Chapter *12*

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—¿Hola?... ¿hay alguien aquí? ...como si el ladrón me fuera contestar— me reprendi en voz alta.

—¿hola?¿no hay nadie en casa?...

si hubiera alguien en casa ya te habrían respondido— salió la conciencia a la luz.

—tu cáyate si no me vas ayudar—puse los ojos en blanco.

— genial, ya estoy entrando en la demencia que hasta hablo conmigo mismo... En voz... Alta.

, ese fue el sonido que se escuchó del fondo de la casa, a un costado, donde se encuentra la cocina, fue el sonido de un portazo, la piel se me puso de gallina, el corazón me latía a mil por hora, era tanto el silencio que podía escuchar los latidos de este, podía escuchar mi respiración que se estaba agitando, estaba nervioso, eso no era de dudarlo pero, quien robaría a las tres y treinta de la tarde.

—¿Qui-quien anda ahí?

Nadie, absolutamente nadie me respondió, esto ya me estaba preocupando aunque también se debía a que ya me estaba Armando toda una película en mi cabeza.

Giré mi cabeza hacia la derecha de aquel obscuro pasillo, ¿que porque estaba oscuro? No lo sé, la luz era muy poca pero aún así se podía ver y fue porque se podía ver que giré mi cabeza, me pareció haber visto una sombra o algo así, había pasado demasiado rápido, ya no sabía en qué pensar, no podía formular algo lógico, fantasmas, nunca había visto uno, y aunque pasó lo de la granja, no estoy seguro porque no ví nada.

Alex, quiero jugar contigo—una voz habló, no sabía de donde vino, sólo se que se escuchó fuerte como si estuviera en mi cabeza pero, jamás la había tenido. Su tono fue frío y muy grave, parecía como cuando... Alguien te susurra un secreto al oído para que nadie más lo escuche, de esa manera escuche esa espeluznante voz.

Ahora si tenía miedo, tenía terror, no sabía que pasaba, necesitaba una explicación pero, ¿de donde la sacaba?¿quien me la daría?,  Simplemente encendí las luces y como si eso fuese mi escudo, sentí calma al hacerlo, el miedo seguía presente pero un poco menos, no sabía que hacer ahora, si le contaba a mi abuela de lo que pasó, pensará que estoy loco y si piensan eso, me mandarán con un psiquiatra y no estoy loco, yo se lo que ví pero, no tengo testigo alguno que corrabore con lo que yo diga así que mejor me callo.

Pasé corriendo por todos los pasillos hasta llegar a mi habitación, cerré la puerta con seguro y al fin pude respirar con más calma, necesitaba distraerme, necesitaba borrar ese mal recuerdo pero sobre todo, tenía que hacer que el miedo me abandonara, así que en un intento de lograr mi objetivo, puse música en mi iPad, a todo volumen, no me importaba si me Iban a regañar, sólo quería olvidar y seguir.

Ya me estaba calmando y cayendo al mundo de Morfeo pero la puerta empezó a sonar muy fuerte, como si alguien le estuviera dando a puño cerrado con toda su fuerza, no podía moverme, ahora el miedo había vuelto y más fuerte que nunca, me estaba costando respirar, por más que trataba de hacerlo, tenía un nudo en la garganta que no me lo permitía, sentía que poco a poco se me agotaba el aire que tenía guardado en mis pulmones, sentía como esta vez era la fría negrura la que me abrazaba.

No podía prestar atención a lo demás ya no sentía ni oia nada, aún  estaba un poco conciente como para no morir pero sabía que ese sería mi destino al no tener a nadie que me ayudara, la puerta tenía seguro así que era una muerte segura pero aún tenía esperanza de poder vivir.

La puerta se abrió, no se como lo hizo pero así fue, aquella puerta blanca a la que le había puesto seguro estaba abriéndose y detrás de ella se empezaba a ver dos... Pezuñas, seguí levantando la vista, detallando aquella criatura que estaba en la puerta, no se como no había muerto de aquel ataque de miedo, porque era eso lo que estaba sufriendo, un ataque de pánico y peor aún Viendo aquel monstruo enfrente de mi cuarto, observandome  fijamente.

