Ji Min se inclino un poco sobre su pupitre y de reojo observo el frío perfil del actor sobresalir entre el cabello rubio de Jenny. Estaba atento al pizarrón y a lo que el maestro decía sin hacerle caso al mundo exterior.
Suspiro de forma cansada.
Hacía tres días que le había golpeado en el rostro causando un reverendo alboroto en toda la escuela. La noticia de que le había pegado a Jung Ho Seok se había regado como polvorín por cada rincón del lugar. Jenny no le hablaba desde entonces. En los desayunos, que era cuando les acompañaba, les había dejado solos. Yoongi pensaba que se había desquitado de lo que Ho Seok le había hecho un año antes y prefirió no sacarlo del error. Pero cuando los alumnos lo rodearon a la hora del almuerzo para cuestionarle por lo sucedido, se quedo callado diciéndoles que era algo entre el actor y él.
Y realmente si era algo entre ellos dos.
Ese día pudo ver la fría mirada que Ho Seok le dirigió cuando se vio rodeado de todos esos chicos. Se dice que las mujeres son chismosas, pero los hombres no se quedan atrás. Todos querían saber el motivo del pleito, pero aferrándose a lo que pudo, evito hablar del asunto. Ni siquiera a su representante, le dijo el motivo por el que le había pegado a Ho Seok. Solo le hablo para advertirle que estuviera pendiente de la demanda que le harían llegar. Jamás había escuchado Lee Hyuna tan molesta como ese día.
Había estado soñando con el día en que golpeara a Ho Seok, pensando que se sentiría mejor al ver el moretón del ojo en su cara. Pero no era así. Lo que pudo ver en esos días fue el labio reventado y lejos de hacerle sentir mejor, se sentía culpable. Un sentimiento nada agradable.
Algo que se le hacía muy extraño, es que la noticia la sabían todos los alumnos, pero, ¿y los profesores?. Había golpeado a un alumno y no a cualquier alumno, había golpeado a Jung Ho Seok y la prueba era ese labio, pero no había sido mandado a detención por ello. No es que le gustara estar detenido, pero los profesores no dejaban pasar algo como eso tan fácilmente. Pero parecía que por única vez, se había salvado.
Ojalá dijera lo mismo de la demanda.
Sin embargo, ya era viernes y la demanda aun no caía. ¿Tanto tiempo se llevaban?, bueno, no conocía tanto de leyes como para saber si una demanda por agresión se tardaba más de un par de días. Pero cuando había visto en las noticias de espectáculos que Hobi agredía a algún reportero, al día siguiente ya avisaban de la demanda en su contra.
¿Se habría arrepentido?
¡No, que va!, eso lo dudaba. Incluso la noticia de que un alumno lo había golpeado se menciono en las principales páginas de Dispatsh. Y era poco probable que algo así fuese ignorado por el actor.
Lo único bueno de todo esto, es que Ho Seok ya no había vuelto a besarle. Ojalá hubiese sabido desde el primer momento que la forma de detenerlo era golpearlo.
Suspiro de nuevo bajando la vista hasta la paleta de su pupitre para volverla a levantar y voltear hasta donde Ho Seok se sentaba.
Sintió como un calor subía por todo su rostro cuando su mirada choco con la celeste del actor que le miraba insistentemente. Su corazón comenzó a latir de forma ruda en su pecho y se obligo a si mismo a fruncir el seño en señal de molestia. Pero la orden no era seguida por su cuerpo y sus cejas permanecían elevadas con sorpresa.
- ¡Maldición que estoy haciendo! – murmuro en voz baja recargándose por completo en el pupitre haciendo que la figura de Jenny ocultara al actor en su lugar.
Por suerte ya era viernes, era la última hora y después de comida tenía permiso para abandonar el colegio. El trabajo no le caería nada mal, eso le obligaría a dejar de pensar en la maldita demanda que no llegaba. Y sobre todo, le permitiría ocupar su cabeza en otras cosas que no fuera el actor Jung. Tendría todo un fin de semana de descanso, ya que no le vería más. Y la semana siguiente, por fin comenzaban los talleres que le mantendrían ocupado toda la tarde. Necesitaba regresar al taller de teatro, al de danza contemporánea y al de pasarela. Y por supuesto, el nuevo curso de canto. Lugares en los que estaba seguro, el actor no estaba inscrito.
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Entre el amor y el odio.
Teen FictionPark Ji Min es un hermoso y talentoso idol, a sus 23 años cuenta con una carrera exitosa, pero como todo artista en el mundo del espectáculo tiene su némesis, Jung Ho Seok, un guapo rapero y actor con un carácter del infierno que se asegurara de hac...