CAPITULO 9*
Terminais de preparar las maletas. Llamaste a Sophie para contarla lo de que te quedarías a vivir con Niall, hasta que te tocará volver a NYC y lo de que te ibas a Londres. No se lo creía, no sabía si habías venido a pasar tiempo con tu familia o a ir a todos los lados con tu chico, no pudiste evitar reír cuando te dijo eso.
-Niall, antes de irnos voy a ir a ver a mis padres, para decirles lo del fin de semana en Londres.
-Claro cielo, ¿quieres que te acompañe?
-No, prefiero ir sola para hablarlo tranquilamente. No tardaré mucho.
-Tómate el tiempo que necesites, ¿vale? Todavía nos quedan unas horas para marcharnos.
-Vale, gracias enano.- Le besas, coges la chaqueta y te marchas a casa de tus padres. Estaba a tan solo unas manzanas de allí.
Llegaste, llamaste al timbre. No sabías por qué pero estabas nerviosa. Te abrió tu madre, se le iluminó la cara al verte. Viste su sonrisa y sonreíste con ella. Te abrazó.
-Hola mi niña.
-Hola mamá.
Pasaste, tu padre como cada mañana estaba sentado en el sofá viendo su programa de economía preferido. Al verte, no hizo ningún gesto de despreció, tan solo se levanto, te dio dos besos. Puede que por cortesía o porque no sabía que hacer. Te sentaste juntó a él y en frente tu madre. Había dos sofás uno frente al otro. Comenzaste a hablar, les contaste que te ibas a quedar a vivir allí hasta que volvieras a NYC y lo del fin de semana en Londres. Tu madre estaba de acuerdo, pero tu padre protestó.
-¿Por qué hija? ¿Que ves en él? Tan solo te arruinará la vida.
-Papá, le quiero, le quiero muchísimo. Siempre hemos estado juntos, desde pequeñita ha sido él mi mejor amigo, me ayudaba, me protegía, me sacaba de apuros y tú te llevabas bien con su familia, que ha pasado para que no le quieras junto a mí?
-Hija, es cantante. Va de país en país, conociendo admiradoras, muchas, millones de chicas. Un día verá a alguna idiota, se enamorará y te dejará, entonces vendrás llorando y te arruinará a tí y a tu carrera.
-Por un momento papá, deja de mirar en el futuro, en mi trabajo y en el suyo. Mira los sentimientos, lo que yo siento y lo que me duele que digas eso. Es verdad que conoce a muchas chicas, pero la idiota de la que está enamorado soy yo papá. Si quieres aceptarlo, sería fantástico, que pudiera vivir mi sueño y que tu me apoyaras, pero si no quieres admitirlo, quédate ahí sentado viéndome sonreír y disfrutar mi vida, porque ya te digo que no seras tú quién me quitará las ganas de vivirla y menos junto a la persona a la que amo.- Te levantaste, cogiste el abrigo.- Jamás te guardaré rencor, jamás te odiaré, papá, pero aun así, estoy dolida.-Con esto y una lágrima recorriendo tu rostro te marchaste de la casa, con ganas de vivir aquél fin de semana como si fuera el último.