【Ella no me gusta】

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Artista de fanart: by @0819_mug (Twitter).
Universo Canon, ubicado temporalmente luego del arco de Goldy Pond.

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Gilda dejó de barrer el comedor para atarse mejor el cabello, supervisando a la vez el trabajo de los demás niños que la ayudaban en su labor, tratando de dejar el comedor lo más ordenado posible para la cena. Por un momento se deleitó con el aroma de las flores que se tomó la molestia de colocar en la mesa, aspirando el dulce olor y exhalando todo ese aire de tranquilidad que albergaba el ambiente.

Todo pintaba a ser una de las tardes más amenas que tuvieron el lujo de gozar, hasta que de pronto escuchó el estridente sonido de la escotilla del refugio abriéndose, seguido de pasos apresurados y llamados sin ser atendidos. Solo fue cuestión de segundos ver como su amigo aparecía en el marco de la entrada, con un semblante lleno de preocupación.

—¿Dónde está? —demandó fuerte y claro.

—En la enfermería —respondió en voz baja—, seguro está durmiendo. Anna dice que no es nada grave.

Pero de nada sirvió, pues apenas había mencionado el lugar, Ray salió corriendo por los pasillos, ignorando los llamados del hombre mayor que lo seguía. Gilda miró al otro chico recién llegado en busca de respuestas, pero él solo subió los hombros, porque la verdad es que Don tampoco entendía porque su amigo estaba tan alterado desde que se había enterado de la noticia.

Mientras tanto en la enfermería, Zack se encontraba guardando las compresas heladas dentro de una bandeja metálica con la ayuda de Lucas, cuando la puerta se abrió de golpe.

—¡Emma!

—¡Shhh!

En otras circunstancias, Ray se habría disculpado por su arrebato, pero la imagen de su querida amiga reposando en la cama con los ojos cerrados y la respiración suave hizo que su garganta ardiera al recordar repentinamente las semanas que permaneció en la misma posición, jugando en el limbo entre la vida y la muerte.

—Ah, estúpido Cíclope. ¿Quieres calmarte un poco? Asustaste a todos los mocosos con esa actitud —señaló Yūgo enfadado, cuando por fin pudo darle alcance. Pero enseguida sus quejas murieron al notar a la niña de hebras anaranjadas durmiendo en la cama—. ¿Qué le pasó a la Antena?

Lucas negó con la cabeza y en voz baja le respondió:

—Nada grave, solo es un esguince de tobillo, se lo hizo cuando saltó desde un árbol luego de intentar recolectar más frutas —añadió—; o al menos eso es lo que dicen las niñas.

—Tsk, eso le pasa por ser una terca. Se supone que su grupo se encontraría con el nuestro hace dos horas.

Lucas rio para sus adentros al ver como su viejo amigo relajaba sus hombros inconscientemente, tratando de que no se notara la leve preocupación que antes tenía. Yūgo al percatarse de la sonrisa socarrona del castaño, frunció las cejas mientras lo insultaba en voz baja para diversión del aludido.

Ajeno a la discusión, Ray se acercó despacio luego de observar el rostro apacible de su amiga para subir la sábana blanca revelando la zona de su tobillo vendado, un gesto de desagrado apareció en su rostro (al menos había sido su pierna izquierda), todo bajo la atenta mirada del niño mayor.

Finalmente, la voz dulce de Anna sacó a casi todos de su trance.

—La cena está lista, dejemos que Emma descanse por el momento.

—No me digas que hacer, Blondie —vociferó Yūgo intentando mantener su reputación y fracasando al notar como ella sonreía mientras se daba la vuelta.

Rapsodia [TPN - RayEmma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora