Un Idiota Enamorado

El amor en la UA

Despierta con los primeros rayos del sol alumbrándolo a través de quien fue su almohada durante la noche, es increíble como alguien puede sonreír hasta estando dormido, pero ahí esta su mejor amigo recostado a su lado con el rostro en paz y las comisuras de sus labios en una pequeña curva, una ligera sonrisa iluminando su rostro.

Dejando un poco la maravillosa vista de lado, dirige su mirada hacia su reloj de pared para quedar paralizado por unos segundos, son las 7:15 a.m. y sus clases comienzan a las 7:30.

-Mirio levántate- Llama a su amigo y lo sacude con cuidado.

-N-noooo- Se queja el rubio quien lo sostiene de brazos para que deje de sacudirlo y lo abraza hacia él.

-¡Mirio!- Exclama alzando un poco la voz mientras se libera del agarre de su amigo.

Por fin lo ve abrir los ojos mientras dirige su mirada de un lado a otro en el cuarto sorprendido de que ya sea de día.

-Tamaki, nos quedamos dormimos toda la noche..

-Si, lo sé y mira que hora es- Dice apuntándole su reloj de pared.

-¡Oh rayos! ¡Debo ir a cambiarme! ¡Tamaki disculpa! ¡Recogeré luego mi ropa! - Dice antes de rápidamente atravesar la pared hacia su habitación, que convenientemente queda al lado de la suya, dejando todas sus prendas caer al suelo.

No recogeré eso, piensa Tamaki algo molesto por el pequeño desorden que acaba de dejarle su mejor amigo.

Durante las siguientes horas no puede dejar de pensar que pasó la noche con su amor platónico, no es la primera vez que pasan una noches juntos pero ahora su mente viaja a cada instante al momento donde siente que los brazos de Mirio lo acercan a su cuerpo, no puede evitar sentir felicidad y el estado de ánimo mas levantado, incluso sonríe hacia la pared cada vez que lo recuerda. A la hora de receso solo se le ocurre buscar a una persona para compartir su felicidad.

Every time I think of you...
I feel a shot right through with a bolt of blue...

-No puedo dejar de pensar en él Nejire- Comiendo por detrás del salón de música se encuentran los dos amigos sentados en el césped, Nejire le ha estado llevando muchos dulces para compartir -Ha estado preocupado por mi y no pude inventar una excusa pero aún así me acompañó.

-Solo tú para llorar por él ayer y hoy regocijarte de felicidad, eres un idiota enamorado- Le dice la joven de celestes cabellos mientras se lleva a la boca unos ositos de goma -¿Y cuando le dirás que babeas por él desde la primaria?

-¡Jamas! No digas eso por favor quiero seguir conservando a mi mejor amigo.

-Que cobarde, por eso es que te digo corazón pollo ¡Corazón de polloooo!- Comienza a reír y despeinarle el cabello.

-¡Nejire vas a hacer que se me caiga la comida!- Se queja e intenta apartar las manos de su amiga.

-¡No! ¡Nada de eso ya verás como te dejo por ser un cobarde!- Seguido a sus palabras la joven se coloca encima de él a seguir arruinando su peinado mientras su amigo intenta defenderse lloriqueando.

-¡Ya suéltame!- Exclama Tamaki mientras alterna sus lloriqueos con risas.

-¡Te dejaré si te vuelves de dulce!- Dice su amiga sobre él mientras lo despeina y hace cosquillas -¿Puedes verdad? ¡Será interesante verlo!

Nejire continua su tortura hasta que oyen que alguien se aclara la garganta cerca de ellos y se detienen sorprendidos para ver a Mirio parado frente a ellos.

-Con que aquí estaban ustedes dos- Dice sonriente como siempre -Me preguntaba en donde te encontrabas...- Lo último es dicho dirigiéndose a su mejor amigo.