Solía ser alguien muy orgullosa, no podía perder mi orgullo por nada ni nadie y me costaba muchísimo trabajo aceptar que me equivoque y sobre todo pedir disculpas.
Pero tuvo que pasar algo horrible como para darme cuenta que estaba haciendo mal.
Cuando me mude a la ciudad donde vivo actualmente jure que nunca más iba a llamarle a mi manina, ya que había ocasiónes en las cuales ella me ponía en contra de mi hermana o incluso hasta de mi mamá y yo no quería eso y cuando me mude para esta ciudad jure que nunca más la volvería a llamar.
Había ocasiones en las cuales encontraba a mi hermana hablando por teléfono con ella y yo solo fingía estar dormida para no hablar con ella.
Nunca hable con ella después de que me vine a vivir aquí y una mañana muy común le marcaron a mi hermana para avisarle que había fallecido pero esa historia ya se la saben, justo después sentí horrible, porque tuve la oportunidad de hablar con ella una última vez y no lo hice por orgullo, nunca le di las gracias por habernos dado un techo en donde refugiarnos cuando papá se quedo con la casa.
Nunca le dije lo que sentía por ella y tampoco le expresé lo mucho que la quería, pero supongo que ella lo sabía.
No hable con ella por última vez y me arrepiento todos los días porque ahora no recuerdo su voz, ni el sonido de su risa.
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Estoy viva?
RandomPensaba que era feliz, supongo que solo pensaba. Solo tenía 9 años y podía sentir como mi vida se venia abajo. -Papá, ¿llegaras a dormir? - Yo era la más apegada a mi papá y por ende la que más afectada salió de todo este desastre. Vivía dentro de u...
