I'll Give You What You Like ✿ GaryCato

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Aquellas calles que él consideraba tan asfixiantes ahora le traían calma. Tomando de la mano de su ahora amante permanecía mirando al suelo mientras avanzaban. El mundo continuaba su rumbo y de alguna extraña forma se sentía como si trataran de estar en su contra, lanzando miradas que se sentían como piedras, susurros que dañaban como dagas. Avocato de una manera sutil acerca a Gary a su cuerpo. Ninguno se opone a pesar de que todos alrededor comenzaban a ser más persistentes. No, no había persona que pudiese intervenir entre ellos sin salir perjudicado a golpes por el ventrexiano.

— ¿Gary? .—O al menos si podía haber una pero solamente una— ¿Eres tú?.

Evitaba darse la vuelta. Persistente fue la voz una y otra vez hasta que Gary finalmente respondió a su nombre tan pronto reconoció a la persona... si así podía considerarse. Gary prefería llamarlo 'pedazo de chatarra' pero eso ya era diferente.

— ¿Qué haces aq-? .—Se pausa al mirar a quien tenía frente a sus ojos. No era la misma maquina que había conocido— ¿KVN?.

— Casi no me reconoces con esto .—En eso tenía razón. Un cuerpo androide con una voz conocida generaba gran confusión.

Entre parpadeos murmura palabras no entendibles, probables quejas o maldiciones. Nunca fue gran amigo de esa maquina y ni siquiera lo consideraba uno. Le hizo la vida añicos cuando abrió la boca por 'accidente' y delató su trabajo e incluso dio a conocer nombres de clientes pasados, provocando un escándalo que lo obligó a él y a su madre a mudarse a bastantes calles lejos de ese lugar. La realidad no es como él lo pintaba. KVN abrió la boca pero no fue con una mala intención. Siempre ha sido de los que hablan de más, los que no pueden guardarse un secreto. Multiples veces ha intentado disculparse pero al final su sistema programó una forma distinta de leer el comportamiento de Gary hacia él. Los insultos ya no le lastimaban, ahora eran simples apodos o bromas. Simples muestras de afecto. Su vanidad y cinismo formaban gran parte de su personalidad, por lo que era más fácil para él mantener el cambio que generó en su sistema. Algo que jamás podría reiniciar. Después de todo a lo largo de su vida se ha vuelto lo suficientemente defectuoso como para ser incapaz de arreglar lo averiado. Aquella mano metálica suya intenta alcanzar el brazo de Gary en un intento por llamar su atención. Desafortunadamente la mano de Avocato alcanza a detenerlo, poniéndose frente a su 'amigo' en un intento por intimidar y mantenerlo lejos.

— ¿Qué quieres con él? .—Se notaba un pequeño cambio en su voz grave. Tan firme, intimidante pero bastante adictiva para cierto rubio.

— Hey, no puedes interponerte entre mi amigo y yo. Muévete.

— No puedes simplemente venir y darme ordenes .—Gruñe.

— ¡Tú tampoco-! .—En un instante su voz se corta. En simple mayor esfuerzo le generaba una especie de falla que le impedía continuar. Si, era un cuerpo nuevo pero el daño prevalecía en su tarjeta de memoria, lo único que fue trasladado. Un daño tan pequeño hizo un gran cambio a la hora de instalarse que lo dejó exactamente como estaba antes pero con un cuerpo diferente— Ahora mirándote bien, creo que te he visto en alguna parte.

— Me lo dicen seguido, no es una sorpresa para mí.

— No, en serio. Te he mirado a ti en alguna parte. ¿A caso trabajas con-? .—Al instante y en un simple pestañeo cubre su boca con un agarre fan fuerte que prometía dañar su rostro aunque sea en lo más mínimo.

— No se quién carajos eres pero eso realmente no me importa. No eres quién para venir y compararme con quien sea que me estés confundiendo. Y lo que sea que tengas para decir puedes simplemente ahorrártelo .—Una reacción agresiva que le da vuelta a toda la situación. Ya nada se enfocaba en KVN o en Gary. Todo giraba alrededor de Avocato. Gruñía de manera sonora y era casi evidente que algo ocultaba, que algo estaba omitiendo— Si no quieres terminar en un montón de piezas entonces te aconsejo que te des la vuelta, olvides todo lo que sucedió, que te olvides completamente de mí y te larges. ¿Quedó claro? .—Sus pupilas eran demasiado delgadas, casi tan delgadas como una aguja promedio, bastante intimidante y con una expresión que bien podía hacerte retroceder un par de pasos o hacerte pensar las cosas dos veces. KVN no responde, probablemente esperaba a que alejara su mano pero no iba a suceder todavía— Repito, ¿¿Quedó claro??.