Just an attempt -J.JK- Secuela De 6 Months.

VII - Recuerdos

Hace tres años atrás.

Mis manos apretaban fuertemente mi maleta y mis ojos llorosos estaban completamente perdidos en alguna parte del ascensor donde casi Jeon me hizo suya.

Mi corazón latía con fuerza, dolía, ardía y pinchaba, sentía que iba a morirme por lo mucho que dolía este sentimiento.

El ascensor se detuvo y mis lágrimas siguieron cayendo por mis mejillas, haciéndome ver como una mujer débil ante cualquiera que se pusiera en mi camino.

Con pasos torpes salí de aquel lugar, sintiendo las pequeñas gotas de lluvia caer sobre mi cabeza con lentitud siendo que poco después empezarían a caer con fuerza.

Mi cabeza solo me repetía que debía volver y pedirle que no me dejara, intentar pero no, mi cuerpo y corazón estaban decididos en irse de aquel lugar donde había sido torturada por mi misma.

Detuve mi andar en la parada del bus y este ni siquiera se detuvo, siguió con su camino y me mojó completamente por él agua sucia del suelo.

Me sentía miserable, tan inútil y miserable que me deseaba la muerte misma por la depresión por la que estaba sufriendo.

Camine por calles, camine por horas buscando un paradero y ningún lugar me dejo estar bajo su techo. Estaba mojada, llorando y con miedo de que la situación empeore mucho más.

Me detuve frente a un hotel que tenía un gran techo por fuera y me senté apoyada en la pared sin soltar mi maleta. Me sentía tan sola...

— ¿Qué haces ahí? —una voz bastante dulce se coló por mis oídos, dandome curiosidad, tanta como para girarme y ver ahí a un chico de lo más bonito y con un rostro preocupado.

Traía un paraguas en su mano y un abrigo además del que tenia puesto. Abri mis labios para contestar pero él se acerco y tomo mis manos, levantandome de donde estaba.

— ¿Estas bien? ¿Que haces aquí? ¿Y tus padres? —estaba realmente preocupado y comencé a compararlo con la fria personalidad de Jeon al verme llorar antes de irme. No pude evitar deshacerme y sollozar fuertemente por mi dolor— Oh mierda... —me cubrió el cuerpo con su abrigo y rodeo todo mi ser con sus brazos, acariciando mi cabello con suavidad.

Mi corazón comenzó a latir lento y suave, me sentía tan segura en sus brazos que deje de llorar, olvidando por pequeños instantes mi situación actual.

Articule palabras y pude responder a sus preguntas que anteriormente me bombardearon.

— E-estoy perdida y no tengo padres... —susurre, no quería dar mucha información.

— ¿Enserio? —se separo de mi y tomo mi maleta al igual que mi mano, dejando su paraguas en ella— Entonces, vamos a mi casa, no te haré daño, te lo prometo —su sonrisa me hizo confiar en sus palabras.

Caminamos en completo silencio hasta que lo rompió, contándome un chiste bastante malo que, por algún motivo me saco una sonrisa a pesar de lo horrible que había sido.

No me sentía incómoda, me sentía a gusto junto a él y poco a poco pude tener algo de confianza cuando me hablo de si. Él trabaja en ese hotel como recepcionista y vive solo en una casa a unas varias calles de aquí.

Mientras caminábamos un jarrón bastante bonito llamo mi atención.

Me acerqué a la tienda y mire con detalle lo bonito que era, poseía la palabra "我喜歡你" la cual significa me gustas en chino. Además de eso tenía líneas finas que dibujaban un precioso árbol.

— Woa... se ve súper frágil... —murmure, y al percatarme de que estaba siendo observada me aparte y volvi con Seokjin quien estaba un poco mojado ya que yo tenía el paraguas y me había alejado— L-lo siento...

Los minutos pasaron y llegamos a su casa. Era bastante grande pero al mismo tiempo acogedora, llena de fotografías de él y su familia, libros, entre algunas cosas más que la hacían ver menos vacía.

Me llevo al baño y dejo mi pijama sobre la mesada y un conjunto de ropa interior para que me pusiera. Me dio algo de pena saber que había visto eso pero le reste importancia y me duche.

Llore bajo la regadera y cuando termine tenía la nariz roja al verme en él espejo.

Cuando salí había un increíble y delicioso aroma en toda la casa.

Al bajar y estar en su cocina, había mucha comida. No sabía cómo podria agradecerle todo lo que estaba haciendo por mi...