Please Look At Me + jjk

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"La Lluvia Fue Testigo"
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          El pavimento de las calles son más solitarias que nunca, sin rastro de personas en las altas horas, las cuales sobrepasaba la medianoche.

El solido suelo con una mediana capa de agua gracias a la lluvia que se atrevía a caer. Brillosa; un ligero reflejo.

Las inmensas nubes grisáceas opacan a la perfección el hermoso resplandor de la luna llena en su glorioso punto. Cantan las cigarras en unísono, aunque fuese un corto sonido, siempre es satisfactorio de escuchar.

Pero este momento, no importó.

Una poza fue pisoteada —La planta de su pie fue completamente empapado—, por un joven.

Aquellas dolorosas expresiones de agonía que ni siquiera pudo evitar también fueron representadas por su lenguaje corporal ante su tormento. Su labio inferior era un desastre y  la sangre carmesí hace trayectoria desde su comisura, deslizándose a su mentón, llegando a su barbilla.

Todo su rostro está golpeado.

Su ropa de noche —pantalones flojos blanquecinos con figuras de diamantes celestes y franjas, al igual que su blusón—, rasgada del hombro, sus mangas colorido de rojizo y dañado.

Mantiene su palma junta a su estómago, lo más apegado posible sin querer causar más daño de lo debido. Mientras, hace el intento de caminar con facilidad; pero su pierna izquierda respondía con negatividad ante el esfuerzo de ejercer presión sobre el suelo.

No estába bien.

La caminata no era rápida, pero su único y principal objetivo era llegar lo antes posible a la estación de policía.

Acercándose a la gran calle, enormes edificios a su alrededor.

El joven no le interesó si hubiese automóviles con solo escuchar la falta de sonido de los mismos. Otorgando débiles pasos, cruzando la calle.

Pero fue demasiado tarde el reflexionar de esa mala idea cuando las luces de un auto a gran velocidad iluminan su cuerpo. Girando su cabeza ante él.

Los repetidos cláxones fue lo único que logra escuchar, cuando la abrupta oscuridad llegó.

  ■ Jungkook

Oscuridad. Todo era completa oscuridad. Hubo un momento en el que no importará las fuerzas que hiciera para poder abrir mis párpados.

Solo el limitante brillo incómodo que podía ver, cuando al fin, lo conseguí.

Mis ojos se esfuerzan por aceptar la luz que en su momento fue blanca, no pude prevenir como mi entrecejo se arruga al instante. Pero se suaviza, aclarando mi vista, volviendo a observar todo con normalidad.

Una habitación celeste pálido, tan pálido que hasta se confundía con el blanco, un sofá pequeño transmitía un poco de color marrón en la esquina izquierda, al lado de un ventanal, la cual estaba cerrado junto a una vitrina de madera.

Quise incorporarme, pero fui interrumpido cuando un hombre vestido de pies a cabeza uniformado ingresa a la habitación, sosteniendo en brazos una extraña tabla con una hoja.