El pingüino que se enamoró de una linda paloma.
Él muy tonto la cortejó con sus encantos y ella siempre estuvo ahí recibiendo su cariño y al momento de levantar el vuelo el pingüino recordó que volar no estaba en su naturaleza, que lo de él nunca fueron las alturas y que todo lo que soñó junto a su palomita solo fue una cortina de humo.
Ahora viendo su palomita en los aires llena sus patas de lágrimas pues no fue suficiente el amor para estar juntos.
ESTÁS LEYENDO
El sabor de mis lágrimas
RomanceEste es un riconsito donde desahogo mi corazón con cada letra que provoca la falta de afecto, donde consigo plasmar mis vivencias y anhelos junto a alguien que ni sabe si existo.