El Bosque de las Sombras

7- El Trato

Nerea

Argus.

¿Qué clase de nombre es ese?

Lo entiendo si fuera Marcus, o Arnold, pero, Argus es una pequeña fusión de esos dos nombres. ¿No le podían poner un nombre normal?

Es un vampiro, no es normal, tonta.

Aún no descarto la posibilidad de que esas personas cayendo del cielo fuera mi imaginación, aunque hace un momento se lo dije a Argus y él me calló, como si lo que le mencioné fuera algo cierto.

Ahora si me volví loca.

O tal vez el mundo esta loco. ¿Desde cuando existen los vampiros? ¿Siempre han estado ahí? ¿Crepúsculo es real?

Dios, soy una tonta.

Claro que siempre han estado allí.

Bueno bueno, lo de Crepúsculo también es un poco tonto, aunque nada es imposible.

Seguimos caminando hasta entrar en el frío bosque, que contrasta con el cálido clima fuera de él, aunque no estoy consciente de ello. Al darme cuenta intento huir de allí.

-Yo ehh... tengo que... ir a casa, tengo que ayudar a mi mamá.-digo para, al terminar encontrarme con sus ojos, observándome curiosos. Bajo la mirada, por primera vez no puedo verlo a lo ojos. Supongo que no puedo mentir y hacerlo al mismo tiempo.

-Mientes... -mierda-pero te perdono, yo también lo hice.-dice con su rostro frío. Espero que diga que no es un vampiro.

Tonta, estás rezando para que si lo sea.

Bueno bueno, tal vez en realidad si quiero que existan los vampiros. Sólo tal vez.

Es que, ¿quien me culpa? Luego de tener una vida aburrida, en la que he buscado algo interesante por años, debería alegrarme al saber que existe una presencia anormal.

-¿En qué mentiste?- digo temiendo por mi vida.
-No te borraré la memoria- doy un suspiro de alivio muy sonoro, me agarro del pecho y tomo una bocanada de aire.-...si haces lo que te pido.-Olvídenlo.

-¿Y qué es lo que...? Oh.-recordé sus palabras-¿Enserio esperas que te "haga actuar normal"?

-Yo... solo quiero ser creíble, y tú pareces ser una persona muy estándar así que...
-¡Oye!
-¿Qué dije?

Tomo un largo suspiro, mejor empezamos la lección.

-Punto 1: debes cuidar tus palabras al dirigirte a otras personas.-le enseñé mi dedo índice.-debes expresar la idea que quieras, pero con una especie de...filtro.

-¿Qué? ¿Entonces aceptas?-dice con emoción. ¿Quien diría que un vampiro tiene emociones de verdad?

-Si, pero lo haremos dos veces por semana, Miércoles y sábados y-

-Pero yo...-me interrumpe.

-Es eso o nada, tengo una vida ocupada-me dio una mirada de incredulidad-aburrida, pero ocupada-admito al fin.-No me buscaras del colegio, no me llevarás a tu casa y no me cargarás sin consentimiento.-Tomo una bocanada de aire-Lo que nos lleva al punto 2.-digo con entusiasmo.

-¿Cuál es el punto dos?-pregunta mientras toma asiento en el oscuro pasto, cubierto por tierra. Se torna incómoda nuestra posición, entonces no tengo más remedio que sentarme.