✧ Prólogo ✧

736 78 25
                                    

El reloj marcaba las 7:00 P.M. y los calendarios aclamaban que era un día especial. 14 de Febrero era una fecha muy querida por el 50% de la sociedad mientras que el 25% lo vivía como un día común. Lamentablemente el porcentaje restante era para aquellos que tenían una mala vida. Que podían estar sufriendo sin importar la fecha, hora o lugar. Tanto drogadictos como divorciados podían simplemente perderse entre los pensamientos y problemas que llevaban arrastrando. Pero claro, Gary vivía su infierno de manera distinta.

Desde que su padre murió su madre se distanció. Lo había dejado abandonado por un tiempo pero poco después volvió con diferentes intenciones. Para ella su hijo era un objeto, una ventaja y un modo fácil de conseguir dinero. Tomaba día y noche. El aroma a alcohol siempre emanaba de ella y aquellas noches en las que llegaba tarde apestaba a tabaco. Tan violenta, nada comprensiva, adicta al dolor, de esa forma y más la describía su único hijo.

— Si no hubieras nacido... tu padre seguiría aquí .—Ella soltaba tantas palabras hirientes pero a pesar de ello Gary nunca se atrevió a desafiarla— Si sigues con vida es por un sólo propósito y solamente uno. Conseguir dinero para mí.

Y de esa forma continuó en silencio. Nadie contaba sus días como sentencia mas que él. Treinta y dos años agobiado y sintiendo asco de si mismo cada que se miraba al espejo por la mañana. Aún con tantos traumas y marcas no dejaba de seguir haciendo lo que mejor sabía hacer. De alguna forma Gary pensaba que hoy sería diferente, que algo bueno podría suceder pero se equivocaba. Esa fue una de las peores noches de su vida. El llanto era ahogado por unas manos ajenas mientras trataba de obtener oxigeno para sus ahora débiles pulmones. Su cuerpo ardía tanto que juraba que podría morir. Varios pensamientos lo envolvieron esa noche y lo dejaron al borde de cometer el peor de los errores si no fuese porque su celular sonó y lo detuvo justo en el acto. Era su madre. Bien pudo dejar el celular y seguir con su cometido pero no soportaba la idea de tener que abandonarla. Si, a pesar de todo Gary seguía aferrado a su madre mientras buscaba el cariño que jamás iba a recibir.

— ¿Mamá...? .—Atendió la llamada con la voz entrecortada— Si, no llegaré con las manos vacías como la ultima vez .—El nudo en su garganta lo amenazaba con llorar— Está bien, llegaré en una hora.

Colgó la llamada. No había nadie a su alrededor por lo que se sintió en la necesidad de romper en llanto, tan aterrado y débil. Ese anhelo de libertad lo consumía vivo pues estaba más que claro que para la vida que llevaba no iba a conseguir tal cosa como una vida tranquila. Mira sus brazos, piernas y torso. No tiene el valor para mirarse al espejo y ver el desastre que estaba hecho. Suelta un suspiro de resignación al dejar de llorar, limpia sus lagrimas y suelta palabras de aliento.

— Vamos, Goodspeed. Podrías estar muerto, esto no es nada...

La noche para el 50% de la sociedad fue una maravilla, el 25% no le dio importancia y el resto... vivía para otros, algunos adictos y otros con trabajos que le quitaban el valor a su persona.

I'll Give You What You Like ✿ GaryCatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora