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Cuando llegamos a Huatabampo sentí que algo dejaba, sentía que me hacía falta algo y por mucho tiempo me sentí así.
Al principio no me gustaba para nada estar ahí, pero después me fui acostumbrando.
La secundaria no me gustaba para nada, me sentía asfixiada y casi todos los días llegaba a casa llorando para que me cambiaran de secundaria.
Mi mamá me cambió de escuela y por fin sentía que encajaba, hice muy buenos amigos con los cuales hasta el día de hoy tengo comunicación.
Pero a pesar de todo algo estaba mal en mí, me miraba al espejo y sentía que no era suficiente, casi todos los días lloraba y me sentía muy sola a pesar de que estaba rodeada de personas.
Sentía que sobraba.
Me hice una cuenta en Twitter y comencé a escribir cada sentimiento que tenía guardado, y me di cuenta que me gustaba escribir, podía desahogarme.
Después de unos meses, un día desperté con una sensación de vacío y con náuseas, no le tomé importancia porqué siempre me pasaba, siempre todas las mañanas de camino a la escuela me daban unas ganas horribles de vómitar.
Mi día siguió normal, pero las náuseas aumentaban cada vez más y más.
Al llegar a casa me bañe y decidí no cenar nada, porque sentía que en cualquier momento iba a vómitar.
Después fui a la cama para dormir, y a partir de ahí mi tortura comenzó, me levantaba cada 5 minutos a vómitar, mí mamá me daba medicamento para el dolor y para el vomito pero aún así no era suficiente.
A las 4:00 AM mamá me llevó a urgencias caminando porque el carro no servía, al llegar tardaron más de 30 minutos en atenderme y eso que no había nadie.
Una doctora me reviso y dijo que tenía gastritis, me pusieron medicamento intravenoso por medio de un suero y al rededor de las 7-8 AM me dieron de alta.
Pensé que estaría bien, pero cuando llegue a casa otra vez lo primero que hice fue correr al baño para vómitar.
Mi hermana le dijo a mi mamá y de nuevo me llevaron a urgencias pero esta vez a otro hospital, esta vez estaba lleno de gente y mí mamá decidió llevarme de nuevo al otro hospital donde ya me había llevado horas antes.
Cuando llegamos me pasaron rápido y me dijeron que tenia colitis y me volvieron a poner medicamento por intravenosa, yo me quede dormida y horas después me desperté porque estaba temblando del frío, me comenzaron a poner trapitos húmedos y el doctor llego, me pregunto que si no había tenido relaciones sexuales con nadie porque probablemente estaba embarazada, pero la respuesta era no.
Y era estúpido porque ni siquiera tenía novio.
Comenzaron a hacerme análisis, pero ya no aguantaba más el frío.
Mi abuela paterna se metió a urgencias y comenzó a alegar con el doctor y fue así que me trasladaron en ambulancia a otro hospital que quedaba más o menos de 40 a 50 minutos pero para mí fue como 10 minutos.
Al llegar está a repleto de personas, ni siquiera había camillas disponibles.
Me senté en una silla a esperar a que me atendieran, pero pasaban horas y horas y no me atendían.
Después de unas horas comencé a evacuar diarrea constantemente me paraba para ir al baño ya estaba muy débil.
Y después de otras horas más un doctor ya mayor me paso a una camilla para revisarme, me diagnóstico y dijo que tenia apendicitis, eso significaba que mi apéndice estaba inflamada y tendrían que operarme.
Espere muy pasiente todo, mis ojos se cerraban solos.
Después llego un enfermero, tomo mi peso y altura y me inyecto algo en el suero, me dijo que ya me llevarían a quirofano.
Mi mamá me dio la bendición y dijo que me amaba, le dije que tenía miedo pero ella me aseguró que todo estaría bien.
Entonces las puertas del elevador se cerraron y después de unos minutos de que me llevarán en esa silla ya estaba en una sala donde dice anestésiologia, donde era que me preparaban estuve ahí al rededor de unas horas, y después me dice el mismo enfermero que me llevo hasta ese lugar que es hora de que me pase a la otra camilla porque ya me tocaba a mi entrar a quirofano.
La camilla estaba totalmente helada, era totalmente plana y de acero.
Recuerdo que me quedé dormida y al despertar ya estaba en recuperación.
Mi mamá nunca me dejó sola, siempre estuvo ahí.
Los días pasaron y yo no notaba mejoria, seguia vomitando pero esta vez era solo de color negro.
El doctor dijo que la apéndice se me reventó y que el líquido que se derramó era el que yo estaba expulsando a través de vomitó, pero se sentía horrible.
Mi mamá se fue a descansar a casa un rato y mi abuelo me cuido.
Mi abuelo estaba cuidando de mi y yo me sentía la niña más mimada, nunca antes mi abuelo me había cuidado.
Dure 21 días internada en el hospital.
Y esos 21 días solo recibí visitas de mí abuela, manina, tía ana, abuelo y abuela monchi.
Mi mamá siempre estuvo conmigo, nunca me dejó sola.
Mi mamá siempre a dicho de que yo soy la más valiente, porque cuando paso lo de mí papá y ella a mi no me había afectado tanto como a mi hermana Ximena, supongo que era porque mí hermana si sacaba su dolor, se expresaba con lágrimas.
Pero yo me guardaba todo para mí porque sentía que mi mamá ya tenía suficiente.
Y cuando tuve esa cirugía mí mamá también dijo que era una niña muy pero muy valiente y tal vez tenga razón, pero nunca le dije que moría de miedo y que lloré varias veces cuando ella no me veía.
Siempre estoy intentando mantenerme fuerte, siempre intento que no me vean llorar, siempre aparento que estoy bien pero a veces solo quiero a alguien, una persona con la que simplemente pueda llorar y no me reproche nada.
Solo un hombro para llorar.

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