✧ 𝗘𝗡𝗗𝗘𝗛𝗔𝗪𝗞𝗦 𝗪𝗘𝗘𝗞 ; 2020.

🍁no es perfecto, nadie lo es, ¿por qué lo juzgas?

➨AU donde Enji es el líder de un grupo de la mafia y Keigo es solo un chico con la cabeza demasiado metida en los textos románticos. Se mencionan temas como drogas, asesinatos y problemas con la dependencia emocional.

➨CANCIÓN USADA 03: xanny - Billie Eilish.

Día 03 | Locura.

Keigo se ha visto morir. En su habitación. En la calle. En su salón de clases. Cuando hace cosas tan simples como bañarse o tan complejas como estar en medio de un examen. Cada día siente que algo dentro suyo cae, cual piezas de una vieja muñeca de porcelana.

Es el resultado de vivir en la parte más baja de Japón.

Los amigos de Keigo son raros y no ayudan mucho, siempre hablan de la muerte o los disturbios. De los Yakuza y la prostitución. De lo cara que está la droga. Traen esa expresión tan fea en el rostro todo el tiempo, como si los rayos del sol no llegaran a sus casas.

Solo cuando hablan de que Enji es una mala influencia para él es que Keigo les pone alto y les dice que mejor cierren la boca. Porque Enji no es una mala persona.

-Es el líder de los Yakuza- murmura Mirko entre dientes, inhalando con fuerza de su cigarrillo -. Tiene todo nuestro mundo en la palma de la mano, se pudre en dinero, puede acabar con nosotros si quiere... ¿En serio piensas que es buena persona?

-Cierra de una maldita vez la boca, Mirko. ¿No tienes otro tema del qué hablar?

La chica frunce los labios y le pasa el cigarrillo a alguien más. El panorama siempre es el mismo en sus reuniones.

-Deberías agradecer el que alguien todavía se preocupe por ti.

-¿Ah, sí?

-Keigo, basta, abre los ojos, él...- Mirko parece querer agregar algo más, pero un auto negro se detiene frente al callejón donde están y Keigo comienza a alistar sus cosas -Keigo.

-Estoy bien. Él no me hace nada, es... es buena persona... Me ayuda... Lo amo, ¿entiendes?

Keigo se coloca la mochila al hombro y se va sin mirar atrás. No ve la expresión triste de Mirko, y tampoco le importa.

El conductor es un hombre frío, solo asiente ante cualquier orden, si tiene que llevar algo importante lo hace, si debe llevar algún cadáver o presunto traidor, lo hace. No habla en ningún momento, no hay emoción en su rostro.

A veces Keigo le tiene miedo. Pero hasta ahora no ha tenido ningún inconveniente, así que suele tratar de calmarse y observa el paisaje por la ventanilla: tan desolado como siempre.

Llegan a la mansión Todoroki y el chofer se va una vez Keigo saca todas sus cosas. Takami lo ignora e ingresa al lugar.

Mirko tiene razón en algo, admite con pesar, y es el hecho de que Enji tiene dinero. Demasiado. Lo primero que sus ojos ven son los animales del jardín ocultos en los establos, las fuentes y los árboles que esconden la entrada principal de la casa.

Cuando Takami pasa junto a una estatua, su rostro se enrojece. Esa estatua fue construida solo para él, su parte del jardín. Enji a veces es muy romántico.

Keigo no hace mucho ni bien llega a su alcoba, la comida va a ser servida pronto, así que él se quedó estudiando mientras esperaba. Se aburrió casi al instante.

Enji ingresa dos horas después. Takami ya terminó su cena, y sonríe al verlo.

-¿Cómo te va?- pregunta, con un tono demasiado feliz, su sonrisa se ensancha cuando Enji se sienta a su lado -¿Lograron avanzar en algo?

-No hay nada nuevo- contesta Enji, el corazón de Keigo se encoge al escuchar su tono tan cansado -, pero me mantengo firme en las sospechas sobre el novio de Shotō.

Las manos de Keigo se encargan rápidamente de masajear la espalda del mayor mientras este habla. Keigo, en el interior, siente que todo lo que dice con respecto al supuesto traidor en la mafia es una tontería, mas no lo dice.

-Por cierto- murmura Enji después de un rato -, ¿cómo está tu pómulo?

Takami se toca la mejilla derecha al escuchar la pregunta, esa zona dejó de doler desde ayer, la gasa y la crema que la cubren ayudaron bastante.

-Le dije a Mirko que peleé con mi padre.

-Perdóname por haberte golpeado, Keigo.

-No, no- responde con cariño y se aferra al cuello del hombre, besándole la mejilla -, fue mi culpa.

Enji asiente, algo en su mirada le dice a Keigo que sigue culpándose.

-Enji- murmura con molestia -. Estabas en una reunión, me encerré en el salón principal y cuando llegaste tenía a un tipo encima y con parte de la mercancía...

» Me salvaste la vida. Me das refugio, evitas que consuma alguna droga, me alejas de mi padre, construiste una estatua y me diste mi parte del jardín... Me dejaste conocer a tu anterior familia, Enji... Eres como un héroe en la vida real...

Tal vez Mirko tiene razón, tal vez Keigo tiene la cabeza en las nubes y no ve la realidad porque no quiere; y por eso ignora el aroma a alcohol que opaca la colonia de Enji o sus dedos bañados en sangre que dibujan círculos sobre sus nudillos.

Tal vez es por eso que Mirko está tan preocupada. Enji puede ser algo volátil. Pero, pero Keigo sabe que él nunca le haría daño, solo lo salva.

Enji es un héroe. Su héroe. No tiene porque ser alguien perfecto.