Ni de broma [BxB] {+18} (Omegaverse)

Cap 6: "Pequeño sensible."

Bon tan solo era un pequeño niño de diez años, aun si el internet entregaba páginas educativas, había un lado bastante bizarro que dejó al pequeño curioseando sobre cosas que no entendía. Él pensaba que el hecho de que sus padres cayeran en la red venenosa de la adicción era lo más raro que podía pasarle, pero últimamente sacar de su cabeza el aroma a frutas de su tío sin duda era aun más raro que eso y era molesto también.

Tenía una exigente sensación de que el pelivioleta necesitaba ayuda de alguien, y él, por supuesto, talvez podría ser ese alguien que ayude a Bonnie a no andar con esa cara de cachorro que parecía tierno pero arisco a la vez.

Pero nunca pudo hacer nada, entendió con lo poco de buena razón que tenía, que a su tío le agradaba más pasar todos esos días raros en donde estaba sensible y lloraba por las noches tapado completamente, o a veces, muy pocas veces, se iba con... su amigo el moreno de ojos azules cuyo aroma era difícil de detectar de lejos. Regresaba muy tarde a la casa para hacerle de cenar, contento y hasta le preparaba a veces en la tarde postres dulces, muy dulces. Le dejaba una caricia en la cabeza y se iba a trabajar luego de ir por el a la escuela.

Pero ya no pasaba eso, menos mal. Porque Bon estaba empezando a odiar de sobremanera la forma muy superior en que lo mirada ese señor. Bonnie lo miraba. Creía que lo estaba retando, acaparando la atención del mayor.

Era ya primero de Febrero del siguiente año, aunque el tiempo pasaba volando, parecía que los días de a poco en poco iban siendo más incómodos. Bon creía que jamás iba a poder comprender esa indiferencia tan rara por parte del mayor. Él ya no se esforzaba demasiado por mantener esa máscara del buen tío, aunque si que se notaba el empeño por soportar sus tontas ocurrencias o por soportarlo cuando Bon no evitaba ir hasta la habitación del mayor para dormir con él.

— Oye Bonnie, ¿por qué hueles así como a moritas o también como a vainilla así super suavecito? —al llegar de la escuela, Bon dejó su mochila a un lado y se quitó la corbata roja. Iba a ir hasta su cuarto, pero antes de eso, quiso hablar con el mayor.

— Bon, cállate y haz tu tarea. —Bonnie rodaba los ojos, aunque sonreía un poco por ello, no, no podía con esto, la curiosidad de su sobrino no le dejaba tiempo para pensar.

— Pero... —le tomó de la mano, para hacer que le mire, pero eso solo consiguió que el más alto lo mire de mala manera.

— Pero nada, largo y no me toques otra vez.

— Mm está bien, lo lamento.

Y así era siempre que trataba de acercársele un poquito para preguntarle cosas. Con el tiempo se fue aburriendo y cuando quería hablar con su mamá o su papá por teléfono estos ya no le contestaban, y eso sólo alimentaba su decepción. Fue así en que se refugió en los estudios y en las tareas de la escuela, estaba harto de sentirse tonto e inútil, sobre todo con temas que no comprendía. Así que suponía que si su tío lo apartaba de más era porque aun seguía con esa idea tonta de que él era un niño chiquito y estúpido. Le iba a probar que no era así.

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— ¡Wow Bon, eres la calificación más alta del salón! —le felicitaba su amiga rubia con una abrazo— ¡que bueno! ¿No es así?

— Si, si, que me pone contenta que al menos uno de nosotros tenga buenas notas. —decia la amiga peliplateado, rodando los ojos con una sonrisa— así hasta nos podrías ayudar con algunas tareas.

— Si, no tengo problema en eso... uhm. —Bon mordía la parte inferior del lápiz, aburrido de igual forma.

Ya iban dos meses más, cerca de su cumpleaños, aun sacando la mejor nota en exámenes bimestrales, su tío lo trataba igual.