🌀La Revolucion del Nahual🌀

Rompiendo la calma.

Para los Dioses no fue fácil atravesar por la traición y rebelión de sus hermanos, los ataques que parecían no cesar, en una lucha donde se midieron las fuerzas del bien y el mal, finalmente llegó a su fin. Con ello, la luz prevaleció sobre la oscuridad, el sonar de aquellas trompetas anunció la victoria. La gracia que alguna vez abundó sobre los desertores rebeldes fue arrebatada, y con ello su destierro del mundo Divino.

Los Dioses no tuvieron más remedio que reparar los errores cometidos por sus hermanos en la Tierra, trayendo paz y abundancia, sus enseñanzas eran impartidas con libre albedrío, sin embargo, algo no estaba bien del todo. La humanidad ya había sido tocada por la oscuridad una vez, ¿cómo poder borrar del todo los pecados que se les ha mostrado?, el hombre sin lugar a dudas se había vuelto codicioso, avaro, con derecho al descubrimiento del poder y lo desconocido. Aun para los Dioses era algo de aborrecer, puesto que la idea era que el hombre y todo ser viviente pueda elegir el bien sobre el mal, así su fe y devoción sería sincera y no por obligación para con las Deidades

Durante mucho tiempo todo parecía estar tranquilo, los Dioses se alejaron del plano terrenal al dejar sus palabras y enseñanzas, pero la verdad era que el mal y las tinieblas se movían con sigilo, arrastrándose como serpientes en sumo silencio, esperando el momento para atacar.

Para su infortunio, dos Dioses eran lo suficientemente precavidos y tenían la certeza de que la oscuridad regresaría, por lo tanto, se encargaron de encomendar una importante tarea a sus creyentes más fieles y devotos, cubriéndolos con su bendición para dicha misión. Su deber era reunir múltiples reliquias poseedoras de poderes extraordinarios, para así guardarlos en un cofre, el cual una vez fue un regalo de los Dioses, pero que esta ocasión sería usada para contener y alejar el poder de las manos equivocadas.

Los años pasaron y con ella la historia fue avanzando, nadie sabía del cofre ni mucho menos de su contenido, quienes tenían conocimiento de dichas reliquias nunca las encontraron, algunos llegaron a pensar que los Dioses las habían reclamado durante el siglo vacío. Pero, ¿dónde estarían?

Lo cierto es que los Dioses confiaron esa importante misión a un Clan cuya existencia no era muy conocida, y mucho menos su ubicación.

Este clan o tribu se encontraba en las profundidades de una isla alejada de la civilización. Está llevaba por Nombre Nomuga, un lugar donde predominan las criaturas mágicas. La tribu tenía por Nombre Nahualys, una especie de brujos quienes respetan la naturaleza y son los encargados de proteger, cuidar y preservar la paz y el ecosistema de la isla. Esta raza de brujos tiene la capacidad de manipular e influenciar los elementos y la materia en general. Como en cualquier tribu, cada integrante cuenta con una tarea asignada. Las mujeres se encargan de recoger frutos, tejer, preparar los alimentos y estudiar las plantas medicinales. Los hombres, por otra parte, se encargaban de la cacería, la vigilancia de la isla en general, manteniendo a todas las criaturas en paz, así como también purificar y derrotar cualquier ente maligno en los alrededores.

Algunos Nahualys son elegidos para una corte especial, encargados de la toma de decisiones, ayudando de esta manera al jefe de la tribu, un viejo sabio reconocido por salvar la isla y a todos sus habitantes de la oscuridad en su juventud, con un vasto conocimiento en todas las artes de su raza y la naturaleza misma, quien paso casi toda su vida en meditación hasta alcanzar la iluminación. Morel era el nombre de este sabio, que consideraba a toda su tribu como su familia, cuidándolos de todo peligro y compartiendo sus conocimientos, guiando a la siguiente generación. Cuya apariencia era la de alguien que media aproximadamente un metro setenta, de piel clara y con un cabello largo y blanco por genética. Éste vestía un himatión o túnica blanca que tenía grabado el emblema de su clan. Además de amuletos artesanales que adornaban su vestimenta.