Tomarnos en serio

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Tsuyu parpadeó un par de veces sin entender aun lo que oía. Ochako comenzó a reconsiderar que quizá no fue lo más asertivo el explicarle la relación falsa que llevaba con Bakugo. Asui es una amiga muy importante para ella desde la academia hasta la actualidad, incluso cuando ella no estuvo en Tokyo esos cinco años transcurridos tras su traslado a Nueva York.

─Quiero decir... ─Ochako no sabía qué más decir para que su amiga dejara de tener esa expresión de desconcierto.

─Entiendo que su relación era falsa desde el comienzo ─Interrumpió Tsuyu con calma─, es sólo que aun no entiendo la necesidad de mentir al respecto. Estamos hablando de Bakugo, Ocha.

─No entiendo a dónde quieres llegar.

Tras el instante en el que la pareja del año confirmó lo que muchos esperaban o temían, Ochako debía una charla aclaratoria a su mejor amiga sobre el cómo fue dándose todo y el por qué no desmintió lo que los medios anhelaban que sucediese. Ambas amigas estaban en el patrullaje nocturno que les tocaba esa noche y como sólo estaban ellas dos, Ochako quería desahogarse un poco, principalmente después de lo sucedido en la cena improvisada con su novio falso.

─No conozco muy bien a Bakugo, pero no hay que ser muy cercano a él para saber el tipo de reputación que tiene. ¿No crees que esto, en lugar de beneficiarte, podría llegar a ser todo lo contrario? Bakugo no es ningún prototipo de protagonista de novela juvenil. ─Ochako tragó en silencio, sin mirarla. De verdad no quería revolver en ese tipo de advertencias, porque recordaba las palabras de su compañero de trabajo y la misión del Puente Eitai.

─No pareces el tipo de chica que se deja llevar por el "atractivo violento y tóxico" que representa Ground Zero ─Fueron las palabras de Ichibana cuando mencionó su relación con Bakugo.

En verdad le molestaba lo fácil que les resultaban a algunos hablar de él, como si supieran sobre su persona, sus metas o convicciones. Uraraka tampoco lo conocía a profundidad, pero veía más de lo que la mayoría y no era sólo lo que los medios querían pintar en él. No era ningún brabucón o abusador violento.

Ochako cerró los ojos fuertes y trató de contener las oleadas de frío que subían por ella.

─Escucha, ni siquiera salimos en verdad ─Dijo Uraraka, intentando controlar la ansiedad que recorría su cuerpo─, sólo aprovechamos la situación en nuestro beneficio. Y no, no va a cambiar la imagen que tengo. Sólo nos ayudará más. Además, Michael estuvo de acuerdo con todo esto.

─Otro punto que sigo sin entender, pero es tu novio y no pienso meterme en eso. Entiendo lo que tratan de hacer con Bakugo, sólo recuerda que las mentiras tienen piernas cortas. ─Tsuyu levantó la mirada al cielo oscuro. Ambas estaban sentadas en la terraza de uno de los edificios más altos de la zona en la que se encontraban patrullando. La fresca briza nocturna acarició sus cuerpos─. Mi consejo: no te involucres demasiado. No sé qué tan definida está la línea de relación entre ustedes.

─Oh, ni te preocupes por eso ─Ochako desmeritó la preocupación de su amiga, moviendo sus manos en negación─. Tenemos todo resuelto. Mañana será el inicio del Obon, sus padres vendrán y nosotros... ─A medida que Ochako hablaba, Tsuyu enarcaba más y más su ceja─. ¿Qué?

─Ochako, estoy comenzando a preocuparme por esto. ¿Sus padres? ¿Ellos saben de la relación falsa que llevan? ─Ochako negó y comenzó a comprender el punto de su amiga─. Ok, sabes que te apoyaré con cada locura que hagas, incluso esta. Sólo espero que Bakugo y tu sepan en lo que se meten.

Uraraka no quiso darle razón a su amiga, de hecho, no quería pensar más en la idea que se atoró en su cabeza cuando mencionó a los padres de Bakugo y la idea de que ellos no sepan nada de la verdad en la que se involucraban.

Cuando regresesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora