Eran las 3am y George Weasley deambulaba por el castillo de Hogwarts intentando idear una nueva broma que no pudiera ocurrírsele a su gemelo.
Amaba a Fred, pero en ocasiones no podía evitar sentir que estaba a su sombra. Este era el divertido, carismático y espontáneo; podía ganarse a cualquiera con un par de palabras; y si bien George también cumplía con las mismas características no tenía la facilidad de su gemelo para ganarse a la gente; de cierta forma quería ganarse a sus compañeros. Pero... ¿qué podía hacer que no hubieran hecho antes?; se encontraba cada vez más frustrado.
Unos sollozos lo sacaron de su ensimismamiento; levantó la mirada del suelo y se dió cuenta que había llegado a las mazmorras. Extrañado siguió el sonido y se encontró con Amanda Wayne.
Amanda era conocida como la reina de Slytherin; si bien la habían denominado de numerosas maneras orgullosa sería la característica en la que todos concordaban.
El pelirrojo se dio la vuelta tratando de alejarse de la mujer que en incontables ocasiones lo había llamado "asqueroso traidor a la sangre" pero la manera en la que hipaba, tratando de conseguir el aire necesario para poder seguir llorando lo detuvo. Se dio la vuelta y tras un segundo de vacilación se acercó a la escalera en la que estaba sentada. En silencio se sentó a su lado y la rodeó con su brazo. Al instante Amanda levantó su cara que se encontraba enterrada en sus brazos y se levantó.
-¿Qué rayos haces aquí, traidor? - preguntó Amanda retirando las lágrimas de sus mejillas furiosamente
-Sólo... quería asegurarme de que estabas bien-
-Pues lo estoy-
-¿Segura?-
-Lo que realmente quieres es ir a contarle a todos que me encontraste llorando- respondió furiosa- solo quieres burlarte de mi-
-Eso no es lo que quiero- respondió George poniéndose de pie para acercarse a ella, pronto llegó a su nariz el aroma del alcohol.
-Claro que lo quieres, pero te advierto que si le dices a alguien lo que viste yo...- se vió interrumpida por los brazos del pelirrojo. Al principio se resistió pero pronto descubrió que era lo que necesitaba. Lo rodeó con sus brazos y soltó en llanto aferrándose a la pijama del otro. George la contuvo en sus brazos hasta que la sintió tranquilizarse. La próxima vez que ella intentó separarse él lo permitió.
-¿Quieres contarme?- preguntó George- mamá dice que lo mejor es sacarlo todo. Te prometo que no diré absolutamente nada.
-No sé si pueda confiar en ti- respondió indecisa- se lo contarás a todos-
-Si quieres puedo hacer un juramento inquebrantable- respondió el pelirrojo; Amanda lo miró durante algún tiempo y finalmente decidió decirle todo.
Lo invitó a sentarse de nuevo en las escaleras y le contó como sus padres la acababan de comprometer con un hombre que le llevaba al menos 15 años; una persona que a su consideración era repulsiva; como le rogó a sus padres que cambiaran de opinión alegando que había partidos mejores y que sería perfectamente capaz de conseguirlo ella sola, pero estos respondieron que al ser su ahora prometido uno de los seguidores más fieles de "El Señor Tenebroso" sería un honor que la desposara, informándole que pronto recibiría su propia marca tenebrosa. Para este punto no pudo contener los sollozos.
-Pensé que querías ser un mortífago- dijo George y Amanda bufó
-Es lo último que quiero en la vida- respondió rodeando sus piernas con los brazos-
-Lo siento... pero creí que era el sueño dorado de todos los Slytherin-
-No puedo hablar por todos pero al menos mi sueño no es-
-¿Y cuál es?-
-¿Qué?-
-Tu sueño- respondió George tomando por sorpresa a su acompañante
-No lo sé- respondió tras unos segundos
-Inténtalo. ¿Cómo te ves en diez años?- cuestionó el pelirrojo. Tras un momento de vacilación finalmente Amanda respondió.
-Lejos de aquí. De mi familia y de mis supuestos amigos. Quiero tener una familia con un par de niños y un trabajo tranquilo que me permita estar con ellos- respondió con una ligera sonrisa.
-Bien... primero que nada, ¿alejarte de tu familia y supuestos amigos?-
-Ambos son horribles-
-Si eso crees qué haces ahí todavía-
-Pues... mis padres me mantienen supongo; pero para que lo hagan debo cumplir con cierta reputación-
-Y de ahí tus amigos falsos. ¿Qué pasaría si los dejas?-
-Me desheredan. El simple hecho que esté hablando contigo sin decirte traidor es una deshonra para mi familia- bromeó.
-¿Eso es lo peor que puede pasar?-
-Supongo-
-No suena tan mal si es el costo de tu felicidad. ¿No lo crees?-
-Pero... no quiero estar sola-
-No tienes porqué estarlo-
-Por como he tratado a todo el mundo... ¿quién querría ser mi amigo?-
-Yo- respondió sin vacilar ganándose una mirada sorprendida de su acompañante
-¿Por qué?-
-Creo que eres una buena persona. Me agradas-
-Entonces... estarías dispuesto a que te vieran conmigo en público?-
-¿Y tú?- preguntó viéndola fijamente. Pasaron lentos segundos antes de que el Gryffindor sintiera los labios de la Slytherin sobre los suyos. Pronto se separó dejando a una avergonzada Amanda.
-Por Merlín, lo siento. No sé que me pasó- dijo poniéndose de pie rápidamente. El pelirrojo la imitó.
-Créeme que no me molesta para nada-
-Entonces... ¿por qué te quitaste?-
-Estás borracha- respondió con una triste sonrisa
-No lo estoy... al menos ya no-
-Hagamos algo- dijo George tomando sus manos entre las suyas- si mañana todavía tienes ganas de hablarme o simplemente estar conmigo haremos lo que tú quieras-
-Es un trato- respondió Amanda determinada. El pelirrojo la acompañó a la entrada de su sala común y tras despedirse con un beso en su mejilla regresó a su propio dormitorio deseando que pronto amaneciera.
Todos los alumnos se encontraban reunidos en el Gran Comedor para el desayuno. Faltaban 15 min. para que comenzaran las clases y Amanda no se había parado en el comedor. George, sentado a la mitad de la gran mesa de Gryffindor volteaba cada vez que creía ver a alguien entrando, extrañando a su gemelo que no sabía nada de su paseo nocturno.
-¿A quién esperas Georgie?-
-A nadie- respondió con un suspiro y se dispuso a jugar con su comida ignorando ya a cualquier persona que llegara. 5min. más tarde el comedor se quedó en un silencio sepulcral. George levantó la vista por fin de su plato dándose cuenta que todos miraban en su dirección. Extrañado miró a su lado encontrando sentada a Amanda que se servía tranquilamente un poco de comida. La Slytherin lo miró con una ligera sonrisa.
-Parece que viste un fantasma-
-¿Tú qué haces aquí?- Preguntó Fred
-Silencio Fred- respondió George- pensé que no ibas a hacerlo- susurró
-Pensaste mal. Y lo siento si llegué tarde, me quedé dormida-