Si no hay recuerdos...
Iba perdiendo altura, pero por el tiempo que había estado volando, suponía que ya estaban en un lugar seguro, lejos de todos esos psicópatas que buscaban hacerles daño. Eso lo hizo despreocuparse un poco, pero aún así no quería caer de golpe sabiendo que ella podría lastimarse por eso.
Sin embargo, su cabeza no estaba ayudando mucho, se sentía cansado, la cabeza no dejaba de palpitarle y sus sentidos no estaban funcionando para nada bien.
No mucho después, sintió que ya no podía más, sus nuevas extremidades, sus alas, dejaron de responderle y sabiendo lo que pronto ocurriría, abrazó a Marinette y trató de cubrirla por completo con su cuerpo...
(...)
Otra vez...
Otra vez sentía que perdí la memoria y lo único que recuerdo es ver a Marinette amarrada a ese tubo dorado, en medio de toda esa gente loca...
Marinette...
-¡¡MARINETTE!!- Me levanté en seguida gritando su nombre, completamente invadido por el pánico.- ¿¡DÓNDE...!?
- ¡Adrien!- Escuché una voz cerca de mi y vi a Magde en la entrada de mi habitación. Y ahí fui consciente.
¿Estoy en mi habitación? ¡¿Cómo carajos llegué aquí?! ¡¿¿O acaso todo fue un puto sueño??!
- ¿Ma-magde?- ella se acercó a mi con prisa y posó su mano en mi frente.-¿Qué...? ¿Qué pasó?- Dije en casi un susurro y creo a punto de llorar como un niño.
Me sentía asustado, atormentado, me daba pánico el hecho de no saber qué pasaba o lo que pasó. Aunque ahora ni siquiera sé si pasó. ¿Cómo saber si no fue una maldita pesadilla?
Magde se limitó a acariciar mi rostro y más ganas me dieron de soltar las lagrimas, pero mi orgullo era lo único que las detenía.
- Joven Adrien.- Me habló con un tono tierno y tratando de tranquilizarme. Supongo que ve lo alterado que estoy.- Descanse un poco, luego hablaremos...- me recostó nuevamente y dejó un beso en mi frente, pero eso lejos de calmarme, sus palabras me alteraron más.
- ¿¿Hablar??- Volví a incorporarme- O sea que sí pasó algo...- Me levanté bruscamente de la cama y la tomé por los hombros sin medir mi fuerza.- ¡¿MAGDE DÓNDE ESTÁ MARINETTE?!¡¿DIME DÓNDE ESTÁ?!- Cuando me percaté de su mirada llena de terror y el olor a sangre, reaccioné e intenté calmar mi desesperación. Miré mis manos que sostenían sus brazos y mis garras la habían rasgado la ropa y la piel. La solté lentamente mientras veía mis garras llenas de sangre y me sentí de nuevo la peor escoria que haya pisado la tierra.
Yo no quería lastimar a Magde. Ahora no quería lastimar a nadie.
Caminé hasta el baño y vi que seguía desnudo, además de que todo mi cuerpo estaba cubierto de tierra, lodo seco y suciedad.
Me miré frente al espejo y a pesar de lo poco que recuerdo de la transformación, me sentía un poco aliviado de no estar -ni sentirme- como en ese momento de la zona.
Mis ojos estaban verdosos como siempre, mis cuernos ahora sobresalían solo como un centímetro, pero se veían a través de mi cabellera rubia, las garras ligeramente largas, y mis colmillos sobresalientes.
- Disculpame Magde.- Hablé lo más tranquilo que pude.- No quise lastimarte. Pero ahora necesito saber si ella está bien.- La miré a los ojos y traté de transmitirle la preocupación y ansiedad que me causaba toda esta mierda.
- Lo esperaré afuera del cuarto.- Fue lo único que dijo y caminó hacia saliendo del cuarto.
Supuse que me esperaría en lo que me aseaba y me ponía algo de ropa, por lo que procedí a solo lavar mis manos y mi cara, en cuanto viera que Marinette está bien, me daría un bañó completo. Tan solo me puse un pantalón deportivo y salí de la habitación.
