"La traicion, la venganza, el intelectro..."
Levantó sus manos hacia el cielo, provocando que las mangas de su sueter, bajaran de su muñeca hacía su antebrazo, moviendo ligeramente su cabeza quito su castaño flequillo de su frente.
"dame el poder de cambiar su asqueroso aspecto..."
El cielo se oscurecio, rayos comenzaban a caer por el perimetro, mientras corrientes de aire se deslizaban por el lugar.
"el dolor, la oscuridad, la inconsciencia..."
Sus ojos se tornaron rojos, la lava bajo el.altar burbujeo, provocando que ardientes burbujas se elevaran por el lugar, explotando a la mínima perturbación.
"dame el poder de cambiar su viscosa apariencia."
Un último rayo cayó a pies de la escultura que había dedicado especialmente a sus nuevos dioses, dejando consigo un rastro de la electricidad que había perpetuado en la piedra, atravesandola y con tal energía, un cuarteto de pocimas, burbujeantes y de un naranja chicloso.
Agradeció con una tetrica sonrisa en su rostro y tomó dichas botellas, oscureciendo su mirada mientras lanzaba una oveja como agradecimiento por las herramientas para propiciar el próximo pasó en su venganza.
Apenas estaba comenzando.
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Arreglaba sus terrenos, perdido en sus pensamientos, ¿Cómo habían llegado a eso? Ahora le explotaba su zona, le quemaba todo... destruía su casa.
Aceptaba que sus acciones eran mal vistas por cualquiera, pero seguía firme en llevar a cabo su plan inicial. Nadie le detendría.
Ni el mismo Luzu.
Aunque su plan era enteramente en protegerle.
Y mientras hablaba del rey de Roma, le vio acercarse, con una sonrisa en su rostro, salió a recibirle. No le extrañaba tal visita, pues hacía unas horas le había ido a visitar, diciendo algo desanimado, pues no habían intercambiado palabra, que si se me ofrecía algo, cualquier cosa, sus puertas estaban abiertas para él.
"Te he traído un regalo"
Fueron las últimas palabras antes de que el castaño le lanzara algunas botellas, cegandolo y tirandole al suelo, quedando finalmente inconsciente.
Al despertar, pudo notar el frío cristal bajo su piel y al levantarse, su sorpresa fue mayor.
Sabía que estaba dentro de casa del mayor, pues podía escuchar a Manolo en la otra habitación, ademas de que reconocía la decoración de ese cuarto.
El dormitorio de Luzu.
No sólo había ampliado la habitación, sino que había hecho una especie de piscina, similar a la que juntos, le habían hecho a su hija Luziana.
—Dios mío... ¿Pero que es esto?- se levantó, postrando sus manos en el cristal, notando como la baba pegajoza de lo que ahora era su piel, se quedaba pegado al cristal.
Miró su mano aterrado, despegandola del transparente material y tocando su cara, sintiendo una asquerosa sensación bajo su "piel".
—¡Luzu!- gritó, más en un sollozo que con enojó —¿Que cojones me has hecho?- el reflejo en su cristal, le dejó ver un poco de la deformidad de su cara. Temblando tocó el reflejó y apreto sus labios —¡Luzu!- volvió a gritar, esta vez con mas furia en su voz.
—Mi Auroncito, deja de gritar- viendole desde el marco de la puerta, se encontraba el dichoso "Luzufer", nuevo apodo que el pueblo le había dado —Ahora eres mío, de mi exhibición y no podrás escapar- Y no creía nunca que sentiría asco de la dulce sonrisa que le dedicó, esa sonrisa con la que me recibió cuando llegó a Karmaland.
Le había perdido.
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¿Slime, miel, lava o una puta naranja?
CasualeDiferentes resultados de la maldición impuesta por Luzu a Auron. Dedicado a: ♥@Auraxam_4k quien me hizo la hermosa portada del libro. 💙@Apendicechileno (Evil Apendice twt) quien nos permitió hacer uso de su dibujo para la portada. Les amo mucho, gu...