Experimento #34 (Yaoi-Gay)

... #18

Mike.

¿Por qué estas llorando Mike? Desde un principio, sabía que lo que había pasado, no significaba nada. Él ya tenía novia, ya tenía con quien pasar su rato, y esa persona no era yo. ¿Estoy diciendo que Sky me gusta?

Posiblemente, tal vez sí. Pero no puedo hacer nada, simplemente no puedo. Creí que hablaríamos sobre lo ocurrido, pero ahora... Bueno, supongo que no le interesó mucho que digamos, igual sólo fue sexo y ya.

Lo mejor que puedo hacer, es actuar indiferente. Todo estaría bien, no somos nada y a él no le importo. Sí yo no le importo a él, él no me tiene que importar a mí.

Subí al cuarto, y me metí al baño. Me daría una larga ducha, no tenía ganas de hacer nada, y al día siguiente aún tenía escuela. No puedo creer lo largos que se han hecho estos días, y bueno, de cierta forma han mejorado...

Prendí la llave de la regadera, y el agua caliente comenzó a llenar la tina de baño.

Intentaba relajarme y no pensar en lo que paso. ¿De verdad "eso" había significado tan poco para él?

Terminé la ducha, y salí del baño. Ya era algo tarde; estaba oscureciendo. No saldría de mi cuarto, no tenía ganas de hablar con él, además, su novia es muy guapa, no puedo competir contra ello.
Quería gritar. Estaba siendo egoísta, Sky me había ayudado, y me dio un lugar para dormir, comida y pues la escuela, y yo sólo pienso en cosas sin importancia.

Me tiré en la cama, era mucho más grande que la anterior. Aquí podrían caber al menos otras 3 personas, y sobraría espacio. Pensé en como podía ocupar este tiempo, no tenía nada que hacer, ni tampoco ganas.

Me senté en la cama, y me concentré lo suficiente como para no sentir nada más que la suavidad de la tela en la que estaba sentado. Moví mi mano a la derecha, y un libro que estaba colocado en la mesita de noche, salió botado violentamente y chocó contra la pared.

Estaban evolucionando, lo que sea que fuera esto, estaba volviéndose más fuerte, más poderoso.
No sabía sí eso era bueno o malo, pero no me importaba practicar con otro objeto.

Sin mucha dificultad, pude elevar varias cosas a la vez: una silla, mi mochila y dos almohadas. Lo difícil, era lograr que se quedarán flotando en el aire.

Soporté eso más o menos 2 minutos, después, las cosas se cayeron pesadamente al suelo. Ya era más fácil para mi controlar esto.

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-¿Los están vigilando como les advertí?.-

Elizabeth estaba impaciente. Necesitaba más tiempo.

-Por supuesto. Todos los días.- El guardia, que miraba una de las pantallas del lugar, apuntó a la cabellera roja del experimento 34.

Todos los días, espiaban a los dos chicos, querían saber todo lo relacionado con ellos, para llevárselos cuando fuera el momento. Todo estaba planeado, sólo era cuestión de tiempo para el pelirrojo regresara a la base, y para que el castaño conociera las cosas que los hombres eran capaces de hacer sólo por ambición, sólo por dinero.

-¿Detalles?.- Dijo Elizabeth mientras miraba desinteresadamente las pantallas.

-Ha entrado a la escuela, y bueno, hay un problema...

-He dicho: sin fallas.- Lo interrumpió rápidamente.

-Sí, pero esto fue.. Una casualidad.- Dijo el guardia.

-¿Qué?.- Preguntó la directora de la base.

-Va en la misma escuela que Nicolás...

No respondió, simplemente se quedó pensativa.
Ese iba a ser un problema, aunque iba a saber como remediarlo.