Capítulo XXVI

686 40 19
                                    

Seguía sentado en el pasillo del hospital teniendo la poca esperanza de que Rafael viva, el estar solo en estos momentos me hizo pensar con mejor claridad el suceso ocurrido. Fue disparado en el pecho, con un lado muy mínimo entre el centro y la derecha, en donde justamente estaban los órganos más resaltantes para vivir y, sobre todo, las venas y las arterias necesarias para el funcionamiento al corazón, especialmente cuando se trata de la sangre. Este disparo pudo joder cada detalle y que viva son posibilidades tan pequeñas, que por un momento solo me quedó rezar y tener la esperanza de que todo estuviera mejor.

No llegaban ninguno de mis amigos, por lo que estar aquí, en un sector donde nadie conoces me hace sentir más débil de lo que me profesaba anteriormente. No muchos ven eso, pero cada día veo menos posibilidades para seguir con mi vida y claramente hay personas que la están pasando o tienen problemas mayores a los míos, e igualmente, eso no justifica que me duelan los que tengo.

Veo a los dos chicos que me ayudaron con Rafael y no recordaba que venían cuando me habían avisado anteriormente, por lo que se acercan hasta donde yo estoy y acerco más mis rodillas a mi pecho como si me estuviera protegiendo.

Hay un punto en que simplemente no confías en nadie y cambias como persona para no caer en la misma mierda.

Ellos me miran de manera interrogante y no les respondo o hablo con ellos, solamente desvío mi mirada con pena, no estoy para dialogar con alguien y más que me siento bastante culpable por lo que le está pasando a Rafael. No es que fuera el de la idea, pero debía saber que era muy tarde para salir de un hotel y más que estamos pasando por varios peligros.

El chico de cabello negro con ojos azules, que me ayudó con la herida en la playa se sentó a mi lado y cuando iba a tocarme le iba a dar un golpe, pero él me agarró la mano para que no la pudiera mover.

-No te digo que confíes en mí, pero tampoco te iba a dejar solo y menos en tus condiciones.-Argumentó tocando mis rodillas para que flexionara las mismas.-Solamente quiero acompañarte hasta ver qué pasará con tu amigo, no te haré nada malo.

Solamente asiento y coloco mi cabeza pegada a la pared mientras tenía ganas de dormir, me aguanté un poco más pues lo haría cuando mis amigos llegaran o tuviera noticias del doctor, por lo que me analizo lleno de sangre y pensando que la solución seguía lejos de nuestras manos. El otro chico que llamó a la ambulancia se sentó al frente de mí y movía su mano en mi cara para salir de mi trance.

-Soy Gustavo Soto, sé que no es importante para ti ahora y lo entiendo, pero prefiero decírtelo por si acaso.-Pronuncia palmeando mi hombro varias veces.-Este tonto de aquí se llama Alejandro.

Antes de que Alejandro se quejara me presenté y les dije que ahorita verían más amigos míos, sin decir nada más, no soy de llorar frente a alguien y más que no los conozco desde mucho a diferencia los otros, especialmente Libardo y aunque siempre haga eso hoy sería una excepción, no creo poder aguantar más el esconder mis emociones cuando cada día que paso empeora la mierda que estuve viviendo.

Alejandro al ver que estaba comenzando a llorar se acerca más a mí y coloca un brazo debajo de mis rodillas y la otra por la parte posterior de mi espalda, mientras que la mano de ese mismo brazo va debajo de mi axila, cargándome para sentarme encima de él ya que estaba en posición de indio. Puse mi cara en el hueco de su cuello y empecé a llorar, él acariciaba mi espalda y solamente me decía que todo estaría bien. Algo que dudaba y de alguna u otra manera, no sabía que concluir con todo lo que pasó pues ya cada uno de mis amigos han pasado por algo, menos Libardo y Carlos.

Al menos ellos están a salvo, no quisiera que les llegue a pasar algo a personas que son muy destacables en mi vida.

Sé que no conozco a este chico y el estar así con él es algo que no debería, sin embargo, necesito apoyo y el estar solo y lleno de sangre de alguien que te importa no es algo que aguante por tanto tiempo. No debería sentirme así, no obstante, al menos él estar con esta persona siento protección y el apenas conocerlo me hace tener miedo por la conclusión que estoy teniendo.

Cruel Sonrisa - LieanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora