La pieza perfecta

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Con la mirada perdida, no encontraba en qué ocupar mi mente y ahí llegaste con un hola...      sin duda alguna me di cuenta de que encajas perfectamente en mi vida, tu risa, tu mirar, tus manías, hasta tu forma de sentarte cae perfectamente y con tus hechos me das a entender que no encajo en la tuya.
Ahora sigo con la misma mirada perdida pero con el corazón más triste que antes.

El sabor de mis lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora