1, Noviembre de 200...
Parece como si hubiera sido ayer que festejamos la llegada del Nuevo Siglo, pero han pasado ya algunos años, que pronto la primera década será cuestión de historia. ¡El tiempo se pasa volando!, cada vez se me hacen más cortos los días, como si alguien le hubiese dictaminado acortar las horas para que pasaran más rápido, ¿te imaginas, querido diario?, de ser cierto aquello del Fin del Mundo, seguramente ese alguien está ansioso de castigarnos, hacer rodar nuestras cabezas, y entre tanta impaciencia, le cuesta trabajo aguantarse las horas como son de verdad.
Aunque esa no es la razón por la que inicio mis confidencias contigo, vaya, ni siquiera lo había pensado hasta que estuve frente al papel, veo pues, que es verdad que todos tenemos de poetas un poco. Yo soy una de esas locas de amor, sí, por Carlos Alfredo, un hombre mucho mayor, dice que tiene treinta años, hasta se parece a mi padre, aunque más guapo y con una carrera mucho más llena.
Suele conducir un convertible azul, de esos de marca francesa, como los niños; espero que eso te parezca simpático, porque a mi me causa mucha risa. El caso, diario, es que anhelo poder atraparlo, por aquello de la billetera, ¿te imaginas lo de pensión que le sacaría con un divorcio?, mi maestro de la carrera técnica dice que nadie puede prescindir de sus obligaciones contractuales de matrimonio, y le creo, que eso de los precontratos en donde las estrellas de cine y reelegido obligan a sus futuros cónyuges a renunciar a sus bienes, es una tontería, sobre todo en nuestro país, en donde ya hasta el concubinato tiene el mismo valor que el matrimonio, por ello, su no puedo atraparlo con la firmita, por lo menos así lo haré viviendo con él, a ver cómo le hago para escaparme a sus brazos.
5, Noviembre
La corriente fluye a mi favor, ¡estoy tan contenta!, Carlos por cualquier pretexto va por a la escuela, que por que su necesita compañía para comer, que si ser le olvidó invitarme el otro día, que porque no tiene no teléfono, en fin, a mí me esta dando la impresión de que está cayendo redondito. Fervientemente creó que en pocos días ser me va a declarar, aunque eso ya esta pasado se moda, preferiría que mejor más diera un beso, sólo eso, y ya de ahí yo me las arreglo para que no se me vaya de la manos.
9, Noviembre
Ya está, se me hizo, por fin Carlos se animó y fue de lo más lindo. Primero me tomó en sus brazos, pretextando querer darme un abrazo por unos exámenes que aprobé, después clavo sus labios en los míos. Al principio me molestaban sus bigotes, pero poco a poco me fui acostumbrando.
No me había dado cuenta pero creó que Carlos necesita una dieta con urgencia, se cubre la panza bajo el saco y cuando su inclina hacia el volante ser le bien unos rollos a par de que la camisa le queda holgada. Espero convencerlo de que un posee de horas a la semana en el gym le van a dar mucho resultado, así como también respeto que pronto deje el tabaco, es bastante molesto respirar ese olor.
11, Noviembre
Las cosas van por buen camino, Carlos y yo cada vez estamos mejor, aunque a veces me da la impresión de que quiere esconderme, sobre todo cuando transitamos ciertas colonias, ¿serán mis nervios?, Mónica, mi amiga, dice que es porque tiene una familia, lo que me pone en conducción de la otra, pero creó que más bien está celosa.
En casa las cosas van de mal en peor, ya no soporto los regaños de papá ni a la entrometida de mi hermana, ella siempre esta tratando de hacerme la vida imposible, ¡Imagínate!, hoy se atrevió a ponerse mi falda café, sinceramente no entiendo por qué yo habría de prestarle mi ropa, para eso ella tiene la suya, es bastante molesto. También a mamá le ha dado por estar en contra mía, dice que soy intransigente, y que de seguir por ese camino, pronto quedándome sola y amargada. ¿Es muy absurdo, verdad?, lo único que me alienta es pensar que pronto me iré y ya nadie me dirá cómo hacer las cosas.
