Al salir de la oficina de la directora allí estaba Meli ella y la directora hablan un momento y le entrega lo que veo es una copia de mi horario de clases.
— Oye en todos mis años en esta escuela nadie había enfrentado a Sheyli la última persona que lo intento se terminó transfiriendo a otra escuela, eres valiente.
— No me asustan las abusadoras como ellas, y no dejaré que ella por ser hija de la directora me hable así, no señor.
— Supongo que por venir de otra escuela tienes valor.
— No Meli se llama amor propio y que mis padres me enseñaron a defenderme — digo esto medio riéndome, recordar cómo mi padre contrato a un entrenador para que me enseñará defensa personal me mata de la risa ya que gracias a eso me pude defender del abusador de mi antigua escuela en serio el chavo quedó con un ojo morado y yo con un castigo de una semana pero ese lo merecía.
—Bueno, estamos en tu primera clase, regreso cundo termine la hora para llevarte a la siguiente.
— Gracias Meli — le digo esto y le doy un abrazo, ella se tarda un momento pero me lo corresponde.
Me separó de ella y entro al salón.
Miro a a maestra que ya a empezado y le entrego mi hoja.
Miro a dónde están los alumnos y genial allí está Sheyli, parece que vamos en el mismo año.— Bueno alumnos ella es Jud Ramírez su nueva compañera, se acaba de transferir así que sean amables, busca el lugar que quieras y siéntate señorita Ramírez.
Tardo unos segundos en actuar, no me acostumbro que me llamen por el apellido de mi madre, pero lo hago busco un lugar, lo encuentro justo atrás de la abusadora.
En lo que voy pasando Sheyli pone su pie en mi camino y si no fuera tan buena con mis reflejos me hubiera caído.— Un poquito pasada de moda no crees Sheyli, deberías de buscarte nuevas maneras de molestar a las personas — le digo esto cuando me siento.
Solo veo como agarra el asiento tan fuerte que sus nudillos se han vuelto blancos. Huy parece que alguien se enojo.
Punto para Jud.Esto se pone cada vez más interesante.
A la hora del almuerzo, estoy sola comiendo y Sheyli no ha parado de mirarme, siento que en cualquier momento se levanta y me mata, pero sabe que no puede porque sería llevada a la dirección y aparte de recibir una regañada de la directora a la vez la recibiría de su madre que horror.—Puedo sentarme — miro en dirección de dónde me han hablado y veo que es Meli.
— Claro Meli — le digo haciéndome a un lado.
Estamos hablando de las clases cuando siento la mirada de odio de Sheyli y que alguien se para a mi lado cuando miro hacia arriba, mi sonrisa de malicia se enciende en mi cara.
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Un Último Adiós
JugendliteraturTodos queremos decir nuestro último adiós. Pero no todos tenemos la oportunidad de hacerlo Podrá Jud Finley hacerlo?