Corazón oculto 「MewGulf-BL」

Capitulo 11: Yai Nong

Ha pasado tiempo desde que me percaté de mis sentimientos y los acepté con todo el corazón. Fue difícil mi ruptura amorosa y lloré por algunos días a solas pues Mayoree había sido mi amiga por años y la había perdido... Pero él siempre estuvo a mi lado. 

En este transcurso, he convivido más con Gulf, me permití abrirme más a él y expresarme sin estar tan preocupado por mis acciones. Después del incidente que viví con mi excompañero de serie quedé muy curtido y cada paso y palabra que decía lo hacía con cuidado, pensándolo muchas veces antes de hacerlo, pidiendo disculpas antes de actuar. Fue una etapa difícil y dolorosa, pero Gulf me dio la confianza necesaria para poder irme quitando aquellos miedos que habían crecido en mí.

Hubo una ocasión en que mi cuerpo traicionero, cuando dormía con Gulf, me hizo pasar la mayor vergüenza que he tenido hasta este momento. Lo estaba abrazando y yo como idiota no me percaté de que estaba erecto, él lo sintió y me lo dijo casi gritando. Me sentí pésimo, me llene de temor al pensar que Gulf saldría corriendo y ya no quisiera saber nada de mí más que para lo estrictamente profesional. Yo casi salía corriendo, no podía verlo a la cara, de verdad me sentí demasiado apenado con él, me sentí como casi un violador.

Por fortuna Gulf no reacciono como pensaba, lo tomo como algo casual y no saben el gran peso que me quito de encima. Pero, aun así, por ese incidente volví a ser cuidadoso y a no acercarme de más, a tocarlo con su permiso primero y todo lo que antes hacía, no me perdonaría si pasara algo como lo que viví con la otra persona.

Como lo he dicho antes, empecé a tener sentimientos por Gulf y ahora él es una persona demasiado importante para mí. Quiero cuidarlo, quiero que no se sienta incomodo nunca y que viva esta experiencia de trabajo como algo bueno y no malo por cualquier motivo. Por eso mismo estaba en una contradicción. Por un lado quería ser como soy, afectivo, expresivo, quería abrazarlo, verlo todo el tiempo y tenerlo junto a mí, pero por otro lado quería que no se sintiera asfixiado por mi culpa y me limitaba un poco con mis afectos.

Y sinceramente empezaba a doler un poco. Porque mi corazón me pedía su calidez, me pedía su aroma, pero mi cerebro me decía que no me metiera de más. Es la típica lucha constante entre el cerebro y el corazón y yo sabía cómo poco a poco el corazón iba ganando.

¿Cómo no iba a ganar? Si con solo ver esa brillante sonrisa quedaba hipnotizado, si con solo verlo de lejos ya me sentía en el aire. ¿Cómo no iba a ganar? Si dormía con él todas las noches, lo abrazaba, lo sentía.

Debo confesarles que desde que empezamos a dormir juntos, mis noches fueron mucho mejor, dormía realmente bien, me sentía descansado y las ojeras iban yéndose poco a poco. Cada mañana despertaba antes que él para aventar su celular y que no nos molestara, me era divertido hacer eso y verlo reprocharme después. Me gustaba despertar antes y observarlo dormir tan bien, tan cómodo a mi lado, me encantaba saber que se sentía tan tranquilo a mi lado. Me llenaba de paz tenerlo entre mis brazos y verlo dormir, era mi película favorita de cada mañana.

Cada día, todo iba creciendo en mi interior. Sentía como mi corazón crecía y empezaba a temer que se me fuera a salir, sé que es imposible que eso pase por estar enamorado, pero juro que así era. Mis sentimientos iban incrementando, cada vez me era más difícil no verlo, no estarlo tocando, cada vez me era más difícil tenerlo cerca y no poder besarlo, no poder sentir su cuerpo, piel con piel.

―Phi, préstame un short que hace calor. ― Me dijo un día.

Yo le di lo que me pidió y lo vi tímido cambiarse frente a mí, me gustaba esa timidez, me volvía loco y solo pensaba en cómo se vería bajo mi cuerpo, sintiéndome en su interior, verlo apenado en esas circunstancias...