I'll Give You What You Like ✿ GaryCato

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La tensión del momento se rompe pero no de la mejor forma. Presionado, temeroso a ser juzgado, multiples malos pensamientos y sentimientos le estrujaban el corazón. Sostenía su respiración esperando así poderse calmar pero era lo contrario. Poco faltaba para llegar a tener un dolor de cabeza y no de los inofensivos.

— Gary, te daré cinco segundos. Tienes que decirme lo que ocultas.

— ¿Estás... amenazándome? .—Si, habían millones de alternativas. Demasiadas formas de hacer las cosas pero lo suyo era hacer las cosas a la fuerza. Aún así, el rubio se dejaba sorprender por viejos hábitos que ya conocía.

— Quiero ayudarte.

— ¿Ayudarme? .—Estaba a nada de explotar y soltar su lengua— ¿¿Ayudarme??. Quinn, esto es completamente lo contrario.

— Si entendieras- .—Fue interrumpida.

— No, no hay nada qué entender .—Iba a ir demasiado lejos con la persona errónea y en el peor de los momentos. Ya nada de eso importaba— ¡Dices que quieres ayudarme pero siempre vigilas cada paso que doy, tomas mis decisiones y lo peor de todo es que intentas que viva tu estilo de vida!.

— Gary... .—Sin palabras decide callar.

— No lo había notado antes pero si que me ha quedado algo claro .—Se pausa, intenta pensarlo dos veces. Al final no cambió su forma de ver la situación— Eres como mi madre.

— ¡Eso no es verdad! .—Ofendida alza su voz con todo derecho.

— Mírame bien, Quinn. ¿Es que no lo ves?, no puedo vivir como tú, ni mucho menos pensar como tú a pesar de que realmente quisiera .—Suspira— No puedes cambiar el modo en el que me ve la gente o cambiar lo que piensan de mí. No puedes arrebatarme esto.

— Si puedo.

— No .—Ahora su voz se suaviza. Rendido vuelve a tomar las riendas de su boca y pone su alto— Esta es la vida que llevo, no la puedo cambiar.

— ¿Pero porqué te aferras tanto?, ¿qué ganas con eso? .—Quería llorar pero contuvo sus lagrimas con mucho esfuerzo. Gary ríe levemente por lo bajo antes de responder, generando confusión.

— Aunque no lo creas... si he ganado algo .—Sonríe— Ahora, debo irme. Nos vemos luego.

— ¡H-Hey!, ¡no te vayas! .—Hace el intento de pararlo pero fue en vano. Sabía que este la había escuchado y por esa misma razón no intentó detenerlo una segunda vez. Se había rendido. Por un segundo al menos si lo hizo. Sin importar el esfuerzo siempre terminaba siendo dejada atrás.

Pasa junto a KVN sin dirigirle la palabra y se aleja tomando el otro camino que la llevaría a su casa. Quería llamar, buscar a alguien con quien pudiese hablar pero ánimo no tenía. Pensaba de manera constante en el tremendo cambio que esa mujer hizo sobre su amigo. Imaginaba cómo sería aquella persona que logró plantar tanta seguridad en Gary cuando ella por años no lo había podido hacer. Por otro lado, Gary tras el transcurso de un par de horas llegó a casa con la agradable sorpresa de que no había nadie en casa. Claro, eso pensaba. Un escandaloso ruido se deja delatar a lo lejos. Su cuarto era la fuente de donde provenía. Tenía miedo recorriendo cada fibra de su cuerpo mientras sus pasos torpes y lentos caminaban hacia lo que se pensaba que sería su fin. Con la mano en el picaporte cierra sus ojos fuertemente y tomando suficiente aire conteniéndolo en su pecho abre la puerta con valor.

— ¿¿Quién anda ahí?? .—Grita dirigiendo la mirada a cada rincon. Ropa suya esparcida por todos lados, objetos tirados, cama levemente desecha... claramente algo o alguien estaba invadiendo. Y debajo de la cama oye un gruñido leve, casi inaudible. Aprovechó que había unos pantalones en el suelo para patearlos debajo de la cama y obligar que saliera del escondite.