidez!?— chillé con nerviosismo.
—¿Qué tiene de malo?
—Esta no es tu casa
—El dijo que lo era.
—¿Acaso eres idiota? Cuando la gente dice siéntete como en casa no es literal! Tienes que devolverlo antes de que se den cuenta— sentencié
—¿Ni siquiera quieres saber que es? —negué con la cabeza— Mira esto— abrió el pesado libro envuelto en cuero y se acercó con rapidez.
Las hojas amarillentas daban cuenta de su antigüedad, sin embargo eso no fue lo que llamó mi atención, contuve mi respiración mientras mi ojos analizaban con cautela aquel símbolo grabado en el papel.
—¿Qué es esto? — susurre
—¿Te parece familiar? — Noah levantó su camisa con rapidez, dejando completamente expuesto aquel tatuaje que años atrás se había grabado en nuestra piel como una marca familiar.
—Es un símbolo nordico, se llama la marca de los caídos, según esto cuando Anael en forma de lechuza otorgo los dones dividio el pueblo en tres clanes, las tres familias fundadoras, los Natura, los Legerme y los Obscurus.
—Es lo que dijo matt hace unos días, pero... ¿Qué rayos significa ese símbolo?
—Eso es lo interesante, Los natura al tener una conexión con la tierra y los elementos son los mas impredecibles, pierden el control con facilidad, este símbolo les permite mantener el control de si mismos, es... como un símbolo de protección, de ellos mismos.
—Espera... entonces ¿Por qué rayos mamá insistiría tanto para que lo tuviéramos? ¿Qué tenemos nosotros que ver con los Natura? — mi voz cada vez mas preocupada.
—No lo se— respondió— Pero hasta que descubramos que es lo que realmente esta sucediendo será mejor mantener esto entre nosotros.
—No confias en ellos? — cuestioné, pero mi voz cargada de duda ya sabia la respuesta.
—No es eso, es solo... —Noah soltó una bocanada de aire y me observó con cautela— Creo que nos ocultan algo, eso es todo — Sentencio tomando el cargador de su teléfono, una mueca extraña se formo en su rostro, su ceño fruncido daba a entender que algo pasaba.
—¿Pasa algo?
—No lo se, Alice me llamó varias veces, mi teléfono estaba apagado— dijo al mismo tiempo que llevaba el aparato a su oreja izquierda— Mierda!, se apagó otra vez, tienes el tuyo?
—Está en mi habitación, ire por el— Di unos pasos y salí de la habitación, el teléfono estba sobre mi cama, la luz parpadeando decía que tenia notificaciones pendientes. Noah atravesó la puerta con preocupación al mismo tiempo que mis manos comenzaron a marcar el numero de la peliroja.
—Hasta que contestas— solté un pequeño suspiro, sin embargo esa sensación de preocupación volvió a hacerse presente a medida que escuchaba los pasos apresurados y jadeos al otro lado del telefono— Alice? ¿Está todo bien?
—Lo siento— Sollozó, mi corazón se detuvo.
—¿Alice que sucede?— exclame con horror, Noah tomó el aparato de mis manos y presiono el altavoz con rapidez.
—Alice, estas bien? ¿Dónde estas? Iremos por ti — La voz rasposa de noah intentaba mantener la calma sin éxito.
—No quería que esto terminara así— Su aguda voz temblaba, su respiración agitada. —Van a encontrarme— sentenció — Vienen por mi— observé con terror a mi hermano, sintiendo como el mundo se caía a pedazos. — Yo solo... lo siento mucho
—¿Quiénes? —Grité por el micrófono—¿Quiénes van por ti? Alice dinos donde estas— Mi voz acelerada y asustada mas aguda que de costumbre.
—Donde los ángeles caen— Susurró— Ahí siempre estará la respuesta.
—Alice!? Alice!? — los gritos de noah inundaban la habitación, me lanzó una mirada fugaz antes de salir corriendo por el pasillo.