Dentro de la habitación de Afrodita Joaquín trataba de guardar la compostura, tenía dolor de cabeza y había dejado a Emilio solo. Le martilleaba el corazón, Hades estaba en el Olimpo. Eso significa muchas cosas y ninguna era buena.
– Debes dárselo , hijo mío. Te daré todos cuantos pidas. – le suplicó la diosa,
– No, él es mío. Lo pedí. No sé lo dejaré. Búscale otro, me encargué de que Emi... Mayo fuera indetectable e inmune.
No dejaría que se lo llevarán, apenas le estaba cogiendo gusto a su juguetico nuevo, no se había divertido lo suficiente.
Emilio estaba en su mazmorra, seguía dándole vueltas a cómo llevar a cabo su plan. Su amo parecía querer algo carnal pero al mismo tiempo le castigaba. No lo entendía y menos se entendía a si mismo, pero sabía que aquel atractivo que sentía no era su culpa, Abril le había explicado que tanto Afrodita como Joaquín tenían la capacidad de atraer sexualmente a todos los que estaban a su alrededor, al igual que otros dioses como Atenea brindaban a sus allegados cierta capacidad de entendimiento y sabiduría. Cada dios tenía esa facultad
– Creo que estoy pérdida – dijo una muchacha entrando a la mazmorra sorprendiendo a Emilio. La chica llevaba sobre el cabello rizado una corona dorada.
Se acercó extrañamente al esclavo, lo estaba oliendo. Tenía los ojos verdes y en vez de iris redondo, tenía una rendija, como un gato. Emilio no sabía que hacer. La chica desprendía cierto calor y sensación de desasosiego. No se había sentido así desde el día que llegó al Olimpo
– Soy Hadiria – la chica olfateo el cuello de Emilio, lo probó con la lengua, el chico sintió como la lengua de la mujer tenía pequeñas rugosidades – y tú eres mayo, tú eres para mí. Mi regalo .
– Lo siento, yo pertenezco a Joaquín, hijo de Afrodita –
– No ahora ,cariño –
Emilio se escabulló de la pared y salió del lugar, necesitaba buscar a Joaquín. Ser esclavo era malo, pero por lo menos ya se había acostumbrado a su amo.
Se sentía sofocado por el olor sulfúrico de aquella morena. No sabía quién era ni tampoco quería saber. Se adentró en la habitación de su amo , tomó una de las almohadas de la cama y se abrazo a ella. Trato de calmar su corazón, estaba respirando el aroma de su amo. Aun sentía calor y desespero como cuando esa chica lo había tocado. Su cuello le picaba con desespero y ahora tenía frio, sabía que estaba llorando pero no entendia el motivo.
– ¿por qué huele a azufre aquí? – se preguntó para si mismo Joaquín antes de ver a si esclavo.
–¿Que ha pasado, Emilio?
Emilio no podía hablar, se sentía ahogado.
Joaquín lo notó. Habían restos de Hadiria en el cuerpo de Emilio, entendía perfectamente lo que le ocurría, había sido tocado por la hija de Hades, la estirpadora de almas.
– ¡ENERO! – Gritó, la esclava de su madre acudió a su llamado, Le ordenó preparar la bañera con escencia de laurel, unas gotas de aceite y semillas de amapola. Emilio estaba débil, distante, frío y solo lloraba, tenía las pupilas dilatadas.
Maldita seas Hadiria, has averiado lo que es mío. Pensó Joaquín mientras con ayuda de Enero metían a Emilio dentro de la bañera
Sabía que no podía dejarlo solo.
Despacho a la esclava y se dedicó a limpiar los restos de Hadiria del cuerpo del esclavo y lo sostuvo un momento.
Se quedó con el hasta que poco a poco volvió a tener sus facultades de vuelta.
– Trae tus cosas aqui, si vuelves a ver a esa chica, pasa de ella. Ya me encargaré de eso después. – le ordenó. Había algo en el tono de su amo que nunca había escuchado antes pero seguía mareado,así que no lo pensó mucho y como pudo llegó a la mazmorra, saco sus pocas pertenencias.
Devuelta a la habitación de su amo, lo encontró con una extraña pieza de oro en la mano. Los demás esclavos llevaban brazaletes o tobilleras de oro, era la marca de la esclavitud y antes se había preguntado porque él no tendría una. Bueno, al parecer había llegado el momento
– Es tuyo, debes usarlo. Es una orden, no te lo quitarás. Júralo – Joaquín le puso la pieza de oro en el cuello, en el centro tenía una perla rojo y a los lados dos hojas.
– lo juro.
– bien, ahora prepara mi pijama, deseo dormir temprano hoy. Recuerda tú castigo.
Emilio hizo lo que se le ordenó, vistió con cuidado a su amo.
Joaquin se acomodó en la cama.
– sube, debes dormir también–
En silencio, Emilio subió a la cama.estaban tenso, Joaquín le miraba atento. Aún tenía la cabeza enredada, y el olor de la cama no le ayudaba. No recordaba con exactitud lo que había ocurrido luego de huir de aquella chica, se sentía extraño por dentro , como si hubiera estado demasiado triste y por el espejo de la habitación, sabía que tenía los ojos hinchados de tanto llorar. La cama era grande, su amo estaba a varios centímetros de él, pero no podía dejar de sentir su calor y...
Joaquín sintió como se acercaban y no hizo más que subir al cuerpo de su esclavo, Emilio llevo las manos a la pequeña cintura de su amo inconscientemente,entre sorprendido y exitado
– manos fuera – le ordenó.
Pero Emilio no lo obedeció, lo tomó con más fuerzas.
– Aún hueles a ella, y no lo permito – de entre las sábanas, Joaquín sacó un pequeño frasco de aceite, esparció gotas por todo el cuerpo de su esclavo.
– ¡Es mío! – la puerta de aquella habitación fue abierta estrepitosamente. Hadiria entró hasta los pies de la cama.
– No, no es tuyo..como puedes ver, es todo mío. – se burló Joaquín moviéndose hacia la cadera de su esclavo.
– Siempre has querido lo que yo tengo, mayo será mío.
– Si si sí, como quieras. Sal de aquí, ¿o prefieres quedarte a ver hasta qué nivel este esclavo es mío? No me importa tener público – Joaquín llevó su boca al pecho del esclavo, nunca lo había probado de esa manera, su piel estaba suave, tenía pocos bellos, amó cada centímetro que sus labios tocaron . Emilio seguía sujetándolo de la cadera. Estaba tan confundido por lo que acababa de ocurrir pero los labios de su amo no lo dejaba pensar tranquilo, se estaba dando un festín entre su cuello y su clavícula.
La puerta de la habitación sonó fuerte cuando Hadiria la cerro.
Sus piernas se sentían demasiado pesadas , todo eran sensaciones.
–Ahora suéltame. Cuando te digo manos fuera, son manos fuera. Te lo advertí. Tráeme a abril y a algún otro esclavo que ella elija. Y cuando regreses, no te irás. Te quedarás mirándo como terminó con otros lo que he empezado contigo. ¿Entendido?
STREAM WALLS PIPOL
Dedicado a Laura y todas las chicas de alianza
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DULCE AMARGO
FanfictionEl Olimpo no es ningún paraíso, por lo menos no cuando has Sido ofrecido como un esclavo. Bienvenido, tu estancia aquí será un dulce amargo.