汚名 Omei <Yaoi>

9- ¿Mitsuki?

9- ¿Mitsuki?

Etsu había encontrado el lugar ideal para permanecer “cerca”, algo a su estilo, un apartamento con vista al mar ubicado en un octavo piso y con una terraza envidiable. Pagar la renta no sería ningún problema, se hacía de dinero con facilidad al asesinar a personas adineradas y ocultar sus cuerpos en un acantilado, un trabajo fácil para él. Además le resultaba divertido, matar era una de las cosas que más disfrutaba después de tener sexo con su surebu.

Tora permanecía atento observando a Etsu en la terraza, parecía más serio de lo normal, seguramente los argumentos del casero que les había dado el recorrido por el apartamento y los alrededores lo habían aburrido, decidió permanecer en silencio para no molestar a Etsu.

-¡Quítate la ropa y ven aquí!- ordenó Etsu sin siquiera voltear a verlo.

Tora dudó por un momento, ¿qué pretendía hacer con él?, se quitó la ropa dejando los interiores y se acercó a Etsu.

-¿No entiendes una simple instrucción?- cuestionó Etsu tomando el resorte del calzoncillo de Tora-, he dicho quítate la ropa- agregó arrebatándole al calzoncillo.

Tora se sintió avergonzado, no le gustaba estar desnudo a plena luz del día en una terraza que cualquiera pudiera ver, cubrió sus partes íntimas con sus manos y escuchó a Etsu decir:

-¡Tócate para mí!

¿Estaba bromeando?, ¿cómo iba a hacer eso cuando se sentía tan incómodo?... Etsu lo abofeteó para que le quedara claro que había sido una orden, Tora comenzó a manipular su miembro con timidez, en realidad buscaba ocultar esa parte de su cuerpo para que no se viera más que lo estrictamente necesario.

-¡Por favor Tora!, no es la primera vez que te ordeno hacer esto, de hecho eres muy bueno haciéndolo así que sólo hazlo.

Tora se sonrojó, no le gustaba escuchar a Etsu decir cosas como esas, siguió manipulando su sexo y fue inevitable, empezó a sentir la excitación; por más que su mente le ordenaba a su cuerpo no responder éste parecía no querer obedecerlo. Etsu se sentó en un camastro frente a Tora, clavó su mirada en el chico mientras se relamía los labios, Tora se retorció y cayó sobre sus rodillas cuando sintió que se correría.

-Así es, ¡sigue así Tora!- exclamó Etsu a gritos.

El chico empezó a gemir y su respiración agitada le hacía difícil concentrarse, se derramó entre sus dedos y cerró los ojos, escuchaba la voz de Etsu ordenándole que continuara y sólo podía obedecer. Tora se estaba masturbando frente a su Danna y quién sabe quién más podría estar disfrutando el espectáculo. Sintió las manos de Etsu tomar sus muñecas y levantar sus brazos, Tora abrió los ojos como platos y sintió el tirón que Etsu le dio para levantarlo del piso y colocarlo contra la barandilla.

-Ahora te voy a coger…- dijo Etsu llevando las manos de Tora a su espalda y embistiendo a su surebu, Tora estaba muy avergonzado pero no podía ocultar su excitación, la forma en que Etsu lo embestía era algo a lo que ya se había acostumbrado y de hecho disfrutaba cuando éste no era muy bestia con él. Sentía el roce de su erección contra el frio metal de la barandilla y aquello le excitaba, comenzó a correrse sin poder controlarlo y le suplicó a Etsu que cambiaran de posición- ¿Te da pena ensuciar a los transeúntes?- preguntó Etsu buscando hacer sentir a Tora aún más incómodo.