Let's play with fire! (Boku no hero: Dabi-Todoroki)

Capítulo 4: Provocando conflictos

Se encontraba agotado y, aun así, se sentó en el sofá atento a lo que su jefe diría. Por culpa de tener que intimidar a ese chico e impedir que hiciera más locuras, se perdió la conversación con Endeavor.

- Mañana por la mañana, en el barrio Itabashi. En el callejón de 1-chōme-8 Takashimadaira – sonrió.

- Puede que sea una trampa. Dudo que venga solo y sería un riesgo llevar al crío.

- ¿Te preocupa su seguridad?

- ¿Crees que soy de los que me preocuparía la integridad de un futuro héroe? – preguntó con tono divertido, lo que hizo ponerse serio a Tomura al darse cuenta de que hablaba totalmente serio – lo que me preocupa es que nos embosquen y puedan liberar a ese chaval. Si lo hacen... no tendremos nada para negociar.

- ¿Qué propones?

- No llevarle.

- Se supone es un intercambio.

- ¿Y desde cuándo los villanos juegan limpio? – preguntó con una gran sonrisa – podemos ir al callejón y tratar de matar a Endeavor. Si nos atrapasen, intentarían sonsacarnos dónde está su hijito y no podrían matarnos sin saber eso. Por eso es mejor guardarnos la información y que crean que podemos matar al crío todavía incluso si nos atrapan.

¡Inteligente! Tomura, que al inicio había odiado, detestado y hasta tratado de matar a Dabi, ahora veía en él a su mayor aliado.

- Me gusta tu forma de pensar. Realmente... ¿Te estás divirtiendo con ese niño?

- Como nunca en mi vida. Sólo déjame hacerme cargo de él.

- Es todo tuyo, pero que no vuelva a suceder lo de la primera base. Contrólalo.

- No prometo nada. Tiene mucho carácter. Seguro que peleará hasta el final contra nosotros.

***

Sentado en la esquina más alejada, con la espalda contra la pared, Todoroki observaba con esa mirada intimidatoria a la chica que se había quedado a vigilarle. No se movía de la puerta, pero sonreía.

- ¡No me mires así! – se quejó ella.

- No lo entiendo – susurró Todoroki –. Creía que te morías por la sangre. Aún me queda algo.

¡La provocaba! Era un suicidio pero era el único plan que ahora mismo tenía en mente. Él siempre había sido cuidadoso y paciente, no hablaba demasiado y le gustaba observar la situación para idear el mejor plan, pero ahora mismo, el plan era precisamente hablar. Esos tipos no suponían un problema para él o eso tenía en mente, en cambio, Dabi... ese seguía sus movimientos y era capaz de anticiparse a sus planes. Tenía que sacarlo de su camino si quería huir. ¡Si sólo conseguía poner a todos en contra de Dabi! Este tendría que lidiar con los rencores y la ira de todos, no podría centrarse también en él. La cuestión era... ¿Cómo ponerles en contra de Dabi?

Aquí venía su primera idea y plan suicida. No era un plan a corto plazo, sino a largo. Debía acabar hablando con toda la banda, descubrir qué odiaban y volverlo en contra de Dabi. Por ahora, sólo conocía a esa pequeña cabrona que se moría por la sangre y adoraba verle malherido. Si conseguía que intentase matarle, Dabi iba a enfadarse mucho por no seguir su plan de mantenerle con vida.

- Ohhhh, veo que también te gusta la sangre – sonrió la chica, acercándose con gran rapidez al chico y dejando la punta del cuchillo cerca de su abdomen.

- Vamos, clávalo – sugirió Todoroki con una ligera sonrisa – te vuelve loca mi sangre, ¿no? ¿No quieres saber a qué sabe? Dicen... que puedes transformarte en quien sea si bebes sangre. ¿No quieres saber lo que pasa con Dabi?