Caída y Ascenso del supremo | Overlord |

Cap 2.- Un nuevo mundo, un nuevo cuerpo

Alter se levantó aturdido, sin saber qué es lo que estaba pasando y aun confundido por como sonaba su voz. Ya de pie, dirigió su vista a su entorno y vio que estaba rodeado de un bosque con árboles de gran altura, había poca maleza y la luz se colaba entre las copas de los árboles; también pudo notar que sus sentidos estaban más agudizados, podía percibir el movimiento de los animales e insectos a una gran distancia, los olores delataban la naturaleza del bosque aún más que su apariencia y a Alter lo que más le preocupo es que tomaba todas estas sensaciones con mucha tranquilidad, Alter durante su vida ha sabido mantener la calma en situaciones extrañas o de peligro, pero esto era exagerado. Una vez acostumbrado a su entorno, vio su cuerpo y era pequeño, delgado, su piel era morena pero el color era más uniforme que de su cuerpo real y traía puesta una vestimenta parecida a la de su avatar del juego, pero ajustada a su tamaño.

Alter decidió empezar a caminar y después de un rato alcanzo a escuchar el correr de un río. Ya en el río pudo apreciarse mejor a sí mismo, y al ver su rostro, noto que no solo se veía más joven, sus rasgos eran más finos y delicados, muy bien podía ser confundido con una mujer, no, lucia completamente como una chica, pero al menos seguía conservando su "masculinidad", aun así le parecía curioso que el color de su pelo y de sus ojos seguían siendo iguales a los de su avatar: castaño con mechones rubios y ojos dorados con detalles azules.

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Ya había pasado un mes desde que Alter llego a aquel bosque. Ya había confirmado que no se encontraba en ningún mundo del juego, ni tampoco en su mundo, ya que la geografía y la flora y fauna del lugar la desconocía por completo, además de encontrarse indirectamente con orcos y goblins del bosque. También descubrió que ahora no solo era humano o heteromorfo, era un metamorfo; podía cambiar su forma humana a la de un faoladh a voluntad, cosa que no podía hacer en Yggdrasil, pero recordó que en la leyenda original del faoladh, este podía adquirir forma humana también, por lo que no se le hizo extraño que pudiese también hacerlo. También descubrió que podía usar sus ítems, habilidades y hechizos, y en este último pudo percibir su propio poder mágico, el cual le tomo poco tiempo estudiarlo y lograr dominarlo sin ningún hechizo. Logro manipularlo dentro de sí mismo sin tener que manifestarlo, haciendo que disminuye su densidad o haciéndola imperceptible, al hacer el esto, se percató que su poder mágico fue perceptible desde que llego al bosque, ya que los animales cambiaron su manera de moverse siendo más activos, además que comprendio mejor la naturaleza de los hechizos y el cómo usarlos, permitiéndole mejorar sus capacidades y rango de cada uno, todo esto ayudado de sus habilidades propias y raciales, que también al estudiarlas descubrió como cambiar sus características tanto de su cuerpo de humano como de faoladh.

Alter comenzaba a cuestionarse el por qué había llegado a ese lugar, el por qué poseía el cuerpo del juego, y si tendría algo que ver que se desconectó justamente cuando el juego ya iba a cerrar. Al pensar en eso, pensó en el jugador Momonga, ya que era probable que también se allá quedado hasta el último momento, por lo que cabía la posibilidad de que el también haya llegado a este mundo, por lo que de inmediato pensó en buscarlo, y así se decidió por fin en salir del bosque y buscar un indicio de civilización humana o la presencia de su amigo.

El solo se adentró al bosque hasta llegar a una montaña, por lo que decidió viajar al sur ya que tenía un presentimiento, no lo decidió al azar o por algún indicio de que debía moverse en esa dirección, simplemente sentía que debía ir asía el sur. Durante el camino se topó con más grupos de goblins y orcos, estos los encontraba por su olor antes de que ellos notasen su presencia, ya que el olfato era el sentido más desarrollado que tenía, cualquier animal o planta era percibido por Alter antes de que tan siquiera entrase en su rango de visión.
Ya habían pasado 2 días desde que Alter empezó su viaje y aun no se encontraba con ningún pueblo o ciudad, por lo que empezó a plantearse el hablar con el próximo grupo de goblins que encontrase, estos mostraban inteligencia ya que logró ver a los goblins dándoles órdenes a los orcos, por lo que supuso que vivían con un sistema de jerarquías; pero al cuarto día Alter percibió un aroma distinto, este no era ningún animal o goblin, habían muchas fuentes de estas y todas estaban agrupadas en una dirección, así que Alter decidió acercarse procurando no ser percibido, y ya un poco más cerca pudo ver a la lejanía algo que le lleno el corazón de alegría: una ciudad, una ciudad habitada por humanos.