Seguí viendo aquella cosa que no se movía, vi sus pezuñas, sus manos gruesas, con uñas puntiagudas y negras, su piel estaba cubierta de vello, como si fuese un animal, seguí viendo más arriba y lo que ví fue lo más horrible.

(...)

Desperté por segunda vez consecutiva en la noche, ya había soñado con lo mismo dos veces en la misma noche y mi reacción seguía siendo lo mismo, despertaba temblando de miedo, sentía que todavía estaba detrás de la puerta, y con mi cuerpo cubierto de sudor frío, con el pulso acelerado, detestaba esto, no poder controlar mi mente para hacer que esta dejara de hacerme ese tipo de bromas que en definitiva no eran de mi agrado, en lo absoluto.

Me giré al lado izquierdo de mi cama para encender la lámpara que tenía en la mesita de noche de color caoba, decorada con muchos detalles en su contorno, con figuras como las de una enredadera rodeandola y en esta pequeñas cataleyas, una flor colombiana, era una mesita verdaderamente hermosa, la luz se dejó ver, corriendo a la oscuridad que envolvía el cuarto, dándome un poco más de seguridad, pero todavía tenía demasiado miedo, la imagen de aquella Criatura había quedado grabada en mi mente, reproduciéndola una y otra vez, sintiendo aun despues de despierto que me seguía viendo.

Luego me giré hacia el otro lado para tener la vista hacia el pueblo, la negrura de la noche era vencida por la luz que desprendían algunos faroles, estaba seguro que el sueño ya no volvería hacer acto de presencia así que decidí terminar aquel trabajo de filosofía que había dejado a medias justamente porque moría de sueño.

(...)

Fénix

...Se dice que en el Edén originario, debajo del árbol del bien y del mal, floreció un arbusto de rosas. Allí, junto a la primer rosa, nació un pájaro, de bello plumaje y un canto incomparable y cuyos principios lo convirtieron en el único ser que no quiso probar las frutas del árbol.

Cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, cayó una chispa de la espada de fuego de un querubín y el pájaro ardió en llamas.

Pero, de las propias llamas, surgió una nueva ave, el fénix, con un plumaje inigualable, alas de color escarlata y cuerpo dorado. Algunas fábulas lo sitúan posteriormente en Arabia donde habitaba cerca de un poso con aguas frescas y se bañaba todos los días entonando una melodía tan bella, que hacía que el dios sol detuviera su carro para escucharle.

La inmortalidad, fue su premio a su fidelidad al precepto divino, junto a otras cualidades como el conocimiento, la capacidad curativa de sus lágrimas o su increíble fuerza. A lo largo de sus múltiples vidas, su misión es transmitir el saber que atesora desde el  origen al pie del árbol del bien y del mal, y ser ir de inspiración en sus trabajos a los buscadores de conocimiento, tanto artistas como científicos.

Su cronología vital, varía con la adaptación del mito. Así, cada 100, 500, 540 (y en algunas leyendas incluso 1461 ó 12994 años) construye una pira funeraria en su propio nido, la rellena de inciensos y plantas aromáticas, y al tiempo que entona la más bella de todas sus canciones, se prende a si mismo hasta extinguirse.

Había terminado ya todo aquel trabajo, esto era lo que me faltaba por agregar y a cada palabra que escribía hizo que perdiera tanto la noción del tiempo investigando como el miedo con el que había despertado, miré la hora en el celular, viendo así que eran las 5:57 am, faltaba mucho para llegar la hora de ir a clases y el tiempo ahora me parecía que estaba yendo más lento de lo habitual.

Así que para no aburrirme decidí que era hora de entrar al baño, para luego vestirme, desayunar e irme a la escuela a paso lento, más lento que lo normal.

Nota


Hola a todos, antes que nada quiero aclarar porqué la tardanza, bueno, como les había avisado, tuve ciertas dificultades con el lugar donde se lleva a cabo esta historia, pues bien, ya aclaré toda mi mente y ahora tengo muy en claro donde se realizará esto pero, lo mencionaré más adelante.


PD:  quiero saber qué opinan de esta historia porque en lo personal, siento que soy un asco narrando y quisiera saber si ustedes opinan lo mismo XD.

Mi ángel guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora