Angels Scream. (Saga Ángeles Fugitivos |)

Capítulo 1. Un Nuevo Comienzo.

Caminaba por las calles de Los Ángeles sin un lugar fijo, como dicen caminando para donde me señale la nariz.

Atravesé demasiadas calles hasta que me cansé. Me detuve en una esquina a descansar ya no tenía aire en los pulmones me puse en cuclillas y encendí cigarro irónico no? Sin aire, cansada y fumando.

Las calles estaban desiertas todo estaba cerrado por estos lados salvo un bar, en la siguiente esquina se veía horrible de muy mala fama. Igual decidí entrar, habíamos muchos viejos asquerosos y borrachos tomándo y gritando estupideces. Siendo atendido por prácticamente putas.

Me senté en una de las mesas más alejadas de todo, llegó una camarera que parecía de esas rameras de los Night Club's.

- Bienvenida al bar de Bill. ¿Que desea señorita?- Me preguntó, sonriendo hacia un chico que se encontraba en la mesa que estaba a mis espaldas.

- Un tequila - Dije con el tono más frío de mi voz.

Asintio dirigiéndose a la barra, mientras movia sus caderas exageradamente más puta no se podía.

Espere tranquilamente, no podía darme el lujo de entrar a cualquier lugar que veía abierto. El poco dinero que tenía no alcanzaría y tendría que conseguir un trabaja.

Escape de mi casa, si haci podría llamarle a un maldito orfanato en el cual pase encerrada toda mi vida.

Logre escapar porque ahí la vida era más asquerosa de lo que ya es. La música paró y sólo se oían susurros por todos lados.

Entraron muchos hombres con armas, el chico que estaba a mis espaldas se paró de su asiento, sacó una pistola apuntando a todo lados.

-Arriba todos. - Ordenó nada voz realmente escalofriante - Busquen a los que parezcan mejores de 25 sean chicas o chicos. Ahora- Ordenó a sus hombres.

Comenzaron a observar cada lado del Bar, al parecer sólo era yo, dos chicas más, y un chico ebrio hasta el culo.

Un hombre se acercó me tomó de los dos brazos y los cruzaron en mi espalda. No forzajé con el. Todos sabíamos que el hiba a ganarme. Todos parecían asustados e inmóviles, llegamos hacia el centro donde estában todos esos hombres.

Me fijé en una de las chicas que forcejeava con el chico.

- Sueltenme- Le gritó golpendolo en sus partes, el chico sólo miro al hombre que encabeza todo el todo sus pistola firmemente y le disparó justo en la cabeza.

-Eso les pasará a ustedes si no obedecen- Dijo como si no hubiera asesinado a alguien- Y no me importará si ustedes son mujeres y menores de edad - Dijo señalandome a mi y a la otra chica.

Yo no hice nada. Mientras vi cono la otra chica palidecio.

Luego de eso salimos de ahí, en la calle estaban estacionadas 5 camionetas Prados de el año. Nos vendaron los ojos y nos esposaron.

Subimos a uno de las muchas camionetas sentí un golpe en mi sentido y luego todo era negro.

Lo siento, no me eh presentado mi nombre es Adela Castilblanco pero pueden decirme Ad.