Ahora el problema era como entrar, problema que no duro ya que uso un hechizo de invisibilidad de 9° nivel con el cual paso inadvertido por la puerta. Ya adentro noto que todos hablaban japonés, lo cual le extraño por la apariencia medieval europea, lo único que era totalmente propio del pueblo era la escritura que Alter no pudo leer. Ya llegado el atardecer, Alter noto que de esa forma no podría conseguir información, tenía que preguntarle a alguien y con el hechizo activado no podría, así que se ocultó en un callejón y antes de desactivar el hechizo, se cambio la ropa a la ropa inicial de su avatar que curiosamente se parecía a la de los habitantes de la ciudad, y ayudándose de lo que descubrió en el bosque, modifico su apariencia humana para que fuese ligeramente más alta, el cabello lo cambio para que fuese completamente rubio y sus ojos los cambio para que fuesen azules, además aclaro ligeramente su piel para que pareciera que el sol la puso así, todo esto lo hizo para parecer más humano y para que después no lo reconozcan pues pensaba usar un alias. Ya después de haberse preparado, desactivo el hechizo y salió del callejón para ir al gremio de aventureros que identifico con anticipación y donde creía que podría conseguir información, pero justo cuando iba a entrar se escuchó un estruendo y el grito de un hombre.

-¡La puerta norte está siendo atacada!, ¡Es el reino elfico!

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Ya había caído la noche en aquella ciudad, y Alter aún no se creía la situación en la que estaba. El ejército de la ciudad hacia un esfuerzo por evitar la invasión por parte del ejército elfo, y la gente del pueblo al no poder huir por el riesgo de ser atacados por el ejército tenían que refugiarse fuera del conflicto, pero los elfos ya comenzaban a entrar a la ciudad y los soldados no se daban abasto para detenerlos a todos, por lo que empezaban a haber pérdidas civiles. Alter no pudo descubrir a que se debía el conflicto, pero una vez que empezó a ver las muertes en manos del ejercicio de los elfos no se pudo quedar de brazos cruzados y empezó a defender a los que no podían huir.

Pelear le fue sencillo, ya que había revisado sus habilidades de cazador y de guerrero salvaje con anticipación. El no participaba directamente en el conflicto, simplemente defendía a quien lo necesitase. Ya era media noche y la situación solo empeoraba, Alter en vez de pelear, ayudaba a las personas a huir y refugiarse hasta que llego un momento en que un área de la cuidad quedo ocupada por completo por el ejército elfico; esto preocupo a Alter así que decidió avanzar para ver si aún quedaba gente del ejército de la ciudad. Justo cuando iba pasando por una plaza, alcanzó a ver a una joven vestida de sirvienta siendo acorralada por algunos elfos. Alter de inmediato tomo una espada tirada de los soldados caídos y se arrojó a uno de los elfos partiéndolo a la mitad y antes de que se arrojarse a los demás, vio algo que le heló la sangre y a la vez le acelera el corazón: Sebas Tian, mayordomo de Nazarik, creación del jugador Touch-me y parte de la última línea de defensa de Nazarik estaba en frente suyo con los elfos restantes en el suelo, protegiendo a la chica, mirándolo a los ojos totalmente abiertos remarcando la impresión en su rostro.

-Alter-sama, ¿es usted? ¿En serio es usted?

-¿S-sebas? ¿Eres Seb...? ¡Oh my Gooooood!

Grito Alter totalmente confundido por la situación, no sabía cómo reaccionar, pero de inmediato se tranquilizó al ver a Sebas y a la chica arrodillados.

-No sabe cuánto gusto me da verlo Alter-sama.

Pronunció Sebas con total alegría en su voz y en su rostro, solo que Alter no pudo verlo ya que tenía la cabeza agachada.

-...Hm, también a mi viejo amigo.