Capítulo 15 | Esto se siente bien...

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POV Zoe.

-¡¿Cómo crees, en serio este mini paquete de cilantro cuesta $40
pesos?!-

- Deja de quejarte, Mafer. ¿Viste el precio de ese mango? Mejor no hablemos de costos. Además, lo necesito sí o sí, para el pico de gallo. Y ya me faltan muchos ingredientes, como para dejar pasar éste. ¡Quisiera poder hacerle algo más...!-

- ¿Hacerle algo más? Eso se oyó demasiado sugestivo, ¡jajaja!-

-¡Mafer! ¡Sabes que lo decía por la comida!-

-¡Ya sé, ya sé, no te enojes! Es que cualquiera quisiera hacerle de todo a ese hombre...-

-¿Te calmas? ¿Acaso no tienes suficiente con tus amores, que ya quieres hacerle de todo a Saeng?-

-¡Uuuy, disculpaaa! No sabía que no puedo admirar a Heo, porque es tuyo...-dijo sarcástica.

- No pongas palabras en mi boca, yo jamás dije eso. Sólo... ¡ay, olvídalo! Mejor terminemos de buscar lo que necesito, porque ya es tarde y quiero que todo esté perfec... ¡a tiempo! Que todo esté a tiempo.-

--Mmm... sólo porque no te conviene cambias el tema--

-¡Escuché eso! Anda,vamos a buscar el pollo, deja de refunfuñar.-

°°°°°°°°°

Terminé de limpiar la cocina de June, y me dispuse a tomar un baño. Fue muy amable al dejarme  su casa. A pesar de que insistieron en quedarse y ayudarme, ninguna de ellas era muy hábil en la cocina. Así que solo querían estar aquí, para maquillarme y ayudarme con el vestuario que habían elegido para mí, y del cual no estaba plenamente convencida, así que la lluvia que amenazaba con caer en cualquier momento, fue mi aliada para mandarlas temprano a casa.

Estaba satisfecha con el menú, y ya todo estaba casi listo. Incluso, tuve tiempo de hacer un postre rápido, que ya estaba en el congelador.

-¡Muy bien, Zoe! Ahora, a darnos un baño.-hablé conmigo misma, como cuando vivía sola, y no tenía con quién charlar de mis días. Hasta que llegó un remolino llamado Mafer, y pude dejar mi soledad a un lado, para encontrar a la mejor amiga, y roomie.

Me tomé mi tiempo para disfrutar de la fabulosa bañera de June. Era un oasis comparado con el reducido baño del departamento que habíamos podido costear para nuestros días en Corea.

Me permití usar las nuevas esencias de baño que compré recién, y que hacían que el olor a frutos rojos se quedara en mi cabello y mi piel, con una fragancia exquisita.

Soy fanática de los olores frutales, y éste, podría ser definitivamente, uno de mis favoritos.

Terminé mi rutina, y me maquillé tal como hacía siempre. No quiero aparentar algo que no soy, simplemente quiero ser yo, y que Saeng se sienta cómodo con nuestra cena. Creo que es un chico sencillo, a pesar de la fama que aún sigue teniendo a raíz de estar en el grupo. Se nota que es auténtico, y lo menos que puedo hacer, es mostrarme tal cual soy.

Me da gusto que haya aceptado cenar aquí, en lugar de ir a otro lugar. Me gustó cocinar para él, tal como hago con todos mis amigos. Es bonito pensar que él es algo así, como un amigo también.

Miro el reloj, y faltan veinte minutos para la hora que acordamos. Doy un último vistazo a la mesa, que se ve alegre y colorida, gracias a los accesorios de June. Tiene un gusto bastante parecido al mío, definitivamente, esto es algo que yo pondría en mi comedor.

Sonrío para mis adentros, y es entonces que empiezo a ponerme nerviosa. No lo había estado hasta ahora, pero, ¡vamos! ¡Voy a cenar con Young Saeng! Es como si de repente, un hada madrina hubiese venido, y agitado su varita mágica, para ponerme en estas circunstancias.

Selfie | Heo Young Saeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora