DULCE AMARGO

La bañera

Habia contado 5 días desde que llego al olimpo, pero no estaba seguro, Joaquin tenia un horario extraño, dormía a cualquier hora y comía cuando se le daba la gana, así que no se podía guiar de esos patrones comunes. seguia sin entender cuales eran sus tareas, no vestía al muchacho, no le daba de comer ni lo peinaba, solo se pasaba el dia sentado en una esquina de la habitación siendo observado, se había ya memorizado la cantidad de diamantes en las paredes y sabia que si debía dibujar alguna vez los patrones de las trenzas de oro del techo, lo haría a la perfección.

Como esclavo, debía dormir en unas mazmorras junto a los demás esclavos , los veía a todos tan tranquilos, nadie lloraba, nadie se quejaba y él estaba ahí en el rincón, sintiéndose explotar de dolor y rabia. 

Se había convertido en el juguete de un niñito con infulas de dios. Odiaba tanto a aquel muchacho , odiaba a su familia por venderlo y se odiaba a sí mismo por no poder hacer nada ... – Emilio, tu amo te solicita – una mujer que servía al palacio le hablo desde la entrada a la mazmorra. – no demores ,  se urgente . Emilio se limpio las lágrimas y se levantó, camino lento hasta la habitación del semidios. Al abrir la puerta, lo encontró desnudo frente al gran espejo en la pared. – prepara mi baño, me gusta el agua helada y con zumo de hojas de almendras. Emilio atravesó la habitación con la mirada en el suelo, y agradecía que fuera así o aquel muchacho iba a darse cuenta de la ira que reflejaban sus cejas fruncidasSu cuerpo se sentía caliente en reacción a la ira. Sobre la mesa vio una frasco rotulado con el zumo, y en un recipiente, cubos de hielo.Dejó que la tina se llenará hasta cierto punto, virtió el zumo y luego los cubos de hielo. El agua se tornó algo dorada, y desprendía un olor peculiar, se sentía algo embriado por aquel aroma. – Entra – le ordenaron a su espalda, Emilio miró a la cara de su amo sin pensarlo. El chico estaba sonriendo .– fuera ropa, entra a la tina yo te daré un baño para que aprendas como me gusta a mí– Tembló, se sintió humillado. ¿por qué tenia que bañarse alli?– adentro, no me hagas castigarte. – Emilio se despojó de la túnica que usaba. El agua lo acuchilló y emitió un gemido de dolor y sorpresa. Emilio trato de concentrarse en la pared roja, o en la planta a sus pies pero no era capaz, su madre lo había bañado por ultima vez a los 3 años y mas nadie aparir de allí, había tocado su cuerpo. se sentía violado, ultrajado y robado. le estaban robando su derecho a negarse, no quería, sin embargo tampoco podía decir que no. 

¡vaya mierda era todo eso! Por Zeus  y todo lo divino, que se vengaría. iba a darle a aquel chico donde mas le doliera, pero debía averiguar como y qué era eso, parecía un ser apático a todo. nada le llenaba ni lo hacia sonreír. desde que Emilio llego no le habia visto una sonrisa y eso, con todos los lujos que les rodeaban, era triste, pero se aprovecharía. 

Su amo veía toda la escena con suspicacia. El mismo semidios tomó una esponja y la paso sobre los hombros del esclavo, tallando suave, igualmente lo hizo con su espalda y pecho. Esparció aceite de girasol en sus manos y las deslizó lento por el cuello de Emilio, el pulso del esclavo estaba acelerado. Sus manos descendieron por el abdomen llegando a su entrepierna . Impulsivamente, Emilio apartó la mano de jaoquin del lugar sujetándolo por la muñeca. Joaquín se carcajeo y levantó una ceja desafiante y Emilio entendió,  ahora era suyo y podía tocarlo cuando quisiera

N/A:

¡Prometo hacer capítulos mas largos!

con amor, levi