Magde me vio y comenzó a caminar directo a su cuarto que yo le había asignado. Tan solo oí como ella giraba el picaporte, sentí mi ritmo cardíaco aumentar, mis manos sudar y unos nervios inmensos generarse en mi interior.
¿Y si estaba despierta? ¿estaba ella consciente cuando me convertí? ¿me vió? ¿me odia por haberla dejado tanto tiempo...?
Se abrió la puerta y Magde me dio paso para que yo entrara primero, al hacerlo me invadió un gran alivio pues aquella chica se encontraba dormida en la cama de Magde, y al parecer se encontraba en un sueño muy profundo. Por ahora no quería que me viera.
Me acerqué a ella lentamente, con un ligero miedo a que despertara. Vi su rostro; por primera vez después de tanto tiempo -y sin ningún tipo de amenaza cerca- podía apreciar su rostro. Sin embargo, lo único que pude sentir fue tristeza, rabia e impotencia...
¿¡Qué mierda le habían hecho durante todo este tiempo esos malditos bastardos?!
Sus facciones estaban demasiado marcadas, su rostro ya no era tan redondo como solía ser, sus mejillas adorables y sonrojadas ahora parecían de una persona que padece anorexia, blancas como de un fantasma; esas preciosas pecas que recuerdo con ternura, parecían simples manchas sobre su nariz... Sus clavículas estaban muy visibles y sus brazos estaban tan delgados que me daba la impresión de que se romperían.
Me arrodille a un lado de la cama, hundí mi rostro en esta misma para ocultar mis lagrimas y con mis manos apreté con furia las sabanas.
- No sé exactamente como llegaron.- La escuché relatar detrás de mi.- Eran casi las tres de la mañana y Plagg no dejaba de maullar como un desesperado, intenté darle de comer pero lo único que hizo fue rasguñar mi pierna y salir corriendo hacia el patio trasero. Cuando salí para seguirlo lo ví cruzar la reja e ir directo hacia el bosque, lo encontré a menos de 5 metros de la casa y fue cuando lo escuché a usted pedir ayuda. Caminaba bastante débil arrastrando a la chica y ambos estaban llenos de lodo y tierra. Luego se desmayo frente a nosotros.
- ¿Ella no ha despertado en ningún momento?- murmuré.
- No. Le limpié el rostro y algunas partes de su cuerpo como pude, enmendé algunas heridas que tenía y...- la escuché respirando hondo y luego exhalar con nervios.- cuando revisé sus pupilas, las noté muy dilatadas. Al parecer la han estado drogando.
- Gr-gracias.- Pronuncié con un leve gruñido saliendo de mi garganta. Estaba tratando con todas mis fuerzas controlar un posible ataque de ira al saber más cosas atroces que Marinette tuvo que pasar.
- Lo mejor es que se dé un baño, joven Adrien.- posó su mano en mi hombro.- Plagg y yo cuidaremos de ella.- escuché un maullido a lado de mi y fue entonces que vi a mi glotón Plagg. Verlo me hizo sentir un poco mejor.
Asentí, me levanté y le di un último vistazo a la azabache.
El agua caliente que pasaba por todo mi cuerpo me relajó de sobremanera, tan solo por 10 minutos no quería pensar, no quería recordar. No quería ninguna imagen o pensamiento que me recordara lo inútil que fui para protegerla...
Después de asearme vi en mi buró una taza con té de manzanilla y una nota debajo.
"Por favor vaya a la cocina después de cambiarse. -M. "
Me tomé el té, me puse algo cómodo y al salir del cuarto vi a Magde sentada cerca de la barra de la cocina con ligeras lágrimas saliendo de sus ojos.
- Adrien, tenemos que hablar.- La miré directamente a los ojos.- Y no te va a gustar nada todo lo que tengo por decirte.
★★★
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Del Cielo al Infierno [AU Miraculous Ladybug]
FanfictionEn la tierra ha tenido varios nombres; Lucifer, Ariman, Apap, Loki, Tiamet, Siva, Belzebu, Pluto, Satán... Pero siempre ha sido aquel ángel caído del cielo, buscando venganza para aquellos que provocaron su destierro de la tierra santa y eterna: El...