Beautiful Stranger. |Dofia|#1

4.

Chloe estaba sentada con los ojos abiertos, detrás de las cuatro paredes que conformaban su habitación, aún esperaba el mensaje de su hermoso extraño.
Sentía que existir era sólo cruel, como sino tuviera sentido esperar en absoluto, ese extraño la hacía despertar todas las noches cuando soñaba con que había un nuevo mensaje, cuando despertaba lo que hacía era revisar su teléfono para ver si estaba activo o tal vez ya había contestado su mensaje de hace dos días, ese hermoso extraño le daba algo.

¿Qué me está pasando?, la pregunta que se hacía todos los días Chloe, ¿cómo te puedes enamorar de un extraño al que ni siquiera le has visto? La rubia lloraba y entraba en depresión todo el tiempo, ¿cómo era posible que dependiera tanto de un extraño?
No quería encajar en ningún lugar, sólo quería seguir insistiendo y enviando mensajes, hasta que él respondiera y las cosas volvieran a ser como antes.

Por otro lado una castaña se encontraba sentada en el suelo de su habitación, con sus ojos cerrados, su cabeza volteando hacia el techo, preguntándose si había perdido a alguien que pudo hacerle sufrir o simplemente había perdido el amor de su vida.
Había estado luciendo triste en todos los lugares alegres, su trabajo era más asco que nunca, su jefa estaba apunto de llegar a colmar su paciencia, su vida era un asco sin su ojiverde, caminaba por las calles viendo su rostro en todas las personas, recordándole en cada lugar al que iba, aquella rubia ebria que estaba en ese bar sin poder sostenerse gracias al alcohol, aquella chica que le había dado su número, si tuviera su dirección, seguramente ya estaría en un taxi yendo hasta ella.
Tomó su teléfono, respiró profundo, esto era una decisión muy arriesgada.

Sofía: Mi nombre es Sofía, tengo veintidos años, te conocí en un bar, estabas tan ebria que sabía no me recordarías al otro día y así fue, esa noche me acerqué a ti, había un chico a tu lado, creo que se llamaba Thomas, dijo ser tu mejor amigo, me dijo también que eras alguien que estaba en el clóset, pero que no lo aceptabas, te invité a bailar y cediste a mi petición, sonaba una canción que me es imposible recordar, pero hizo que bailaramos tan cerca la una de la otra, tus ojos verdes brillaban, tus labios son tan dulces, una mezcla de alcohol y manzana, ese día supe que el destino me había llegado hasta ese lugar, chocandome contigo, para hacerme enamorar de ti, es tonto, porque tú me has dicho que no te enamorarías de una chica, así que está bien si después de esto ya no quieres hablar conmigo.

El mensaje de la castaña fue enviado, pero no recibido.