El Bosque de las Sombras

6- Argus Hullock

Falsa alarma, no fue mi despertador. Fue el timbre de la escuela anunciando el inicio del segundo período.

Me suelto de su agarre bruscamente y salgo del auto a toda máquina. No me podía permitir llegar tarde a otra clase.

Gabe intenta seguirme el paso, esquivando a varias personas en el camino.

-¡Oye!-dice sin aliento-¡Espera...!

Freno, dándole tiempo para alcanzarme, cuando lo hace camino a su lado apresuradamente.

-Habla.-digo mirando hacia la entrada de la escuela.
-Sé que no es el momento adecuado para hablar de esto pero- oh no- ¿crees que podríamos terminar lo que empezamos?

Siento mil colores subir por mis mejillas, y el calor que sentía se duplica. Apresuró más el paso dejándolo un poco atrás.

-No quise asustarte.-dice alcanzándome una vez más.

Pasamos las puertas de la entrada y nos encontramos en el pasillo, caminando hacia nuestra siguiente clase: "química"

Que irónico.

-No lo haces, lo decidimos los dos.-digo y le toco el hombro, acto del cual me arrepiento al ver que se estremece bajo mi tacto.- está bien. ¿Hoy en tu casa?- le digo medio sonrojándome, evitando su mirada.

-Hecho, espera lo mejor-dice alejándose y alcanzando entrar antes del profesor, yo solo lo sigo y entro antes de que el Señor Clayton, el profesor de química, nos vea.

El resto del día transcurre lento y aburrido, solo puedo pensar en que luego de la escuela perderé mi virginidad. ¿Acaso estaba planeándolo demasiado? Siempre había visto que todo fluye naturalmente, sin planearlo.

Diferente no es malo, me repetía.

Me encontraba en clase de artes, mirando por la ventana que se encontraba a mi lado. Todo el salón de encontraba charlando en diversos grupitos mientras la profesora revisaba su celular.

Yo estaba en el grupo más grande de alumnos, sin embargo no participaba de la conversación, absorta en mis pensamientos. Pasa un largo tiempo hasta que una voz rompe mi tranquilidad.

-¡Nerea! ¡Tierra llamando a Nerea!- le susurra Kimmy, una chica simpática de pelo rubio que se encontraba en mi grupo, charlando.

Avergonzada, le digo-oh... lo-lo siento ¿que decías?-toda la clase estaba mirándome.

Kimmy señala a la secretaria, que está parada junto a la puerta, expectante.-Nerea Scott-me llama esta- el Director Browser te convoca a su oficina.

El tiempo se detiene para mi. ¿Que he hecho ahora? Llegan a mi cabeza las posibles razones por las que me llamaría el director: me salté clase de Ciencias la semana pasada, aunque fue junto a Gabe, y a él no le llamaron con el director; Hoy llegue solo al segundo periodo, aunque también fue junto a Gabe. Sin pista de por qué me estén llamando con el director, me levanto de mi silla en completo silencio por parte de mi clase.

No suelen llamar a nadie a la oficina del director, por lo que todos están curiosos por averiguar mi motivo.

Me dirijo hacia la salida del aula bajo la atenta mirada de mis compañeros, le doy una última mirada a Gabe antes de salir de allí. En sus ojos veo preocupación.

Una vez fuera, solo me dedico a fijar mi vista en mis zapatos.

Paso por el solitario pasillo, luego por el comedor, en el que están preparando el almuerzo. Un viento cálido me recorre al pasar por la cancha de atletismo. Siento el placer del aire frío nuevamente al entrar a la oficina del Director Browser. Cierro la puerta detrás de mi y me doy la vuelta para encarar al director.