La pelota color amarillo mostaza cae desde lo más alto de esa canasta de básquetbol.
Esta no es encestada, sin embargo se nota el esfuerzo por llegar a lo alto de la canasta pues una exclamación de victoria suena en esa cancha solitaria.
El sol ya estaba dando sus últimos rayos de luz y las lamparas largas y grandes empezaban a prenderse en un amarillo nostálgico.
El cielo estaba degradado entre el rojo fuerte hasta un azul oscuro, la escasez de personas en ese parque era palpable, pues era entre semana y seguramente las familias ya estaban preparándose para una deliciosa cena mientras los niños terminaban sus deberes de la escuela.
Y aún así, esa pequeña alma, con cabello negro y lacio no tenía inseguridad o miedo, donde vivía era un suburbio, la seguridad era muy obvia y las cámaras estaban por todas partes.
Él era afortunado, pues vivía muy cerca de ese parque y le encantaba salir con permiso de su madre amorosa para saciar su tiempo muerto. El era dedicado a su escuela, siempre limpio en su semblante y dulce con las personas. El hijo que cualquier padre quisiera tener.
Educado, amable, buen niño...
JiMin era oro andante.
Como en esos momentos, su playera aguada de rayas horizontales negras con blancas limpias, su pantalón de mezclilla claro también estaba pulcro, sus converse rojos solo tenían rayones y desgastó inevitable por tenerlos puestos todo el tiempo, eran sus pares favoritos.
Su rostro estaba ligeramente sudado pues hace mucho que se estaba esforzando en encestar esa pelota de hule en la canasta especial para un deporte específico, pero vamos, es un niño de 12 años, él no se pondrá a pensar que si eso estaba correcto o que daba mal uso de el establecimiento del parque.
Pero nada le quitaba la alegría de esos momentos, estaba apunto de cumplir su meta de un día, encestar esa pelota.
Una vez más lo intentó, tomo el hule en forma de esfera, cálculo con su poco conocimiento la distancia entre el y la canasta, la fuerza fue puesta en sus brazos y lanzó la pelota a dirección hacia arriba, vio como esta hacia un péndulo invertido pero fue rebotada en una de las varillas de los límites de la canasta.
La pelota por su física, fue rebotada más ella cuenta y fue a dar mucho más lejos de la cancha, JiMin, inconscientemente fue tras de ella, con solo llegar a su objetivo.
Lo que no tomó en cuenta, fue que la pelota viajó en un lugar donde la luz escaseaba, fue a dar detrás de un árbol que tapaba la lámpara y lo hacía ver oscuro, eso no le importó en esos momentos.
Pero le empezó a llamar la atención ese detalle, pues miro como su pelota salía, pero esta estaba sostenida por otro chico.
Era uno un poco las alto que el, este tenía un short largo puesto color café y una sudadera gris le tapaba todo el tronco, en su mano derecha sostenía la pelota color mostaza y la otra estaba escondida en su bolsillo de la misma sudadera, junto a ella, unos audífonos color negros salían para conectarse a uno de sus oídos y el otro, estaba suspendido en el aire. Su semblante era serio pero Pacífico, guardaba guardia desde hace tiempo pero sin verse como una amenaza.
Era muy pálido, su pelo también era negro y lacio, más largo que el suyo, pero también más delgado, sus ojos pequeños pero bonitos, nariz de botón y labios delgados.
- ¿No es muy tarde para estar fuera...?- preguntó el desconocido aventando la pelota al menor, este lo tomó en sus manos pero la verdad su juego de encestar la pelota había quedado en segundo plano, de repente sintió mucha curiosidad por el que tenía enfrente y se concentró más en el chico que jamás había visto el el vecindario.
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𝐄𝐯𝐞𝐫𝐲𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐈 𝐖𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝-ᴍ.ʏɢ~ᴘ.ᴊᴍ-
Fiksi PenggemarEn ese frío puente mis pies se congelaban. La sensación de que todo estaba perdido no se iba de mi pecho, lloré demasiado... mucho más de lo que debería. ¿De verdad valía la pena vivir aún no este peso en mi corazón? Y cuando por fin decidí saltar...