Ganas de un milagro

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De nada vale hacerte El Fuerte y pronunciar con tu boca que al baúl del olvido la echaste si al contar tu historia a su lado se te humedecen los ojos y en tus cuerdas vocales se hace un tremendo nudo que ni la Marina ha podido desifrar.
De nada vale ignorarla si su nombre es el más relajante analgésico que trae La Paz a tu vida.
¿Donde está aquel que dijo que lo imposible se hace posible?
Necesito de ese autor ahora más que nunca, ahora que por fin siento alguien con gran pureza preocuparse por mi, alguien que haría todo lo que fuera por formar parte de esta arruinada vida... pero de nada vale aceptarlo si el milagro aún no sucede, mientras tanto sus fotos me apuñalan, su voz me envenena y tenerla cerca fulmina al instante mis murallas que tenían como slogan YA LA OLVIDÉ.

El sabor de mis lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora