Semillas

342 40 4
                                    

¿Crees que tirandotele encima casa vez que lo sientes amenazado resuelve algo? No lo estás protegiendo así .
Tienes dos opciones Joaquín: o lo tomas tú o se lo dejas a Hadiria.
Solo te daré una semana. Tienes 7 días para que consigas que sea tuyo o se irá con ella. Y sabes que no tengo opción en esto.

Las palabras de su madre daban vueltas en su cabeza mientras estaba echado en la cama, debía pensar en algo. Su madre tenía razón , no podía seguir seduciendolo de esa forma solo para cubrir su olor natural con lujuria.
Pero tampoco quería hacerlo del todo suyo solo porque su madre le dió un plazo o porque Hadiria lo quería para ella.

– Emilio, ven aquí. Debo decirte algo – Emilio, quien estaba en un rincón se acercó a la gran cama. – en una semana deberás irte con Hadiria. Al Inframundo.

Emilio sintió como el mundo se le cayó. ¿Al Inframundo? ¿Con aquella chica que lo puso tan mal?

– no puede dejarles, soy suyo. – asustado, trato de converserle.  – debe haber algo que hacer para evitarlo ...

– Sí, si puedo hacerlo,la verdad no me costaría nada. Eres un esclavo más aquí, ¿Que te hace pensar que voy a impedir un deseo del mismísimo Hades? – Joaquín estaba sentado en el piso de su habitación contando semillas de girasol
Emilio en la otra punta se atrevió
– he notado como me mira, yo... – la risa estruendosamente del amo detuvo el discurso del esclavo.
– ¿Y según tú cómo te miro? ¡Oh, cariño! No te creas importante porque no lo eres. Puedo pasar de ti como pasar de túnica.
– pero...– Emilio necesitaba convencer a su amo de no entregarlo o su plan se arruinaría totalmente y no solo se quería como un esclavo si no que sería en el Inframundo. Se acercó a Joaquín por la espalda, se atrevió a tocarle sin permiso, llevo las manos a sus hombros y descendió por su pecho. Joaquín se giró encarandolo, tenía una sonrisa extraña.
Emilio estaba mirándolo sin permiso, también.

– ¿Qué, Piensas seducirme ? – se estaban mirando a los ojos – tú a mí, un simple esclavo mortal seduciendo al hijo de Afrodita, al hijo de la lujuria y la pasión. No te equivoques –

Joaquín se levantó dejando las semillas en el suelo – cuenta esas semillas , y cuando acabes me buscas , no te diré en donde, si me encuntras obtendrás algo, si no serás castigado. Me has tocado, mirado y desafiado. Estoy siendo benevolente contigo, he hecho decapitar a otros por menos, tienes media hora.

El semidios salió de la habitación dejando a emilio aún más confundido, en su cabeza, lo de deducirlo parecían un buen plan.

Trato de concentrase en las semillas, solo sabía contar hasta 100. Se tardó mucho tiempo pero logró hacer varios montones de 100. Fueron 6 en total.
Con esa cifra en su cabeza, salió de la habitación, debía buscar a su amo, pero... ¿En dónde?
Bajó a las mazmorras, no estaba, en las cocinas menos, le pregunto a abril si había visto a Joaquín con su ama, pero no. En los altares tampoco.
Estaba desesperado, sudando. Y sí, algo , o muy asustado de se castigo.
Entonces recordó, el jardín, aquel árbol de almendras donde había ocurrido eso tan extraño solo un trío de días atrás.
Se introdujo en aquel jardín, luego de cierto punto, empezó a sentir ese dulzor que recordaba, estaba cerca, se guío por el aroma. Y allí estaba, su amo, recostado en las raíces de aquel gigantesco árbol, lo observó desde lejos, aquel chico era realmente hermoso. Siempre vestía de rojo y tenía una cintura tan pequeña. Su cabello brillaba, eran los rulos más perfectos que había visto en su vida, y  cuando decidía usar las coronas ... Simplemente algo de admirar, algo para ver y no tocar. Arte. Arte hecho en el verdadero Olimpo.

– felicidades, me encontraste – Emilio salió de sus pensamientos, le había atrapado observándolo – ¿contaste las semillas?

Se acercó a su amo con la cabeza gacha.
– sí amo – respondió casi mordiéndose la lengua.
– y cuántas hay – le preguntó
– hay 6 montones de 100 semillas cada uno

– Eso era justamente lo que quería, no sabes contar más allá del 100 pero encontraste una solución , así haré yo. Hay un reguero de lios por ti, pero los agruparé y los resolveré. Encontraré la solución a esto como tú has encontrado la solución a mi pedido . Tienes toda la razón , puedo impedir que te lleven al Inframundo, pero no porque me hayas seducido, no porque te quiera y menos porque me importes, lo hago por mí, porque eres mío, y no te voy a compartir, soy egoísta y por el momento, eres mi juguete nuevo, y no lo pienso perder.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 11, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DULCE AMARGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora