Your Name→ Choi Soobin

End ¿?

Me cuerpo se balanceaba en la hamaca tejida que estaba en el enorme, no exagero, era un patio gigantesco, parecía un parque. Mirando el cielo azul que pintaba nubes que mi propia consciencia le buscaba formas con las que asociar, tenía alrededor de media hora acostada aquí escuchando la sinfonía del tiempo breve, tiempo que solo se disfruta en silencio.

— Soohee.

Me exalte y terminé cayéndome de la hamaca parando en el pasto entre los árboles donde estaba acostada. Me quejé tocando mi hombro.

— Nana, ¿No preferías matarme directamente?— Dije parandome, ella soltó una risita y se disculpó.

— Lo siento niña, Soobin te está esperando en la cocina.

La nana en realidad es la nana de Soobin, y estoy en el patio de Soobin. ¿Quién diría que mi novio es ridículamente millonario? Hace unas horas estaba con el hasta que tuvo que resolver “algo” y me dio permiso para pasear por la casa, en realidad yo le dije a la nana que me llevará al patio. Una casa enorme debería tener un patio enorme. Entre por las puertas de cristal caminando con calma hasta la cocina, al entrar Soobin se estaba sirviendo agua.

— ¿Qué parte de que tiene que llamar a alguien para hacer algo no entiendes?— Me burló de el, hace días un chico del personal que trabaja en la casa lo regaño por lavar y picar una manzana el solo.

Soltó una risita sarcástica, y luego me sacó la lengua.

— Que graciosa.— Dijo con la misma cara de “Mira como me muero de la risa”

Me acerco a el y lo rodeo con mis brazos, me lleva como dos cabezas, me pasa uno de sus brazos por mis hombros mientras con el otro toma del vaso que tiene en su mano, logro escuchar cuando traga y empiezo a reír.

— ¿De que te ríes?

Levantó mi cabeza para verlo a la cara.

— ¿Sabías que se escucha raro al tragar cuando estoy pegada a ti?— Dije poniendo mi barbilla en su pecho.

Dejo el vaso en el mesón y puso sus manos a los lados de mi cara.

— Pero qué lindas eres.— Dijo poniendo boca de patito y alargando la última palabra.

— No soy una niña.— Dije.

Me dio un corto beso, luego empecé a reír bajito.

— ¿Viste que eres como una niña comiendo su dulce favorito?— Dijo apartando sus manos de mis cara para poner sus brazos sobre mis hombros.

Nos miramos un rato en silencio, Soobin se acerca lentamente hacia mi rostro al rozar nuestros labios

— ¡En la cocina cochinadas no!— Grito la Nana.

Soobin y yo nos alejamos como si el otro tuviera garrapatas, yo mire para otro lado y Soobin se empezó a rascar la cabeza.

— Nana, no son cochinadas.— Dijo Soobin.

— Mis niños, lo que se siente aquí,— Dijo señalando su boca.— Se siente aquí— Termina la oración señalando lugares donde no da el sol.

— ¡OK! Mejor me voy.— Dije huyendo de la escena.

Al llegar a la puerta principal siento que Soobin me está siguiendo, al estar fuera de la casa caminamos hasta la entrada donde Soobin tiene que pedirle al portero que habrá el portón.

— ¿A donde quieres ir?— Preguntó Soobin.

— Tengo que hacer algo. Quisiera que me acompañaras.

— Voy contigo al fin del mundo si quieres, pero tienes que sostener mi mano.

Rei ante lo cursi que sonó eso.

[•••]

— ¿Segura que quieres hacer esto?

Estaba parada fuera de una casa con la mano alzada con miedo de tocar la puerta.

— Si. — Dije firme.— ¿Me puedes esperar aquí afuera?

Soobin asintió y se camino a mis espadas hasta quedar en la acera. Respire hondo y toque la puerta, pasaron unos minutos hasta que me abrió un señor que con algunas canas coronadas en su cabeza.

— ¿Qué haces aquí?— Dice el, sin perder el respeto.

— Quisiera hablar con usted.— Dije. — y con Haneul.

El me miró en silencio haciéndose al un lado para que pudiera entrar. Al entrar espero parada a que me de permiso a sentarme.

— Acompañame. — Dijo pasando por mi costado caminando a lo que parece es una sala de estar. Todo es bastante cómodo.— Siéntate, iré a llamar a Haneul.

Al desaparecer mire alrededor, fotos de Haneul con su papá, fotos de ella sola, algunos certificados. Nada extraño.

— No debiste haber venido.— Dijo Haneul entrando con calma contenida en la sala.— Pero esto lo hago por mi papá.

Dijo sentándose en el sillón individual a mi lado, luego el señor entro con unos vasos de agua dejándolos en la pequeña mesa que estaba entre los muebles.

— Yo... Yo vine a disculparme.

— No necesito tu mier...

— Haneul.— La interrumpió su padre.

Respire hondo, mire al señor y me mira con una mirada que no logro descifrar.

— Mi mamá estaba muerta hasta hace unos años. Estaba internada en el hospital porque estaba “Enferma” pero en realidad estaba embarazada, no de Haneul, aún no sé cómo ocultó ese embarazo. Un día mi padre fue a verla y los doctores dijeron que murió y movieron muchas piezas para que no sospecharan, lo que en realidad paso es que mis abuelos se la llevaron a Daegu. Fingió su borrada del mapa, mi padre quedó con una niña de cinco años bajo su cargo. Yo vengo a disculparme porque mi madre nunca lo hizo, y ella también es la madre de Haneul, cómo se olvidó de ella se olvidó de mi. Todo esto es un mal entendido que yo quería hablar con ustedes.— Me quedé en silencio.

El padre de Haneul asintió con la cabeza y Haneul estaba muda, no dice nada.

— Deberías irte, Soohee. — Dice el padre de Haneul.

Yo me levanto y el padre de Haneul me acompaña hasta la puerta donde me despide, con una reverencia me despido y camino lento hacia Soobin.

— ¿Y?— Dijo Soobin.

— Ellos me escucharon y después me echaron, pero esta bien, lo entiendo. Tengo un peso menos porque me dieron la oportunidad de hablar y con eso estoy satisfecha.— Dije limpiando una lágrima traicionera que bajo por mi mejilla.

Al hablar con esas persona me siento una persona emancipada, esta historia fue bastante simple y no sé como vaya a parar mi futuro con Soobin pero al dejar de lado las cosas malas y empezar a mirar adelante y vivir sin preocupaciones y sin malditas cartas que me desesperada y enamoraban no puedo decir que todo esté viaje fue en vano, conocí, me caí y aprendí de estas experiencias.

Y puedo decir que lo mejor que me pudo pasar fue saber las maravillas que puede tener el estar en busca de...

Tú nombre.

End.

[•••]

Y llegamos al final, WoW, simplemente eso. Esta historia la hice y me acompaño en el momento más difícil de mi vida y darle una conclusión, me siento realizada.

No se si les guste o no, yo estoy satisfecha con mi historia y sus personajes.

Y bueno monas. Gracias por acompañarme en este viaje y del fondo del recontracoñisimo de mi corazón.

Espero que vivan una vida feliz.