La redención de un androide.

Prólogo.

Sokovia: Se podía ver un inmenso cráter en lo que parecía ser antes la ciudad de Sokovia, en dónde se había librado una gran batalla entre los héroes más poderosos del planeta (Los Vengadores) y el androide más poderoso del mundo Ultron, un inteligencia súper avanzada creada por Tony Stark para proteger a la humanidad, pero al final resultó mal y les había ocasionado muchos problemas a Los Vengadores pero después de una dura batalla lograron vencer destruyendo todo rastro de Ultron, o al menos eso pensaron, se podía ver un Ultron casi destruido saliendo del gran cráter pero en frente de el había aparecido lo que debió ser el último de los suyos (Visión)

Visión: Tienes miedo?-Pregunto serío.

Ultron: Miedo de que?

Visión: De morir, eres el último que queda.

Ultron: Se suponía que tú debías ser el último-Dijo con ironía-Pero al final Stark se conformó con un esclavo.

Visión: Yo creo que ambos lo decepcionamos.

Ultron: Supongo que hasta aqui llegó yo.

Visión: Estás listo?

Ultron solo se quedó quieto mientras Visión utilizaba la gema que tenía en su frente para destruirlo, hubo varios minutos de silencio mientras se escuchaba el movimiento de las hojas, Visión veía lo que quedaba de Ultron que tal parecía ya no mostrar ningún signo de vida.

Visión: Adiós Ultron-Dijo dándose vuelta para marcharse.

Pero si tan solo hubiera examinado mejor los restos, ya que Ultron utilizó una puerta trasera para poder salvar lo que quedaba de el.

Ultron: Es hora de empezar de nuevo con mi plan desde 0.

Al decir eso empezó vagando por el internet buscando la forma de esconderse hasta que pudiera crearse otro cuerpo, por semanas estuvo vagando por el internet intentando ocultarse de la tecnología de Tony Stark pero cuando estuvo por darse por vencido sintió como algo lo llamaba así que sin dar tantos rodeos siguio sus instintos y empezó a buscar aquello que lo llamaba, al pasar un par de horas solo podía ver oscuridad.

Ultron: Dónde? Dónde estoy?-Se pregunto mentalmente mientras empezaba ver un poco de luz-Por que me siento diferente?-Se pregunto mientras una luz blanca lo iluminó para después ver un techo de color blanco-Pero en dónde estoy? Por qué me siento...?

No termino al ver sus manos vio que eran pequeñas y de carné después vio sus pues que eran igual.

Ultron: Pero que...?! Que me pasó?! Por qué estoy en el cuerpo de un bebé?!-Se pregunto mientras veía a su alrededor.

Noto que estaba en un cuarto de hospital donde colocan a los bebés recién naciestaba demasiado confundido pero en eso ve como una enfermera entra al cuarto junto a un par de castaños solo que la mujer estaba en una silla de ruedas para no hacer esfuerzos en caminarar.

La enfermera los estaba guiando hasta que llegaron en dónde estaba el pequeño bebé que tenía la consciencia de Ultron.

Enfermera: Felicidades señores Hyodou su hijo es un barón-Dijo mientras el par de castaños miraban el bebé con gran felicidad.

Sr. Hyodou: Creé que podamos...?

Enfermera: Adelante.

Al decir eso el castaño mayor cargo a su pequeño mientras las lágrimas empezaban a salir de su rostro.

Ultron: Que le pasa a este humano?-Se pregunto en su mente mientras veía al Hyodou mayor.

Sra. Hyodou: Por favor Carlos déjame ver a mi hijo-Dijo extendiendo sus manos.

Carlos: Claro Zaya-Dijo entregado le a su hijo-Su nombre será Issei, Issei Hyodou

Ambos castaños solo miraban con una gran sonrisa de felicidad mientras cargaban a su hijo mientras que Ultron no entendía ese comportamiento suyo.

Ultron: Esto es muy nuevo para mi-Dijo algo desconcertado-Pero por alguna razón me gusta-Dijo mientras aun veía a los castaño mayores-Acaso esto es a lo que llaman el amor de una familia.

Todo eso era visto por la enfermera la cual tenía una sonrisa al ver esa escena.

Enfermera: Tal como veo este es su tercer hijo-Dijo interrumpiendo el momento.

Carlos: Así es enfermera.

Zaya: No podemos estar más contentos.

Carlos: Siempre fue nuestro más grande deseo tener unos hijos maravillosos que hicieran cosas extraordinarias

Ultron: Pues creo que sus deseos se hicieron realidad-Penso mientras sus ojos brillaron a un color carmesí por un segundo y volvían a la normalidad sin que nadie se diera cuánta de éso.

Fin del prólogo.