Mi Familia

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La cita con el médico duro una eternidad.

Al volver a nuestra casa subo de inmediato a mi habitación, saco todos los libros de mi mochila y empiezo a estudiar.

— Toc, Toc, puedo entrar mi niña?

— Si mamá pasá. — me hago a un lado y le dejo un campo en la cama a mi mamá.

— Que tal tu primer día de escuela?.

— No es tan diferente a mi antigua escuela, y la directora y maestras fueron muy discretas en cuanto a mi apellido y padres así que no tuve problemas en eso mamá.

—  Me alegra mi niña.
Dentro de 4 meses llegan Megan y su    familia, te emociona eso bebé?

— Claro que si mamá, ya extraño muchísimo a Megan, ya quiero que esté aquí.

— Conociste a alguien nuevo en tu escuela, alguien con quién te puedas llevar en estos 4 meses?

— Si, la chava que es mi guía en la escuela es muy amigable, almorcé con ella.

— Me alegra cariño, te dejaron muchas tareas?

— Si mamá por alguna razón creo que tendré que ponerme al día de todas las clases y trabajos de 2 meses. Así que si tengo mucho por hacer.

— Entiendo cariño, prefieres cenar en tu habitación o con nosotros?

— Mmm con ustedes mamá, sabes que no me gusta comer sola.

— Le diré a Rosita que ponga la mesa entonces.

Mi mamá me da un beso en la frente y sale de mi habitación. Justo en ese momento mi móvil suena.
Contestó sin siquiera ver el nombre en la pantalla.

— Hola buenas.

— No crees que es un poco formal hablar de esa manera a tu mejor amiga.

— Megan — prácticamente grite en su oído

— Chica se que me extrañas, pero me dejaras sorda si vuelves a hacer eso.

— Perdón es solo que en serio deseo que estés aquí.

— Es verdad hoy fue tu primer día de escuela, cuéntame qué tal, lo quiero saber todo. ¿Hay chicos guapos allí?, Dime qué sí.

— Ok antes que todo, si hay chicos guapos para ti.

— Chica ya me convenciste me mudo de inmediato allá.

— Ufff eso sería perfecto, así me ayudas a lidiar con la pesada de la hija de la directora.

— Es tu primer día y ya tienes una enemiga?, Chica eres veloz.

— No fue mi culpa, mira te cuento — pase una hora entera contándole todo lo que pasó hoy en la escuela.

— En serio que esa Sheily es pesada, perooooo ese Matías no se escucha nada mal he.

— Tu no cambiarás Megan.

— Quieres que cambié?

— No la verdad no.

— Bueno no te quejes que cuando estamos juntas la pasas de maravilla, oye me tengo que ir mi papá va a dar una conferencia y me quiere allí, ya sabes cómo es esto.

— No la verdad no lo sé, recuerda que no formó parte de la vida política de mi padre.

—Te envidio sabes.

—No, no lo haces, tu amas las cámaras.

— En eso tienes razón, te amo chica cuídate.

— Igual tu, no hagas algo loco.

Megan cuelga y yo me quedo acostada en mi cama observando el techo, pensando en Megan.
Somos amigas desde que nacimos, normalmente ella estaba en mi casa o yo en la de ella, y después que me operaban o me daban algún tratamiento muy fuerte que me exigía reposo absoluto, ella se hacía pasar por enferma también y exigía quedarse a mi lado y que la cuidarán también. Eso ayudo a sobrellevar todos los males.
Pero a diferencia de mi ella si forma parte de la vida política de su padre, al igual que mi padre el padre de ella es senador. Todos pensarían que son rivales hasta la muerte, pero no es así, ellos han sido amigos desde la infancia, y se postularon para senadores por una apuesta, desde ese momento su vida gira entorno a la política y sus familias claro.
Somos una gran familia.
Megan tiene bien decidido su futuro, será senadora, seguirá los pasos de su padre.
En cambio yo, pues sigo pensando que estudiar, no tengo ni la menor idea de que hacer.

Un Último Adiós Donde viven las historias. Descúbrelo ahora